Royalty is not as they told you

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈𝐈𝐈

Semanas después:

Estaba caminando por los pasillos del harem, observando a todos realizar sus labores.

—Príncipe —hizo una reverencia—. Supongo que la madre sultana ya le dio la noticia.

—¿Cuál noticia?

—Está noche príncipe, debe llevar a una mujer a sus aposentos.

—¿Esta noche?,  ¿no es muy pronto? —hablé preocupado—.

—Sí esta noche, tranquilo le mostraré a algunas mujeres hermosas —dijo para empezar a caminar—.

La seguí, al llegar me anunciaron. Vi cómo todas hacían reverencia mientras la Kalfa elegía a las mujeres.

—Tú ve adelante.
—comenté mientras observaba a las mujeres—.

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—¿Que suce... —sentí como volteo mi rostro con brusquedad—.

—Tienes suerte de tener cara linda —sus ojos se posaron en mi cuerpo—.

La mujer desabrochó los botones de mi vestido, apenada aparté sus manos de mi cuerpo.

—¿Qué le sucede?
—abroche rápidamente mi vestido—.

—No es como si tuvieras algo que mostrar —hablo para empujarme—. Ponte atrás de Raquel.

—Bien —me puse en mi sitio—. ¿Raquel que sucede?

—Van a elegir a la primera en ir a los aposentos del príncipe.

—¿Aposentos que es eso?
—antes de que pueda recibir respuesta sentí un empujón—. ¡¿Que te sucede?!

—Deja de hablar conmigo
—me vio molesta—.

Todas eran insoportables. Levanté la mirada para ver al príncipe que anunciaron, ya que no escuché su nombre. Al ver a Azriel sonreí, intentando atraer su mirada.

—Azriel aquí —hablé en voz baja—.

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Senti que alguien me llamaba, busque entre todas. Cuando me encontré con Laura, le di una pequeña sonrisa.

—¿Príncipe, ya sabe quién es la que irá? —preguntó la Kalfa detrás de mí—.

—A creo que si.

—Bien, todas regresen a sus labores. Me retiro, alteza.
—hizo una reverencia y desapareció—.

Vi a Laura leyendo un libro, así que fui donde ella.

—¿Leyendo algo? —le brindé una sonrisa sentándome a su lado—.

—Si intento hablar turco
—dejó a un lado el libro para posar sus ojos en mí— Usted, ¿cómo hace para hablar tantos idiomas?

—De niño aprendí mucho para poder... no importa.
—negué bajando mi vista—.

—¿Príncipe usted me podría enseñar el idioma?