Capítulo 6: Conversaciones Pendientes

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Las vacaciones de verano habían llegado y estábamos todos reunidos en casa. El sol iluminaba el jardín mientras disfrutábamos de un momento de tranquilidad en familia.

Pero había algo en el aire, algo que me hacía sentir incómodo. Había estado notando la mirada preocupada de papá últimamente, como si supiera algo que yo no quería admitir.

Cuando papá me llamó desde el porche trasero, supe que no podía evitarlo por más tiempo. Traté de concentrarme en el juego de quidditch con Albus, pero la voz de papá resonaba en mi cabeza, recordándome que había una conversación que necesitábamos tener.

—No ahora, papá —respondí, tratando de ocultar mi incomodidad—. Estamos ocupados jugando.

Pero papá insistió, acercándose a donde estábamos con determinación. Sabía que no podía escapar.

—James, es importante —dijo, su tono firme pero preocupado—. Necesitamos hablar.

Mi corazón comenzó a latir con fuerza en mi pecho mientras me resignaba a la inevitabilidad de la conversación. No estaba listo para enfrentar lo que papá quería discutir, pero sabía que no podía evitarlo por más tiempo.

Tragué saliva nerviosamente y me levanté del suelo, sintiendo el peso del nerviosismo en mis hombros mientras caminaba hacia donde papá estaba esperando. Cada paso que daba se sentía como un paso más hacia lo desconocido, hacia una conversación que preferiría evitar.

—Papá... —murmuré, apenas capaz de encontrar las palabras mientras me paraba frente a él, desviando la mirada hacia mis pies—. ¿Qué... qué quieres hablar?

Papá me miró con preocupación, su expresión suavizándose al ver mi evidente nerviosismo.

—James, sé que has estado pasando por un momento difícil últimamente —comenzó, su tono tranquilo tratando de reconfortarme—. Y quiero estar aquí para ti, para ayudarte. Pero necesito que me digas qué está pasando. No puedes enfrentarlo solo, hijo.

Cerré los ojos por un momento, luchando contra las lágrimas que amenazaban con emerger. Sabía que papá solo quería ayudar, pero admitir lo que estaba sintiendo era más difícil de lo que había imaginado.

—Papá... —susurré, finalmente encontrando el coraje para levantar la mirada y enfrentar su mirada preocupada—. Es solo que... no sé cómo... cómo decirlo.

Papá asintió comprensivamente, extendiendo una mano para colocarla suavemente en mi hombro.

—Tómalo con calma, James —dijo con voz suave—. Estoy aquí para escucharte, sin importar qué.

Con un suspiro tembloroso, comencé a abrirme a papá, compartiendo los miedos y las preocupaciones que habían estado atormentándome.

Con un nudo en la garganta, reuní el coraje para revelarle a papá lo que había estado pesando en mi mente.

—Papá... —comencé con voz temblorosa—. Hay algo que necesito decirte. Me gusta Scorpius Malfoy.

El rostro de papá se llenó de sorpresa ante mi confesión. Sus cejas se fruncieron ligeramente mientras intentaba procesar la noticia.

—Scorpius Malfoy —repitió, como si estuviera tratando de confirmar lo que acababa de escuchar—. ¿El hijo de Draco Malfoy?

Asentí con nerviosismo, esperando su reacción con aprensión. Sabía que papá tenía una larga historia con la familia Malfoy, y no estaba seguro de cómo tomaría la noticia de que estaba interesado en uno de ellos.

—Sí, papá —confirmé, sintiendo un nudo en el estómago—. Sé que es sorprendente, pero es lo que siento.

Papá frunció el ceño, claramente desconcertado por mi revelación.

—James, no entiendo —dijo, su tono lleno de confusión—. ¿Por qué Scorpius Malfoy? Después de todo lo que ha pasado entre nuestra familia y la suya, ¿cómo puedes...?

Se detuvo, evidentemente luchando por encontrar las palabras adecuadas. Sabía que la idea de que su hijo estuviera interesado en el hijo de su antiguo rival lo desconcertaba profundamente.

Traté de explicarme lo mejor que pude, explicándole lo que sentía por Scorpius y cómo él era diferente a lo que yo había esperado.

—Lo sé, papá, lo entiendo —dije con cautela—. Pero Scorpius es diferente. No es como su padre. Es amable, inteligente y comprensivo. Me hace sentir... yo mismo.

Papá me miró con una mezcla de sorpresa y preocupación, como si estuviera tratando de reconciliar mis palabras con su propia visión del mundo.

—James, no puedo decir que entiendo completamente —dijo finalmente, su voz suave pero firme—. Pero si Scorpius te hace feliz, eso es lo más importante. Solo quiero que seas feliz, hijo.

Me sentí abrumado por el alivio al escuchar sus palabras de apoyo. Aunque sabía que nuestra situación sería complicada, tener el respaldo de papá significaba más de lo que podía expresar con palabras.

—Gracias, papá —susurré, sintiendo un peso levantarse de mis hombros—. Significa mucho para mí.

Después de mi confesión, papá parecía estar tratando de entender la situación, aunque seguía mostrando cierta preocupación.

—James, ¿cómo planeas acercarte a Scorpius? —preguntó, su tono ahora más reflexivo que sorprendido.

Me pasé la mano por el cabello, sintiéndome un poco abrumado por la pregunta. Era algo que había estado pensando mucho últimamente, pero aún no tenía una respuesta clara.

—No lo sé, papá —admití con sinceridad—. Es complicado. Scorpius me dijo que por ahora solo podíamos ser amigos.

Papá asintió, como si estuviera procesando toda la información.

—Entiendo —dijo, aunque su expresión seguía siendo un poco preocupada—. Bueno, ser amigos es un buen comienzo. Te dará la oportunidad de conocerlo mejor y ver a dónde lleva eso.

Aunque estaba agradecido por el apoyo de mi padre, todavía me sentía abrumado por la incertidumbre del futuro con Scorpius. No estaba seguro de cómo manejar mis sentimientos ni de cómo construir una relación con él, especialmente ahora que solo éramos amigos.

—Papá, ¿crees que debería intentar acercarme más a él? —pregunté, buscando su consejo.

Papá me miró con ternura antes de responder.

—Creo que debes hacer lo que sientas que es correcto, James —dijo con calma—. Si Scorpius te hace feliz y quieres explorar una amistad con él, entonces sí, deberías intentarlo. Pero también recuerda que las cosas llevan tiempo. No tienes que apresurarte.

Asentí, agradeciendo sus palabras de sabiduría. Sabía que tenía mucho que pensar y que necesitaba encontrar mi propio camino en esta situación.

—Gracias, papá —dije, con una sonrisa agradecida—. Significa mucho para mí poder hablar contigo sobre esto.

Papá me devolvió la sonrisa y me dio un abrazo reconfortante. Después de nuestra sincera conversación, papá decidió aligerar un poco el ambiente con una broma, como solía hacer.

—Sería interesante ver la reacción de Malfoy cuando se entere de que estás enamorado de Scorpius —dijo con una sonrisa traviesa, tratando de sacarme una risa.

La idea de Draco Malfoy reaccionando a la noticia me hizo sonreír ligeramente, aunque también me hizo sentir un poco nervioso.

—Creo que preferiría no estar presente en ese momento —respondí con una risita nerviosa.

Papá asintió, apreciando mi sentido del humor.

—Probablemente sea una buena idea —concordó, su sonrisa aún presente en su rostro—. Pero en serio, James, solo quiero que seas feliz. Si Scorpius es la persona que te hace feliz, entonces eso es todo lo que importa.

𝑪𝒂𝒖𝒕𝒊𝒗𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒆𝒍 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐|| 𝑱𝒂𝒎𝒆𝑺𝒑𝒊𝒖𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora