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Capitulo 13

Era diferente...

Era diferente a cualquier expresión que hubiera visto en ella en todo el día. Era diferente de los ojos brillantes que me daban miedo, y de los ojos que fruncían el ceño como si tuvieran convulsiones. Era una mirada que se podía ver cuando se movían los párpados de un cadáver vacío y se miraba en su interior. Nada se reflejaba, y nada podía sentirse.

Sólo con mirar aquellos ojos, el mundo entero se blanqueaba de gris y blanco, y sentía como si mis sentidos se nublaran. Aquellas pupilas dispersaban el calor de su cuerpo, dando la sensación de que sólo se mantenían en su cadáver.

En el breve silencio, en aquel extraño día que nunca había experimentado en mi vida, mi mente se detuvo por un momento. Mientras permanecía allí aturdido, su voz volvió a golpear mis oídos.

"Te pregunté si habías visto algo..."

Me estremecí.

La vibración del aire clavándose en mis oídos sacudió mi mente. No era el momento de estar así. Era peligroso. Era más peligroso que todas las crisis por las que había pasado hoy. Mi instinto de supervivencia me instó a inventar una excusa lo antes posible.

Finalmente, abrí la boca.

"¿Qué quieres decir?"

Las palabras salieron imprevistas y torpes. Las pupilas de Eun-ah se estrecharon. Cuando sus pupilas se hicieron más pequeñas, me sentí presa de una extraña sensación de miedo, como si se me apretara la garganta. Empecé a inventar excusas en mi mente.

Porque necesitaba algo más para darle la vuelta a la situación.

"¿Sr. Bee...?"

Sus palabras suscitaron una sensación de urgencia.

'Pensemos. Pensemos'.

Mi pensamiento se expandió. En un rincón de mi mente, repasé las circunstancias en las que cesaron sus convulsiones tras mostrar un comportamiento errático; risa, tristeza, lágrimas y consuelo. Escenas fragmentadas pasaron a mi lado como escombros voladores. En un instante, se encendió una luz. El desencadenante para que cesaran sus convulsiones era cuando estaba satisfecha consigo misma o cuando...

'Cuando ella misma estaba satisfecha...'

"Cuando mis heridas cruzaban cierta línea.

Recordé el momento en que me cortó la muñeca en medio de su ataque. Me arañaba la piel como una loca y murmuraba para sí misma. Y cuando brotó la sangre, seguía murmurando.

La hemorragia...

Me brillaban los ojos. Parecía vislumbrarse un gran avance. Mi mirada se volvió hacia ella.  Mis cejas se fruncieron con dificultad, y mis ojos de abajo mostraron melancolía y temblor. De mis labios abiertos brotaron frases suaves, como aceitadas.

"De hecho, lo vi. Lo siento..."

En cuanto hablé, los ojos me miraron fijamente como si fueran a sacarme los míos. Quise cerrar los ojos y apartarme de ella de inmediato, pero no pude hacerlo.

"Hace un rato... Antes de lavarme los dientes, después de comer, Eun-ah me castigó, ¿verdad?".

Seguí hablando despacio, tomando prestado su lenguaje. Mientras ella fijaba su mirada en mis labios en movimiento, moví la mano derecha hacia la muñeca izquierda, que estaba fuera de su vista. Mi carne se puso azul cuando los dedos de mi mano derecha subieron por la muñeca izquierda.

"Después de eso... te la curaste, ...pero cuando fuiste a lavarte, la herida volvió a abrirse".

Puse toda mi fuerza en mi mano derecha y apreté la muñeca izquierda.

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⏰ Última actualización: Apr 21 ⏰

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