Capitulo 9: Confesiones

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[Scorpius Malfoy]

El Parque de la Villa estaba tranquilo esa tarde. Los rayos del sol se filtraban a través de las copas de los árboles, creando un juego de luces y sombras en el suelo. James y yo nos encontrábamos en un banco, rodeados por el suave murmullo de la naturaleza que nos envolvía.

—¿Todo bien, Scorpius? —preguntó James, mirándome con atención—. Pareces distraído.

Asentí con una sonrisa forzada, tratando de mantener mis pensamientos en orden. No podía dejar de darle vueltas a la conversación que había tenido con mi padre. Sentía una mezcla de gratitud y ansiedad por el apoyo que me había brindado, pero también una presión adicional por enfrentar mis sentimientos hacia James.

—Sí, todo bien —respondí finalmente, intentando despejar mi mente—. Solo estaba pensando en algunas cosas.

James asintió, pero su expresión mostraba preocupación.

—Si hay algo en lo que pueda ayudarte, estoy aquí para escucharte, ¿sabes? —dijo con gentileza, colocando una mano reconfortante sobre mi hombro.

Su simple gesto hizo que mi corazón diera un vuelco, pero también me recordó lo complicada que era nuestra situación. ¿Debería contarle sobre mi conversación con mi padre? ¿Y qué significaría eso para nuestra amistad?

Antes de que pudiera decidir qué decir, James continuó hablando.

—De todos modos, ¿has pensado en lo que querías hacer hoy? —preguntó, cambiando de tema—. Hay un festival de música en el parque esta noche. Podríamos ir juntos si quieres.

La idea de pasar más tiempo con James me emocionaba, pero también me llenaba de nervios. ¿Sería eso lo correcto? ¿O solo complicaría las cosas aún más?

—Eso suena genial, James, pero... —vacilé, luchando por encontrar las palabras adecuadas—. ¿Estás seguro de que es una buena idea?

James frunció el ceño, evidentemente confundido por mi reacción.

—¿Por qué lo preguntas? —inquirió, su tono lleno de confusión—. Pensé que te gustaría la idea de salir juntos.

Sus palabras me hicieron darme cuenta de lo mucho que significaba para mí su amistad, y de lo afortunado que era de tenerlo en mi vida. Pero también me recordaron lo complicado que era todo, y la incertidumbre que sentía sobre mis propios sentimientos.

—No es eso, James —murmuré, sintiendo un nudo en la garganta—. Es solo que... hay algunas cosas que necesito descubrir por mi cuenta antes de... antes de comprometerme a hacer algo así.

La expresión de James se suavizó, como si entendiera lo que estaba pasando por mi mente.

—Lo entiendo, Scorpius —dijo con calma—. No hay problema. No tienes que apresurarte en nada. Solo quiero que sepas que estoy aquí para ti, pase lo que pase.

Su sincera declaración me conmovió profundamente, y me hizo darme cuenta de lo mucho que significaba para mí nuestra amistad.

—Gracias, James —respondí sinceramente, dejando salir un suspiro de alivio—. Significa mucho para mí tener tu apoyo.

James me dedicó una sonrisa reconfortante antes de ponerse de pie.

—Entonces, ¿qué dices si vamos a dar un paseo por el parque? —propuso, extendiéndome la mano—. Podemos hablar más si quieres, o simplemente disfrutar del día juntos.

Tomé su mano con gratitud, sintiendo el calor reconfortante de su amistad.

—Me encantaría eso, James —respondí con una sonrisa—. Gracias.

Con eso, nos pusimos en marcha, dispuestos a disfrutar del tiempo juntos y a enfrentar lo que el futuro nos deparaba, paso a paso.

Caminamos por el parque, disfrutando del paisaje tranquilo y de la compañía mutua. El sol comenzaba a ponerse en el horizonte, pintando el cielo con tonos dorados y rosados mientras nos adentrábamos más en el corazón del parque.

Durante nuestro paseo, hablamos de todo un poco: de nuestras familias, de nuestras aspiraciones para el futuro, e incluso de nuestras preocupaciones más profundas. James compartió algunas anécdotas divertidas sobre sus travesuras en Hogwarts, mientras yo hablaba tímidamente sobre mis experiencias en Durmstrang.

A medida que hablábamos, me sentía cada vez más cómodo en compañía de James. Su presencia era reconfortante, y su capacidad para escuchar y comprender mis pensamientos me hacía sentir valorado y comprendido.

Sin embargo, a medida que la noche caía sobre el parque y las luces del festival de música comenzaban a brillar en la distancia, una sensación de ansiedad comenzó a apoderarse de mí. A pesar de la confianza que sentía al estar con James, aún no estaba seguro de cómo manejar mis propios sentimientos hacia él.

Cuando finalmente llegamos al lugar del festival, el bullicio de la multitud y el sonido de la música en vivo llenaron el aire. James parecía emocionado por la atmósfera festiva, pero yo me sentía abrumado por la incertidumbre del momento.

—¿Estás bien, Scorpius? —preguntó James, notando mi expresión preocupada—. Parece que algo te está molestando.

Respiré hondo, tratando de reunir el coraje para hablar con honestidad.

—James, hay algo que necesito decirte — Dije — Hay algo que necesito compartir contigo.

James me miró con atención, esperando pacientemente a que continuara.

—¿Qué pasa, Scorpius? Puedes decirme cualquier cosa, sabes —respondió con amabilidad.

Tragué saliva, sintiendo el peso de mis palabras.

—Es sobre cómo me siento... hacia ti —confesé, desviando la mirada brevemente antes de volver a encontrarme con sus ojos verdes—. He estado luchando con estos sentimientos, tratando de entenderlos, pero no puedo seguir negándolos.

La expresión de James cambió, mostrando una mezcla de sorpresa y anticipación.

—¿Qué quieres decir, Scorpius? —preguntó con voz suave, esperando mi respuesta.

Respiré profundamente, reuniendo toda mi determinación.

—James, me gustas. Más que como un amigo —revelé, sintiendo el peso de mis palabras salir finalmente de mi pecho.

El silencio que siguió a mi confesión fue ensordecedor. No sabía cómo reaccionaría James, y la incertidumbre me llenaba de ansiedad.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, James rompió el silencio con una sonrisa suave y reconfortante.

—Scorpius, yo también siento lo mismo —dijo, su voz llena de sinceridad—

El alivio inundó mi cuerpo, seguido de una oleada de felicidad abrumadora. No estaba solo en esto. James también compartía mis sentimientos.

Nos miramos el uno al otro, sumergidos en un mar de emociones que era difícil de describir con palabras. En ese momento, supe que estábamos juntos en esto, listos para enfrentar lo que el futuro nos deparaba, mano a mano.

Y así, mientras la música resonaba a nuestro alrededor y las luces del festival iluminaban la noche, nos acercamos el uno al otro en un abrazo cálido y reconfortante, sabiendo que habíamos encontrado algo especial en el corazón de la amistad que compartíamos.

𝑪𝒂𝒖𝒕𝒊𝒗𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒆𝒍 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐|| 𝑱𝒂𝒎𝒆𝑺𝒑𝒊𝒖𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora