No puedo confiar en la autoridad -COMPLETO-

Capítulo 6

Capítulo Cinco ¿Con Qué Tengo Que Trabajar?

Harry, decidiendo no empujar su suerte hacia casa de inmediato. Pensó que debería jugar con sus nuevas compras y ver qué más necesitaba obtener. Como su glamour duraría casi otras dos horas, Harry llevó al Knightbus de regreso a Little Winging y esperó a que desapareciera en el parque cerca de su casa. El viaje fue como lo recordó el año pasado: espere que en lugar de camas, haya una variedad de sillas deslizándose.

Al llegar al parque, Harry encontró una sección aislada y amplió su baúl. Poniendo sus túnicas y su capa, la volvió a escribir. Caminando durante más de una hora, Harry sintió que la sensación familiar lo arrastraba en una ola. Mirando su reflexión sobre algunos equipos de juego y viendo que había vuelto a su apariencia normal, se dirigió a casa.

Al entrar en la casa de los Dursley desde la puerta trasera, lo primero que Harry notó fue que era tranquilo, demasiado tranquilo. Caminando a la mesa de la cocina vio una nota. 'Fui a Mallorca durante dos semanas. Lista de tareas y comida en la mesa .' En la mesa había diez plátanos, seis manzanas, seis naranjas, una barra de pan y un vaso. También había una cerradura en la despensa y el refrigerador. La lista era larga pero no inusual para los Dursley.

Dejando escapar un suspiro, pensó Harry, 'Figuras. No hay suficiente comida para durar una semana, olvida dos. Al menos no tendré que aguantarlos durante dos semanas enteras. ¡DOS SEMANAS ENTERAS DURSLEY GRATIS! ¡Yah!' Dirigiéndose a su habitación para dejar su baúl, Harry vio que todas las habitaciones de los Dursley también tenían cerraduras en las puertas. "Figuras."

Al agrandar su baúl, Harry intentó abrir el tercer compartimento, pero no pasó nada. Harry intentó varias veces más con efecto ne hasta que se dio cuenta de que tenía en el ring que cambió su firma mágica. Al quitárselo, lo intentó de nuevo y sintió el pinchazo en su dedo y la tapa se abrió para mostrar una escalera que conducía a una habitación que Harry no podía ver al final. Bajar a Harry se sorprendió con el tamaño de su nuevo hogar lejos de casa, y hasta ahora todo lo que podía ver era la sala de estar y una cocina abierta. Había tres puertas que conducían a un lado de la habitación y una puerta al lado de la escalera. Harry asumió que esto conducía al segundo compartimento. Había estanterías vacías corriendo a lo largo de las otras dos paredes, un sofá con mesa de lectura y una pequeña mesa de comedor con tres sillas.Todavía había una buena cantidad de espacio libre y si empujaba el sofá hacia la pared, habría aún más. Al entrar en la cocina vio que había una encimera entre el fregadero y la estufa, un pequeño estante al otro lado de la estufa y un armario sobre todo para platos y utensilios, todo vacío. A un lado de la habitación había dos puertas, abriéndolas Harry se sentía frío de una y nada de la otra. 'Debe ser la caja de hielo y la despensa.' La puerta del otro lado se abrió a un baño que tenía un lavabo con espejo, un inodoro y una ducha. "Frío."

Volviendo a la sala de estar, Harry fue a la primera de tres puertas. En el interior había una queen size, cuatro camas con póster y colchón, una mesa de noche, una cómoda, un armario, un pequeño escritorio y una silla. La otra puerta de la habitación conducía a otro baño. Tenía un espejo y lavabo más grandes, un inodoro y una bañera en lugar de una ducha. Una bañera podría ser un eufemismo; era del tamaño de un jacuzzi para diez personas. 'Estoy tan solo usando eso esta noche.

Revisando las otras dos habitaciones, Harry descubrió que están completamente vacías. 'Puedo usar uno como sala de entrenamiento, pero no estoy seguro de qué hacer con el otro. No hay prisa. OK, déjame guardar lo que compré y ... Tendré que hacer una lista de cosas que necesito. Pero primero' Harry sacó su varita y se aseguró de que la tapa de los baúles estuviera cerrada. "Winguardium Leviosa!" Harry gritó mientras levitaba una silla. Cancelando el hechizo, Harry salió apresuradamente del maletero. Una hora de espera en su habitación para un búho del Ministerio, nada llegó. "Sí!"