Parte III

158 15 1
                                    


Miércoles 🍣

"Quizás esté en algún lugar non sancto, o tal vez es una blasfemia, eso sería muy interesante ¡¡¿Que dirían en el cielo?!!”

Una sonrisa silenciosa del ángel caído se veía sospechoso.

- ¿En qué piensas Crowley?

- En qué debería regar mis plantas. Las más grandes las dejé Mayfair, deben estar felices las desgraciadas.

- No lo creo, te deben extrañar.

No había ningún tipo de sarcasmo, fue un comentario sincero, pero si! Esas plantas al fin estaban en paz.

- Hacé tiempo que nos conocemos y jamás fuimos a comprar ropa juntos, necesitas actualizar tu guardarropa. Llamás demasiado la atención.

- Pero luzco muy bien, mi ropa no pasa de moda... Cuando sea demasiado evidente la antigüedad lo llevaré a un sastre y tendré un modelo nuevo. Las telas están en buen estado, elijo calidad.

- Ese chaleco debe tener casi 200 años, es un milagro que no se volviera polvo.... ..vamos, te regalaré una camisa o un nuevo chaleco. Luego te invito sushi.

Aziraphel no tenía muchos deseos de salir, pero la tentación del sushi pudo con él.

-De acuerdo. Conozco un encantador lugar donde tienen los ocho tipo de sake. Te va a gustar.  Solo coloco el cartel de cerrado en la puerta y vamos.

« Está cerrado
Muy muy cerrado
Te estoy hablando a ti, perdón »

Juntos partieron a recorrer las tiendas de Soho. El Bentley permitió escuchar algo de Handel para complacer al acompañante, lo cual fue agradecido por el ángel, quien no quitaba los ojos de encima a Crowley, él traía algo entremanos.

Está expedición no tuvo los resultados esperados, pudo espiar muy poco, ni siquiera parpadeaba para no perder ningún detalle. Pero Aziraphel defendió su privacidad, y lo poco que Crowley logró ver no tenía tatuaje alguno, quizás esa noche de borrachera escucho mal.

La salida termino con la compra de unas poleras negras para Crowley y un piloto para Aziraphel, las telas de las camisas no eran de su agrado, era casi de manual saber que sería exquisito con esos detalles, más siendo él alguien que cuida celosamente su ropa.

- ¿Cómo me queda?

- Se ve muy bien ángel.
Dijo el frustrado demonio que pensaba muy serio sobre ser directo con su par.

- Vamos a comer sushi, necesito alcohol.

Ya dispuesto a conducir al bendito local la radio emitió una orden.

[“Demonio traidor Crowley, en unos días estará arribando su reemplazo, se solicita abandonar su departamento definitivamente. Fin de la trasmisión”]

-¡¡¡Esos idiotas!!! ¡¡¡ ya habían enviado este mensaje hace días, por eso estoy aquí con mis cosas!!!

-Querido, sabés que puedes usar la librería.

- Sí, lo sé, pero necesito mí espacio y necesito ahora mucho más alcohol....

Lo miró agradecido.

Jueves🍰


El día estaba nublado,  Crowley había pegado algunas monedas en la acera,  quería ver las reacciones de los transeúntes, pero muy pocos se detuvieron a tratar de levantarlo, algunos simplemente pateaban y al ver que no se movía seguian su camino. Solo logró amargar el día de algún que otro.

- Va!, hoy necesitaba algo de espectáculo.

Casi de inmediato el cielo empezó a llover con bastante fuerza.

- ¿Es necesario?

-Si!

-¿Puedes poner el cartel de cerrado? No quiero clientes húmedos mojando mí piso.

- Por supuesto. Será unos minutos. Ya el clima naturalmente es pesado.

- Bueno, visto y considerando que hoy no tendremos que espantar clientes, podría..... Cocinar.

La mirada de Crowley lo decía todo, otra cosa que Aziraphel había aprendido, realmente estaba comprometido con entender a la humanidad, no tenía necesidad de comer, pero lo hacia, y menos aún cocinar, todo lo que quisiera estaba a su disposición, pero ahora también lo hacía.

- Eres una caja de sorpresas. Me preguntó ¿que otras cosas desconozco de ti?

- No ocultaba esto... para nada.... simplemente no surgió la conversación.

Tal vez debía solo preguntar, aunque con los antecedentes, sabemos que Aziraphel no toma bien la confrontación, a pesar de ser sumiso en muchas, de vez en cuando explota, a Crowley le gusta que muestre ese poder oculto, pero no quería inciar un altercado innecesario.

- ¿Y cual será la receta elegida?

- Bueno, por el momento solo estoy haciendo postres. Había pensado en un pastel de ángel.
¿Te apetece?

- Oh si, me apetece.

Se sentó a observar el procedimiento, sin dudas había practicado mucho, contaba con utensilios específicos para postres, esto no era improvisado, todo estaba controlado.

- Esto es nuevo.

- Si, un día pensé , a este pastel le pondría algo cítrico para que tuviera mejor sabor, llamé al pastelero, y le di mis sugerencias. Su respuesta fue "por qué no lo hacía yo mismo". Así fue como tomé su consejo e inicié un curso de pastelería.

- Entiendo.

Con sus manos entrelazadas, se contuvo de decirle que no fue un consejo, sino una manera elegante de mandarlo a la mismísima mierda.

- Oh! lo olvidaba.

Aziraphel se puso el delantal y arremangó su camisa.
Definitivamente los brazos fueron descartados.

El pastel estuvo delicioso, y la compañía también, platicaron del pasado, ésta vez sin estar ebrios. Estaba anocheciendo, eran tantas la cantidad de recuerdos que compartían, que Crowley olvidó por completo preguntar sobre el tatuaje.

Mi Semana Con Crowley [Good Omens]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora