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A la mañana siguiente.

El cielo estaba despejado y tranquilo, los pajaritos cantaban alegremente mientras que una brisa recorría el vecindario, haciéndo agradable la mañana, y Jungkook pensaba lo mismo.

«pero que acogedora mañana...»

Aquel pensamiento paso vagamente por la cabeza del susodicho al acomodarse mejor entre sus sabanas, aún que tanta tranquilidad lo estaba inquietando un poco... Si Soyeon se había quedado a dormir a su casa, por qué todavía no la escuchaba quejarse de su resaca?

Nego sonriente ante tal pregunta, así estaba bien, no tenía por qué preocuparse por cosas como esas lo mejor sería descansar hast-

—Jeon Jungkook! —la voz chillona de su hermana resonó por toda la casa hasta su habitación.

«Mierda.»

Se levantó de golpe de la cama, respirando rápidamente ante el pequeño susto mañanero, «bien, ya habia dormido lo suficiente» pensó para si mismo antes de volver a escuchar la misma voz chillona llamándolo.

—Jungkook! Me duele la cabeza, tráeme un tazón de avena y medicamentos! ¡Pero ya! —Grito al borde del desespero desde su habitación.

—Ya voy! —le respondió, alzando un poco su tono de voz.

Rápidamente se sentó al borde de su cama para ponerse sus pantuflas junto a su bata, yendo pocos segundos despues al baño para lavarse la cara y sus dientes, quería estar cómodo antes de ir a atender a su hermana; Ya estando fresco y un poco mas despierto salio entre suspiros de su cuarto arrastrando sus pies en el camino ante la repentina pereza.

Al bajar a la primera planta fue a la cocina a preparar un poco de avena con fruta y jugo de naranja con manzana, era un desayuno balanceado y bueno para la resaca de su hermana de eso estaba seguro.

Ya había terminado de hacer la avena, ahora solo le quedaba terminar de picar la fruta, mientras hacia aquello recordó vagamente a Kim Taehyung, el unico hombre que había sido capaz de colarse en su sueño durante la madrugada, aun podía escuchar vivamente como este cantaba con emoción Sway, seguido de su mirada filosa, sus gestos encantadores, su baile lento pero sensual y... Sus labios, brillantes y carnosos, que no hacían mas que obligarlo a sentirse sediento cada vez que los veía.

Nuevamente se sintió muy tímido al pensar de aquella manera, sus mejillas se tornaron de un rojo carmesí, suspiro embobado tras recordar la caricia superficial que recibió por parte del mayor la noche anterior.

«Dios estaba tan nervioso!»

Cuando iba a volver a pensar en la encantadora sonrisa del pelinegro, un quejido por parte de su hermana lo interrumpió, sacudiendo un poco su cabeza colocó las frutas sobre la avena, ya estaba lista al igual que el resto del desayuno, tomó el jugo de naranja junto a la manzana y los dejo sobre el mesón de marmol de la cocina, para así poder ir al baño por los medicamentos que la mayor necesitaría.

Ahora no era un buen momento para pensar en sus extraños sentimientos hacia Taehyung, necesitaba concentrarse en cuidar de su hermana, ya encontraría el tiempo para aclarar sus pensamientos.

Mientras subía las escaleras escucho nuevamente a Soyeon quejándose de su dolor de cabeza, insultando lo en medio de su desesperación, si no se apresuraba estaría jodido.

Por suerte, Jungkook sabia a la perfección como tratar la resaca de su hermana, debido a que en el pasado tuvo que incubrila cuando esta se iba de fiesta con sus amigas en la secundaria, obligándolo si o si a tratarla en ese estado.

Al llegar al baño, saco los medicamentos que Iba a necesitar y los metió en sus bolsillos, guardo los frascos restantes y bajo por segunda vez a la cocina.

Champagne Rose ||KooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora