No puedo confiar en la autoridad -COMPLETO-

Capítulo 3

Capítulo Dos Diagnóstico Empecador

El viaje hasta la bóveda 1136 fue tal como Harry recordó que su primer viaje a su bóveda de confianza fue como hace tres años. Harry se aferró a su querida vida, pero estaba disfrutando inmensamente el viaje; era lo más parecido a volar que había experimentado hasta ahora. Después de unos minutos, el carro se detuvo en una repisa con dos puertas de bóveda. Harry leyó 1135 en la primera puerta y luego miró a la puerta de al lado y leyó 1136.

El duende habló, "Clave por favor."

Harry le entregó la llave y observó cómo el duende la ponía en su mano derecha y colocó su mano izquierda en la puerta de la bóveda. Había un ligero resplandor de la puerta de la bóveda y luego se abrió. El duende se hizo a un lado y Harry entró en la bóveda. Las diversas y abundantes pilas de monedas de oro detuvieron a Harry en seco. Harry sabía que iba a haber muchos galeones, pero verlo por sí mismo lo hizo casi tambalearse. Durante varios minutos, Harry no pudo moverse, su mente no comprendió que todo esto era suyo. El siguiente pensamiento que tuvo fue, "¡Y tengo otra bóveda que empequeñece a esta! Oh Dios mío!" Este pensamiento trajo a Harry de vuelta al momento. "OK. Necesito conseguir mi dinero ahora. Creo que alrededor de 50.000 debería más que cubrir cualquier cosa que necesite."

Mientras Harry llenaba su bolsa de dinero, comenzó a mirar alrededor de la bóveda. En una esquina notó una estantería con algunos libros y muchos objetos que no pudo identificar desde donde estaba parado. Después de unos cinco minutos de recoger dinero en su bolsa, Harry se acercó a la estantería. Mirando todos los objetos en los estantes, vio unos diez libros sobre diversos temas, varios estuches de joyería con muchos collares, anillos, pulseras, aretes y otras piezas no identificables. Harry luego notó algo que hizo que su corazón saltara un latido. En el estante inferior había una caja que contenía fotos. Harry inmediatamente comenzó a mirar a través de la caja y estaba conteniendo las lágrimas mientras miraba una foto de su madre, su padre y él mismo cuando era un bebé.Sus padres le sonreían a él y a la cámara mientras su yo más joven agitaba los brazos.

Harry ha visto otras fotos similares antes, el regalo de Hagrid para él al final de su primer año le vino a la mente, pero estas fueron las fotos personales de sus padres. Ahora tenía algo más que pertenecía a sus padres. Había otras fotos de sus padres a varias edades y con diferentes personas, algunos reconocieron a Harry y otros de los que no tenía ni idea. También había algunas fotos muggles de Lily y su hermana, y que Harry asumió que eran sus padres, sus abuelos. La tía Petunia no tenía ninguna foto de su familia en Privet Drive, solo fotos de Dudley, Vernon y ella misma, así que no podía estar seguro.

Después de mirar las fotos durante unos cinco minutos, Harry comenzó a volver a poner la caja en el estante. Limpiándose los ojos, no sabía cuándo comenzó a llorar, Harry vio una caja rectangular escondida detrás de donde había descansado la caja de imágenes. Sacando la caja rectangular, la abrió y se sorprendió al encontrar dos varitas dentro. '¡Varas de repuesto! Inteligente.' Harry pensó mientras miraba las varitas, 'Me pregunto si puedo usarlos?'

Harry recogió la primera varita y sintió un ligero hormigueo en sus dedos. 'Siento algo, no tan fuerte como mi vieja varita, pero sigue siendo una buena señal.' Harry volvió a poner la primera varita y recogió la segunda. Las chispas plateadas estallaron en la punta de la varita y una sensación de hormigueo más fuerte viajó por todo el cuerpo de Harrys. '¡Guau! Definitivamente me llevo esto conmigo.'

Harry puso la varita y los libros en su mochila, volvió a mirar alrededor de la bóveda y aseguró que su bolsa de dinero saliera de la bóveda al duende que esperaba. "Lo siento por tomar tanto tiempo." Harry habló con el duende que no dijo nada y llamó a Harry al carro. Después de otro viaje "Divertido" de regreso a la entrada principal, Harry siguió al duende mientras lo llevaba a su próxima cita con el sanador Sharpblade. Caminaron por muchos pasillos diferentes con numerosos giros y vueltas. 'Si alguna vez me pierdo aquí, nunca encontraré mi salida.' Harry pensó y se aseguró de permanecer cerca del duende.