cap 8

4 3 0
                                    

El día de la boda llegó, a primera hora Tarik llegó a mi casa muy elegante, antes de salir de casa le di un beso en la frente a mi hermano el cual ya sabía la mitad de la historia

-solo ten cuidado por favor

-tu estate tranquilo, iré acompañada a la boda

-esta bien, solo marcame cada tanto

Salí de la casa y me subí al carro de Tarik, como era de esperar estaba fumando, no me acerque a el, no quería que mi vestido oliera a cigarro

Al llegar el me tomo de la mano y me dijo “tu eres me novia así que para no olvidarme ¿Cual era tu nombre?” Dios dame paciencia por favor, rode los ojos y salí del coche

-Ajla me llamo Ajla

-ok Ajla te daré tu espacio pero cuando quieras verme -me dió un “botón”- eso está conectado a este -me enseño un cuadradi de plástico- cuando lo aprietes yo te buscaré ¿ok?

-suspire- ok

El se alejo entre la gente y yo me sentía perdida, solo comencé a caminar y en punto estaba enfrente del altar que con flores rosas decía “el amor triunfo”

-con que esto es el “amor” es -alguien hablo por mi espalda-

-ridiculo -era mayerl- hola

-hola

-entonces

-entonces, te vas a casar

-si

Su mirada era triste, me moría de ganas por abrazarlo, por decirle que no se casará, hace tres días estábamos en en su moto sie do libres y ahora estamos aquí cada quien con una atadura diferente

-podemos ir a hablar?

-vamos

El camino enfrente de mi y llegamos a una especie de cuarto/oficina

-esta es la oficina del padre de Sora es linda

-dejate de cosas Mayel ¿de que quieres hablar?

En un movimiento hagil de parte de el me abrazó y levantó, me sento en el escritorio, me sentía rara

-quien es ese sujeto? -su mirada se veía molesta- eso es lo que quiero saber, quien carajo es ese tipo con el que andas

-quede en shock unos instantes y regrese en mi- no te importa quien es el

-si me importa

-no, no te importa ahora déjame ir -intente alejarlo y bajarme pero el puso todo su peso y no pude- que te importa tu te vas a casar Mayel ya déjame

-sabes que no me caso por amor

-y eso no me importa ahora déjame ir

-porfavor, ya tengo el beso, ya podemos ser tu y yo, podemos fugarnos -su mano fue a mi cara y paso uno de sus dedos por mis labios- seríamos solo tu y yo -y sin más me beso

Ese beso, el tiempo se detuvo y era hermoso, sentía como su calor pasaba por mi cuerpo, era como si en ese mismo instante el me arrebatará el corazón, al final era de el ¿No?

-nos separamos de aquel beso- esto no está bien -para mi suerte aún podía razonar- tu tienes a Sora y yo a Tarik

-se llama tarik -logro hablar entre dientes-

-y tu esposa se llama Sora

El me vio a los ojos e intento besarme otra vez, está vez puse mi mano antes de que pudiera

-dejame ir Mayel

-porfavor Sora yo solo -se quedó callado ante lo que acababa de decir-

-ves como si te casas por amor -al decir esto el me dejó bajar del escritorio y comencé a caminar a la salida- te lo dije, como último acto de amor te doy una vida larga y plena, te pido que hagas lo mismo por mi

Al salir de ahí mi corazón se sentía tan pequeño que tenía que estar sola, así que me meti al baño, cuando me ví sola las lágrimas comenzaron a salir solas yo solo quería irme, esto habia sido una mala idea, no se en que momento pense que sería bueno ver casarse a Mayel, recordé el “botón” que me había dado y lo pulse

-hola? ¿Estás aquí? -en menos de 5 minutos escuché la voz de Tarik- ¿Ajla?

-si estoy aquí -abri la puerta del baño en dónde estaba- ¿podemos irnos?

-dios ¿estás bien? -se acercó a mi y sus ojos tenían preocupación en su mirada- tu maquillaje da asco

-no me lo tienes que decir

-¿De verdad te quieres ir?

-si

-ok vamos al carro -me tomó la mano y me levanté del piso en donde estaba- ¿puedes caminar?

-yo, si -la pregunta era rara- ¿Porque?

-vi la cara de ese chico Naranja ¿Quieres hacerlo enojar aún mas?

No me dejó contestar, de un momento a otro yo estaba en sus brazos, me estaba cargando como si fuera una princesa esto era nuevo para mí, al salir de ese baño, sentí muchas miradas asi que escondi mi cabeza en su cuello

-sonrrie el se ve con cara de quererme matar -hablo tarik pero yo solo quería morirme-

El trallecto se me hizo eterno, cuando por fin sentí mis pies en la tierra y saque mi cabeza de su cuello ví que estábamos en la mesa que se nos había asignado

-no me iré sin comer

Tarik se sento, yo no quería estar ahí así que si unos pasos en dirección a la salida de todo eso

-o no, te lo dije yo no me voy sin comer - me jalo del vestido y me hizo retroceder, me hizo sentarme en su regazo- por lo que pude ver te sientes segura si alguien te abraza así que, ¿Un abrazo?

Quería matarlo, juro que en ese momento quería matarlo con mía propias manos, pero no pidió ante tanta gente así que eso tendría que esperar, en cambio acepte su abrazo y de nuevo undi mi cabeza en su cuello, el solo era un poco más alto que yo y además era delgado así que tarde en encontrar el punto más cómodo

No tarde mucho en sentir su aroma, era algo nuevo, un aroma único y embriagante, si tengo que describirlo era un olor a cigarro combinado con algo, pero no sabía que era

Sentí como su mano se paseaba por mi espalda, era una sensación única que me hacía estremeser pero me gustaba, al parecer nos veamos como una pareja “normal”

-oye la comida ya está en la mesa

-no tengo hambre

-pero yo si, y no puedo comer contigo encima

-no comas enconces- reproche y no me moví, me sentía cómoda, me sentía como en mi hogar, era muy raro a decir verdad-

-no me dejas de otra que usar mi táctica secreta -me beso el cuello-

-¿¡pero qué haces!? -grite y di un salto saliendo de mi comodidad

Brendovi: un corazón sin alma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora