Acoso

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Se encontraba muy nervioso, Pero aún así no dejaba su postura, tampoco ayuda que su nuevo tormento no mostrara ninguna expresión y eso que llevo una tercera cucharada a la boca.

— las verduras están muy cocidas, la salsa muy dulce, hay que hacerla más agria y la carne está dura, te dije que la dejaras remojando con leche y vinagre para hablandarla.

— y así lo hice, la dejé en la tarde reposando en la refrigeradora, lo hice antes de irme, pero Lee la tomo por accidente.

— deja de dar excusas, que hubiera pasado si estuvieras haciendo el menú hoy, un cheff debe improvisar, la gente come de nuestra creatividad, no más excusas ¿Entendiste?

—  si cheff Uchiha ..... — el rubio solo contesto, ya no quería escuchar más reproches.

— volverás a preparar la carne en salsa de soya, acabo de indicar tus defectos así que mañana el plato estará perfecto.

Sin decir nada más paso a retirarse a su despacho

— lo lamento Naruto Kun, debo preguntar antes de tomar la carne, Pero ese cliente estaba muy exigente — dijo apenado el pelinegro.

— bueno, ya no se llora por la leche derramada, pondré una porción extra por si tienes nuevamente esa encrucijada.

— muchas gracias Naruto Kun — dijo muy apenado el pelinegro

— ya Lee, ya paso y Uchiha san no me comió vivo.

El rubio hizo una pausa al ver al doncel salir con el ceño fruncido, también llamo la atención aquel enorme arreglo de rosas, que a los segundos termino en el basurero. Sin decir nada regreso a su oficina.

— vaya, un nuevo pretendiente, Pero lastima que tendrá el mismo final que todos. — hablo el pelinegro

— ¿A qué te refieres? — pregunta curioso el rubio.

Entonces el pelinegro mira para todos lados y luego se acerca al rubio para susurrarle

— Dicen que Uchiha San se enamoro una vez y esa persona le rompió el corazón, desde entonces se ha prometido nunca más volver a amar, desde que estoy aquí trabajando he visto muchos varones intentar acercarse a su corazón, pero en ese lado él es más frío, rechaza salidas y deja muy mal parado a los varones que se le declaran.

— ¡¡enserio!! — ahogo un grito el rubio


— si, supongo que algunos se dan por vencidos en algo, bueno iré a preparar la ensalada — dijo después el pelinegro para dejar solo al rubio y sus pensamientos.

— así que alguien daño tu pequeño corazón y ahora no quieres a nadie a tu lado — murmura el rubio — bueno, soy muy  terco y cuando pongo el ojo en algo, no paro hasta obtenerlo y tendré tu corazón sano y listo para mi — sonríe ante sus palabras y luego empieza a ordenar lo que uso para su demostración.


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Deja de tejer al sentir un nuevo ataque de tos, pero está vez fue mucho más fuerte, tanto que no oye la puerta ser abierta.

— ¡¡Kushina san!!

El joven intenta sobar su espalda para así aliviar ese ataque de tos, la mujer se calma y  retira un poco el pañuelo de su boca.

— ya pasó, no te preocupes Kiba, ya pasó

— iré a traerle un poco de agua — no espero respuesta y fue por aquel líquido.

Ella sonríe Pero luego su rostro se puso serio al ver el pañuelo, la mancha de sangre solo le indicaba que debía apresurar en ordenar sus cosas y desvelar aquella dolorosa verdad, esconde la tela al ver al joven llegar con un vaso con agua, lo cual acepta y bebe el líquido.

Mi ingrediente secreto (m preg) /narusasu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora