𝑪𝒂𝒖𝒕𝒊𝒗𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒆𝒍 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐|| 𝑱𝒂𝒎𝒆𝑺𝒑𝒊𝒖𝒔

Capítulo 4: Un Cambio de estrategia

Después de varios intentos fallidos de acercarme a Scorpius, me di cuenta de que necesitaba cambiar de estrategia. Había sido perseverante, pero tal vez estaba abordando la situación desde el ángulo equivocado. Decidí que era hora de dejar de lado los gestos grandiosos y empezar desde cero.

Una tarde, mientras observaba desde lejos cómo Albus y Scorpius conversaban animadamente en el patio, me di cuenta de que estaba siendo un espectador de mi propia vida. ¿Por qué no podía simplemente acercarme y unirme a la conversación? Me sentí como un intruso en su amistad, pero algo en mí no podía resistirse a la idea de intentarlo de nuevo.

Respiré hondo y me dirigí hacia ellos, con el corazón latiendo con fuerza en mi pecho. —Hola, chicos —dije, tratando de sonar casual.

Albus me miró con sorpresa, mientras que Scorpius levantó una ceja en señal de interrogación. —¿James? ¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó Albus con una sonrisa divertida.

Traté de no dejar que mi nerviosismo me dominara. —Solo pensé en unirme a ustedes. ¿Les importa?

Scorpius pareció dudar por un momento, pero luego asintió con una sonrisa. —Por supuesto que no, James. Siéntate.

Durante un rato, los tres conversamos animadamente, compartiendo anécdotas y risas. Me sentí feliz de poder pasar tiempo con ellos, incluso si era solo por un breve momento.

Después de que Albus se marchara para buscar a Rose y Teddy, nos quedamos solos, Scorpius y yo, bajo la suave luz del atardecer. Sentí la urgencia de aprovechar ese momento para ser completamente honesto con él.

— Scorpius, escucha —comencé, mi voz apenas un susurro en la tranquila tarde—. Necesito que entiendas por qué he estado actuando de esta manera. No fue para molestarte o hacerte sentir incómodo. Fue porque... bueno, porque eres alguien especial para mí. Y, aunque suene cursi, no podía evitar querer estar cerca de ti, aunque fuera de esta manera torpe y un poco ridícula.

Lo miré directamente, buscando cualquier señal de rechazo en su rostro, pero en su lugar encontré comprensión y algo más.

—Lo entiendo, James. Y aprecio tu honestidad —respondió Scorpius con suavidad—. Pero necesitas entender que esto ha sido un poco abrumador para mí. No estoy acostumbrado a este tipo de atención, especialmente de parte de alguien como tú.

Me mordí el labio inferior, sintiendo el peso de sus palabras. — Lo siento mucho, Scorpius. No fue mi intención abrumarte. Solo quería que supieras... que me gustas. Mucho.

Hubo un momento de silencio entre nosotros, roto solo por el suave susurro del viento entre los árboles cercanos. Finalmente, Scorpius habló de nuevo, su voz más suave esta vez.

—Podemos intentar ser amigos, James. Pero solo eso.

Asentí, sintiendo un nudo en la garganta. — Entiendo, Scorpius. Y acepto eso.

Antes de que pudiera alejar mi mano, Scorpius la tomó suavemente entre las suyas. Nuestros ojos se encontraron, y en ese momento, supe que había una posibilidad, aunque fuera pequeña, de algo más entre nosotros.

—Pero eso no significa que no pueda aceptar un gesto de amistad —agregó Scorpius con una sonrisa tímida.

Mis labios se curvaron en una sonrisa de alivio.
— Gracias, Scorpius. Eso significa mucho para mí.

Prometí hacer todo lo posible para demostrarle que mis sentimientos eran genuinos, que estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para ganarme su confianza y su amistad. Y con esa determinación en mente, nos quedamos juntos bajo el cielo anaranjado del atardecer, listos para comenzar este nuevo capítulo en nuestra relación.