Capítulo 29

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——Despiertenlo——

Un balde repleto de agua fría se estrelló contra el cuerpo débil y moribundo de quien ahora era un pelinegro.

Jadeo y abrió rápidamente los ojos. Asustado y desconcertado por la situación, intentó mover sus manos para limpiar su rostro, no obstante se vieron sujetas a una silla de madera pegadas a su espalda.

Su pecho se agitó al sentir que no podía mover ninguna parte de su cuerpo. Estaba inmovilizado en una silla de madera con sus extremidades sujetas con tanta fuerza, que estaban a punto de desprenderse de sí.

A su mente vino el recuerdo de hace unas horas. Miró su pierna izquierda y noto una herida de bala en esta. El dolor en su hombro le indicaba que igual estaba en las mismas condiciones.

Desangrándose y con su piel helada, intento removerse en su lugar, pero sólo consiguió lastimarse más. Siseo entre dientes cuando la cuerda que sujetaba sus manos, raspo gravemente su piel.

Observó a su alrededor mientras su respiración se mantenía irregular y agitada. El olor a sangre y humedad era intenso. Había arrebatado la vida de unas cuantas personas, por lo que su olfato está acostumbrado al aroma horrible de la muerte. No obstante esto no se comparaba con todo lo que alguna vez olfateo.

Era mucho peor. Las paredes llenas de moho, con tuberías llenas de filtraciones que goteaban lo que parecía agua sucia y verdosa. El suelo de madera portaba un color negro gracias a la pudrición.

Se notaba que el lugar era una especie de sótano para motivos de venganza o más bien tortura.

El rojo claro manchaba las paredes y parte del piso. Se notaba a la distancia el intento de limpiarla pero dejando señales para las víctimas que tenían la desdicha de pasar por esa silla. Una víctima como él.

Sintió su cuerpo pesado, y fue entonces que de entre el rincón más oscuro del lugar, salió el hombre que podía ser comparado con el mismísimo Lucifer. Sus mechas negras caían relajadas por la frente, mientras sus pupilas dilatadas con intensidad, cubrían todo el iris color negro como el azavache.

Nuevamente tembló en su lugar mientras comenzaba a sudar frío. Su vejiga se aflojó debido a los temblores, y de no ser porque contrajo sus muslos, ya estuviera mojando los pantalones.

El hombre lo miraba fijamente, transmitiendole toda la ira y frustración a través de sus ojos profanadores. Conocía cual sería su destino, así como también estaba consciente de que de está noche no pasaba.

——Min Yoongi...——El nombre sonó tan aterrador en los labios de ese hombre. Una voz profunda y grave, con un tono demasiado bajo——He removido cielo, mar y tierra para encontrarte, y aquí estas finalmente.

El mencionado hizo todo lo posible por mantener la postura segura. Sin embargo sus nervios lo traicionaban, por lo que temblaba sin parar en sus lugar.
Hace unos meses se creía el rey del mundo por ser la única persona que logró sacar de quicio a Jeon Jungkook. Creer que le estaba arrebatando todo.

Lleno de hombres que supuestamente lo protegían, y con el apoyo del presidente de la Nación, estaba confiado en que nada le pasaría, y que jamás caería en manos del mafioso. Pero que equivocado estaba.

——Hace unas horas Lisa estaba con tu mismo rostro.

Yoongi se mantuvo en silencio. Jungkook remango las mangas de su camisa hacia arriba como si de una rutina se tratase. En realidad el pelinegro cumplía con una, serie de pasos antes de darle el último suspiro a sus víctimas, y entre ellos era, remangarse la camisa. No podía evitarlo.

El gran odio y rencor hacia Min, se sentía hasta en su respiración. Todo la desesperación, la ira e incluso el miedo que tuvo por perder a su pareja e hijo, se daría el gusto de desquitarse con Yoongi.

My Best Payment♥︎KookMin♥︎[CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora