resumen: donde t/n descubre algo que cambiará la vida de draco y la de t/n para siempre
Advertencias: angustia, violencia, menciones de embarazo.
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"Harry, si pudieras escucharme por un segundo-" Tus cuerdas vocales no pueden soportar más que eso cuando, al momento siguiente, tu oponente te golpea con Stupefy, a quien también llamas tu mejor amigo. Con fuerza, eres arrojado contra la pared y caes inconsciente de inmediato. Sólo cuando eres capaz de abrir los ojos nuevamente te das cuenta de lo que realmente sucedió, lo que hizo Harry.
Lo que te hizo a ti, su mejor amigo. La brillante luz que entra a la habitación a través de los grandes ventanales te deslumbra un poco, y la ligera brisa que agita suavemente las cortinas blancas llega a tus oídos, sacudiendo la oscura lámpara de araña del techo. Las paredes de ladrillo beige de la enfermería (te diste cuenta de que era la enfermería cuando te sentaste en tu cama, asustado) expresan una frialdad y rápidamente te das cuenta de que pareces ser el único paciente en este momento. Las otras camas a tu alrededor están todas vacías.
Agotado, te masajeas las sienes con las yemas de los dedos y el impacto parece golpearte más fuerte de lo que pensabas originalmente. Mientras intentas detener los golpes en tu cabeza, tu mirada se posa en las dos sillas de madera que están cerca de tu cama, como si alguien hubiera estado sentado allí hace apenas unos segundos. Sorprendido, vuelves a mirar a tu alrededor y no mueves un solo músculo, pero tienes que aceptar que ni siquiera se oye ningún sonido del exterior.
Suspirando profundamente, te recuestas en el incómodo colchón y colocas la palma de tu mano en la frente, cierras los ojos y reflexionas sobre lo que sucedió y te transportó al ala del hospital del castillo. Quizás contarle a Harry sobre tu relación con Draco Malfoy no había sido tan buena idea después de todo. Especialmente no cuando él lo descubrió por sí mismo primero y solo entonces decidiste contarle sobre el estado de tu relación. Por otro lado, todavía no lo sabría si no los hubiera pillado besándose en un pasillo vacío. Aunque habéis jurado nunca ocultaros nada el uno al otro, lo traicionasteis. Piensas que los mejores amigos no deberían traicionarse. Y aun así hiciste exactamente eso.
Era perfectamente comprensible que Harry estuviera enojado y molesto por esto. Nunca lo habrías culpado por eso. ¿Pero arrojarte al otro lado de la habitación con una maldición peligrosa y terminar en la maldita enfermería, completamente solo? Bastante despreciable.
Te estás devanando los sesos sobre cómo enfrentar a Harry la próxima vez que lo veas cuando salgas de esta prisión que es tu cama de hospital cuando de repente la pesada puerta finalmente se abre y entra nada menos que Harry. Bueno, al menos su cabeza se asoma por la esquina, y cuando sus miradas se encuentran por un momento, parece que le gustaría desaparecer en el aire en este mismo instante.
Es comprensible que así sea. "¡T/N, estás despierta!", dice alegremente, pero no puede ocultar la inseguridad en su voz. "Yo-yo vuelvo enseguida".
Y así, estás tan solo otra vez como lo estabas desde que te despertaste, lo que te hace poner los ojos en blanco mientras cruzas los brazos frente a tu pecho con desesperación. Harry definitivamente no se alejará de ti tan fácilmente.
Harry no tarda mucho en regresar, aunque trae a Madame Pomfrey con él en el camino de regreso, la enfermera te saluda con una sonrisa amistosa y te mira de arriba abajo como si hubieras perdido todas tus extremidades. Cuando te pregunta cómo te sientes, sólo respondes que te zumba la cabeza. Lo cual es cierto, pero honestamente no tienes ganas de hablar con ella sobre tu estado emocional ahora mismo después de que tu mejor amigo te trajo aquí.
Obviamente no te sientes bien. "Si me lo permite, me gustaría hablar con usted a solas unos momentos, señora Y/L/N", comenta Madame Pomfrey tras darse cuenta de que no tiene ganas de hablar con ella, ni con nadie a estas alturas, sobre qué pasó. Sin embargo, nadie podría haberte preparado para lo que ella compartiría contigo en privado.
Al principio quieres reírte y negar lo que ella dice que pasó. Esto es total y absolutamente ridículo, piensas para ti mismo. Luego, cuando la miras a los ojos serios, tu estado de ánimo cambió inmediatamente y de repente sientes náuseas. De repente, el suelo se aleja bajo tus pies y comienzas a caer y sigues cayendo y simplemente no puedes dejar de caer. Los golpes en tu cabeza se vuelven más fuertes, más insoportables a cada segundo, y ahora van acompañados de un fuerte pitido en tus oídos.
Sin saberlo y sin poder detenerlo, las lágrimas corren por tus mejillas mientras tu mundo se desmorona en un abrir y cerrar de ojos. Primero, Madame Pomfrey intenta calmarlo, animarlo, pero usted no quiere escuchar sus palabras. De todos modos no cambiarán nada. Cuando ella también se da cuenta de esto, finalmente te da tu espacio y se va.
Sin embargo, el silencio te molesta aún más, ya que de repente te quedas solo con tus pensamientos y sentimientos. En el momento en que llaman a la puerta y Harry entra a la enfermería, te desmoronas por completo. Inmediatamente, Harry está a tu lado, abrazándote fuerte, tratando de calmarte con susurros y repetidas disculpas.
El hecho de que te haya atacado con un hechizo de ira es honestamente el menor de tus problemas en este momento, y es por eso que le permitiste abrazarte, por eso le permites que te apoye como tu mejor amigo. Todo en lo que puedes pensar en este momento está lleno de pura oscuridad, y si no fuera por Draco, quien irrumpe adentro después de enterarse del incidente, completamente angustiado, la oscuridad te habría absorbido por completo.
Tan pronto como te encuentras en un abrazo adorable, después de que Harry te liberara voluntariamente, Draco te anima y te confiesa su amor más de mil veces, una y otra vez.
"Podemos superar esto, cariño. Juntos", susurra Draco suavemente y coloca varios besos en tu sien, limpiando algunas de tus lágrimas. "Si alguien puede hacerlo, somos nosotros".
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