Voces del pasado

Histeria

Llegó a su casa cansado y efectivamente le comenzó a doler la cabeza, su mentira se convirtió en verdad y ahora lo estaba matando

Fue a echarse en su sofá mientras miraba el techo, algo de silencio le haría bien; pero pasaban los minutos y el dolor no disminuía en lo absoluto, es más empeoraba; era como si alguien martillara su cabeza, desesperado fue a la cocina, se sirvió un poco de agua y lo tomo tratando de refrescar su garganta, también había leído en alguna parte que el agua era buena para el dolor de cabeza, mientras la tomaba comenzó a sentir que la vista se le nublaba bastante, cada vez le costaba más enfocar la vista y mantener sus ojos abiertos; partículas destellantes bailaban frente a sus orbes, era una danza interesante pero molesta, dolorosa a la vista y desesperante, comenzó a mover sus manos tratando de alejar esos destellos pero no podia hacerlo solo empeoraba, más y más y más y más!!!!...

Bolivia: Dios, ¡¿acaso me he vuelto loco?!

Tomo su cabello con desesperación, los destellos se convirtieron en manchas negras que lo mareaban, el mundo era un lugar distorsionado que se puso en su contra, moviendo el piso y las paredes, con la intención de lastimarlo, solo el podía defenderse, pero ¿Como? Sus piernas no respondían a sus órdenes y en cambio solo daban movimientos torpes causando que hiciera un desastre en su cocina, rompiendo objetos que sin querer dejaba caer, sus manos eran protagonistas de un intento de destruir todo a su alrededor, un intento de destruir al impostor

Pero ante todo ese caos una voz se entrometió, una muy lejana, que venía acompañada de una silueta difusa, proveniente de sus más dulces recuerdos...

"¿señor?"

Se escuchó una voz que le hacía eco en su cabeza, entrecerró los ojos para distinguir mejor a la persona que tenía en frente, pero era imposible; su rostro...parecía que no tenía uno

Bolivia: ¿Quién eres?

La Paz: soy yo señor, La Paz

Bolivia: ¿La Paz?

La Paz: así es señor, ¿Se encuentra bien?

Unas gentiles manos lo ayudaron a pararse, por fin el rostro tomaba forma mientras más lo miraba y sonrió

Bolivia: claro que estoy bien

El departamento preocupado sujeto como pudo a su jefe y miro con horror la ya destruida cocina

La Paz: ¿Tomó sus pastillas?

Bolivia: ¿Hablas de las vitaminas?

La Paz: si, esas

Bolivia: no, no lo hago desde hace semanas,¿Porqué preguntas? Solo son vitaminas

La Paz: señor es muy importante que las tome

Hablo firme el paceño, pero solo suspiro y con gentileza lo llevo hasta la sala e hizo que se sentara en un sillón, acarició su cabello con suavidad tratando de calmar al más alto; su respiración se atenuó, se veía relajado como si aquel momento de paz que le brindaban esas manos fuese sagrado

A la vez solo miraba a la nada, posiblemente reflexionando, despertando de su efímera histeria, siendo consciente de que algo no estaba bien en el; El silencio perduró, no era molesto ni incómodo, era como estar debajo del agua, hundiéndose pacíficamente en la laguna de su propia perdición y no parecía tener interés de hacer algo por salir de ahí