III

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Baji nunca ha estado fuera de la tribu por tanto tiempo, no más de diez días la última vez que se fue, así que a nadie parece sorprenderle el ver al omega más callado de lo habitual.

La mayoría de los omegas se han acostumbrado a eso, todos los alfas y betas de la tribu son soldados y suelen salir en campañas que duran días, incluso meses, pero Chifuyu aún es nuevo en eso y se siente algo vulnerable en el estado en el que se encuentra.

El bulto de su vientre ya se mueve demasiado y se le complica un poco el hacer las actividades que acostumbra. Sus náuseas persisten todavía y se le ha hecho imposible atender la consulta médica junto a Takemichi, así que su suegra le ha encargado la supervisión de la confección de telares y alfombras, le sirve para distraerse un poco y no pensar tanto en Keisuke, aunque es casi imposible.

—Solo a ti se te ocurrió enlazarte con el futuro jefe —dice Takemichi mientras ayudaba a Hinata con la pequeña Yui. Estaban sentados dentro de su yurta intentando no hacer mucho ruido pues su cuñada logró dormir largo y tendido después de muchas noches de insomnio. No querían despertarla —. Tienen muchas obligaciones.

—A Keisuke no le gustan las obligaciones —respondió con calma. No tiene ganas de hablar mucho, nada más se dedica a acariciar su abultado vientre mientras observa a su amigo —, incluso ha mencionado que Naoto sería mejor líder.

—Puede ser. Todos lo creen, de hecho.

—No lo sé.

No es que no confíe en su esposo, es nada más que sabe que no le gusta mucho lo de ser líder. Nunca ha sentido que es un ejemplo a seguir, aunque Chifuyu cree lo contrario. Confía en su esposo, por eso no se quejó cuando le dijo hace unas semanas que tendría que ir a una reunión con otros jefes de tribus de la región, aunque no imaginó que sería algo de mucho tiempo.

—El consejo de jefes está en espera de lo que tu alfa decida —. Chifuyu lo sabe, Keisuke se lo advirtió antes de irse. Todo dependía de ese viaje.

—Es un tema difícil para él. Se siente en deuda con su padre, pero sabe que no es su hijo biológico y entonces Naoto tiene más derechos. Es algo moral.

—¿Y qué piensas?

Chifuyu no quiere hablar de eso así que solo niega.

Si Keisuke se niega a ser jefe entonces se convertirá en un soldado a tiempo completo, aunque tendrá los mismos derechos que los jefes de rango menor. Eso parece gustarle y se ha mostrado entusiasmado al imaginarse una vida sin tantas complicaciones. Por otro lado, desde que su madre se casó de nuevo Keisuke se convirtió en el hijo mayor del jefe, incluso si no comparten sangre, así que recibirá el título si lo reclama y eso no parece agradarle.

Chifuyu aceptará lo que su alfa desee, aunque no puede negar que tiene algo de miedo pues su lugar en la tribu depende de la decisión que tome su esposo.

Él tampoco está preparado para ser líder de la tribu en caso de que su alfa deba ausentarse.

Su cachorro se remueve nuevamente en su interior logrando sacarlo de sus pensamientos y Takemichi se ríe al ver la expresión graciosa que hace Chifuyu cuando su pequeño se acomoda dentro de su vientre.

—Le patearé el trasero a ese alfa cuando vuelva. ¡Mira lo que me hizo! —exclama y hace reír un poco más fuerte a Takemichi, aunque su risa no dura mucho pues pronto la pequeña Yui comienza a sollozar —. No se va a salvar, aunque se convierta en el líder de la Confederación Tribal.

Prometido [AU/BajiFuyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora