"𝑴𝑬𝑹𝑨𝑲𝑰" | ᵐᵘˡᵗⁱᶠᵃⁿᵈᵒᵐ ᵒⁿᵉ ˢʰᵒᵗ

"Draco Malfoy"

Priorities

Resumen: La lectora es básicamente un polvo cachondo, su novio ha estado demasiado ocupado todo el día y finalmente decide acudir a él para que se encargue de su problema. (Soy un experto en resúmenes, ¿no? 💀)

Advertencias: Tizón :3. ¿Tierna suave y esponjosa, dedos, tal vez un poco de dom/sub? Es bastante vainilla en su mayoría.

Había sido un día, desde que comenzó la mañana, y abriste los ojos para encontrar sábanas vacías y una nota garabateada al lado de tu almohada, y un anhelo que se pudrió en ti por el resto del día.
No fue demasiado pedirle a tu novio que te llevara por la mañana y te diera un comienzo productivo para el día, ¿verdad? No era "necesitado" sólo una mera necesidad.

Su estúpida y jodida nota y las frases aún más estúpidas escritas en ella.
"Tengo práctica de quidditch hoy, no podré verte durante el resto del día".
-Con amor, Draco.
Nota estúpida, estúpida y una quemadura aún más estúpida en la parte inferior del abdomen.

Entonces, durante el resto del horrible día, fuiste a clases, comiste en algunas, dormiste en algunas, estudiaste en algunas y extrañaste a Draco en todas.
Extrañabas sus manos y la forma en que se entrelazaban con las tuyas, sus besos en tu rostro, su voz profunda y burlona... oh Dios, esa voz.

Esa voz soñadora, profunda, hermosa e increíblemente excitante. La forma en que hablaba en susurros mientras te presionaba sobre la cama, besaba tu cuerpo desnudo y hacía promesas y amor.
Su cuerpo delgado, encima del tuyo, mirándote a los ojos, su cabello cayendo sobre sus sienes mientras entra y sale de ti, una y otra vez.

Mierda.

No deberías tener fantasías sexuales sobre Draco en la clase de Encantamientos.
Ni siquiera le habías visto la cara por la mañana, ni siquiera le habías besado.
Y simplemente, a la mierda esta mierda. Porque, si necesitaras a Draco, entonces lo tendrías y él se entregaría a ti, porque confiarías en él.

Él era tuyo, por supuesto que te cuidaría.
"¿Eh, Draco?" dijiste, llamándolo en el vestuario. Lo habías visto entrar, así que seguramente estaría por ahí.
"¿Cariño?" dijo, desconcertado. El pauso. Te miró fijamente por un momento y luego dejó caer su equipo en un banco.
Entonces quisiste volver corriendo al castillo porque probablemente él no estaba feliz de verte aquí, había estado ocupado todo el día y ahora tenía que lidiar contigo y...

Todas esas inseguridades quedaron a un lado cuando él sonrió, cálidamente, y comenzó a caminar hacia ti.
Dos manos grandes te rodearon y tiraron de ti hacia él, enterrándote en su pecho y besando tu frente con amor.
"Hola", sonrió, mirándote. Le devolviste la sonrisa, extendiste la mano y lo besaste con fuerza. No tenía sentido ocultar tu deseo, así que simplemente lo expusiste.
Como si tú fueras un pergamino transparente y él la tinta que se derrama sobre él.

"Te extrañé, te extrañé mucho", murmuraste, alejándote y apartando la mirada de sus ojos. "Puedo ver eso", se ríe, besando tu sien ahora.
Lo besaste de nuevo en la boca, presionando su cuerpo duro y caliente contra el tuyo. Sentir su piel y luego sentir que empiezas a palpitar aún más fuerte.
La forma en que su cabello estaba desordenado y caía sobre su frente, su camisa apretada alrededor de sus músculos. Simplemente... tan perfecto.

Una de sus manos encontró tu cintura, balanceándote, la otra en tu cabello, tirando mientras presionabas tu lengua en su boca y profundizabas el beso; lo sentiste sonreír mientras lo besabas.
Se apartó después de un momento, jadeando un poco y sonriendo maliciosamente.

"Bueno, guau, hoy eres otra cosa, ¿no?" Se pasó una mano larguirucha y venosa por el pelo y sonrió.
"Yo sólo... te necesito", dijiste claramente.
"¿Me necesitas? ¿Cómo es eso?" Levantó una ceja y llevó su mano hasta tu cadera, apretando con fuerza hasta que jadeaste.
Besó tu cuello y deslizó su mano dentro de tu camisa. "¿Cómo me necesitas, amor?"
"Sólo... por favor, ya sabes dónde. Pero si estás ocupado entonces...
"Nunca estoy ocupado por ti, eres mi cariño prioritario"
Y eso realmente te entusiasmó. La afirmación, la ligera burla.

"No puedo darte lo que quieres a menos que me lo digas"
Lo miraste levemente, luego tomaste su mano de tu cadera y la presionaste firmemente entre tus muslos.
Jadeó al sentirte, palpitante y resbaladizo incluso a través del algodón de tus bragas. Movió su pulgar hacia el vértice, presionando allí y lamiendo tu garganta ahora.

Te agarró por la cintura y te subió a un mostrador. Se alejaron sólo por un momento para poner amuletos de privacidad alrededor del vestuario.
No dijo nada, solo te desabrochó la blusa, te bajó el sostén, te subió la falda hasta las caderas, separó los muslos y se paró entre ellos.

"Bonita", no le dijo a nadie más que a sí mismo, te besó en la mejilla y te quitó las bragas a un lado. Sus dedos frotaron un círculo alrededor de tu clítoris, sus ojos, ávidos y fijos en la forma en que su mano trabajaba en tu coño.

Besó tu pecho, "Aquí es donde lo necesitabas, ¿verdad?" dijo, en voz baja, mirándote a los ojos mientras pasaba un dedo por tu raja.
"Yo-sí" asientes, Y te arqueaste en sus dedos. Su mano izquierda ahueca tu trasero, para nada suavemente, y golpea con su dedo tu entrada.

Tus piernas involuntariamente se separan aún más, ofreciéndote a él, él gime ante eso y luego empuja su dedo profundamente hacia adentro hasta que tu cabeza cae en el espejo detrás de ti.
Rápidamente saca su dedo y lo vuelve a meter dentro. Sus ojos parecían haberse vuelto negros ahora.
Envolvió su boca alrededor de tu pezón, su boca cálida y húmeda, trabajando alrededor de él mientras bombeaba su dedo.

"Joder, mira eso", dijo, mirando la forma en que te desmoronaste en su dedo mientras empujaba otro hacia adentro. Trabajando su mano tan perfectamente, gruñendo ante la vista y los sonidos.

Cuando su dedo bombeó con más fuerza y luego se curvó, dejaste escapar un gemido, uno muy fuerte, y él sonrió.
Te estaba follando fuerte, sin hacer ninguna pausa para darte lo que querías, empujando sus dedos hasta que tus muslos comenzaron a temblar y él solo pudo mirar el desastre susurrante que eras.
Agarraste su hombro con fuerza y le clavaste las uñas.

"Me encanta cómo confías en mí", habló, apoyando su frente contra la tuya mientras seguía tocándote. "Mi bonito ángel sabe cuándo venir a verme, ¿no?"
Asentiste varias veces, "Sí, yo... confío en ti", sollozaste, tratando de finalmente... finalmente solucionar la podredumbre que te había estado matando todo el día.
"¡Joder, Draco!" Jadeaste y con eso, te corriste. Apretando sus dedos, tus piernas temblando y tu respiración agitada y ruidosa.

Draco pareció exhalar de satisfacción, como si esto le diera más placer que a ti.
"¿Eso fue bueno para ti?" preguntó, sonriendo mientras sacaba los dedos y los presionaba contra su boca, sintiéndote en su lengua.

Sonreíste, "Qué bien"

@elysian-i