Estaba como dormitando meditabundamente en la habitación para personales Francisco. Se le entrecerraban los ojos con la imagen de un foco pendiendo sobre él desde el techo.Al momento, alguien llamo a la puerta de la habitación donde se encontraba. No sé distinguían muy bien los golpes secos por la puerta de madera debido a la tormenta. La insistencia a la puerta aun así persistió: tocaban cada vez más fuerte. Francisco está vez abrió bien los ojos; lo había escuchado claramente, alguien llamaba frenéticamente a la puerta. Se levantó de un salto y abrió la puerta: nadie... nadie estaba allí. Francisco quedo perplejo; pero si alguien insistió en que él contestara y ¿Ahora no estaba nadie?
Miro a través de la cortina de gotas en la noche... Solo se encontraba delante suyo un pequeño corredor a la luz de la luna, que terminaba por una especie de puerta trasera que sirve de ingreso a la parroquia.
Seguía la nada sin poder llenar ningún espacio con el cuerpo de alguien. Estaba ya muy claro que no había nadie que pudo haber llamado a la habitación. Al menos alguien que tuviera una forma física. Francisco sintió alzar la vista hacia el campanario: ahí si vio claramente a alguien... a la luz de la luna en lo alto de uno de los niveles del campanario.
Un sacerdote... el mismo con quién había hablado antes que con el padre Bernal.
Lo estaba observando desde allá arriba... Con la tenue luz de luna encima; casi espectral.
El campanario se trataba de una torre mediana, la cual se erguía solo uno cuántos metros más de la altura del mismo techo de la iglesia.
Francisco aparto un momento la vista del sacerdote de la torre; para fijarse la hora en su teléfono celular: "19:15... Juan se había quedado con Isidoro tal y como lo habia prometido" -pensaba- ya que nadie vino a molestarlo a la habitación hasta casi un momento.
Alzo una vez más la miraba a la torre... Él sacerdote ya no estaba...
En eso está vez si ve una figura acercándosele de entre la cortina de gotas de lluvia.
Apresurado venía... con linterna en mano: era Juan el sereno. -Te despertaron parece Fran... Francisco... ¿Era tu nombre verdad amigo? -decía Juan acercándose a Francisco- a la puerta de la habitación de personales.
"¡Ndeee Okyroooo chera'aaa!" Exclamaba el sereno mientras le pedía sin hablar a Francisco, que le diera el paso a la habitación, ya que este último se encontraba a la puerta del sitio.
Al cabo de un rato, ambos hombres salieron de la habitación para reunirse con el padre Bernal, para poder entregar su guardia al nuevo guardia del cementerio.
Juan iba más al frente de Francisco, y una vez delante del padre Bernal: Francisco podía oír algo de lo que hablaban en lo que consideraban voz baja.
"Parece que quiere también renunciar padre... Isidoro no se encuentra muy seguro de seguir con nosotros... está muy asustado..."
El padre Bernal asintió con la cabeza y luego le puso una mano en el hombro a Juan: "La paz de Dios sea contigo Juan... en tu retorno a tu hogar" -Y haciéndole la señal de la cruz con la mano- Él padre Bernal despidió a Juan Riquelme.
Francisco no entendía muy bien lo que estaba pasando: pero una cosa le quedaba claro; algo pasaba en la parroquia que hacia que hombres adultos temblarán del miedo. Cómo para renunciar a un puesto de trabajo.
El padre Bernal se acerco a Francisco: -Veni Fran... ¿puedo llamarte Fran? Acá te entrego tus herramientas: una linterna y un manojo de llaves con todas las llaves de los portones del cementerio. De todos sus niveles. Francisco tomo aquellas cosas. -Te quedo bien el uniforme había sido... pensamos que te quedaría algo grande -continuaba hablando el padre-; acto seguido le hizo la señal de la cruz con la mano, la misma que había hecho a Juan antes de despedirlo. Y con un corto rezo bendijo a Francisco, quien daría su primer recorrido como guardia nocturno oficial del cementerio de la Recoleta de Asunción.
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"El Guardia del cementerio"
ParanormalUna Novela corta o Novelette de terror-ficcion actualmente en curso, de mi parte. Nació como la idea para la presentación de un manuscrito a una editorial (próximamente). Disfruto crearla e incursionar en algún otro género de novela. Tanto en tema c...