Capítulo 10

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- Que bonito... – dijo Yuzuha sin pensar, asustando un poco a su hermano menor – Ay, lo siento, no quería romper tu concentración

- No te preocupes, está bien – sonrió enjuagando uno de sus pinceles en el frasco de agua a su derecha

Un año había pasado del incidente del desfile. Hakkai decía que lo había superado, pero aún tras volver de sus vacaciones, jamás volvió a hablar con nadie, ni siquiera con Takemichi y los demás, todo a lo que se dedicaba era pintar cuadros de paisajes en acuarelas, oleos, acrílicos o lo que sea que tuviera a mano

- Me gusta mucho este – volvió a hablar la mayor, acercándose al caballete, observando el cuadro de un atardecer en la playa

- Gracias, aunque aún no está listo

- No? Yo lo veo bastante completo

- Sólo falta un detalle, pero lo haré después, esto debe secarse primero

- Tienes que mostrármelo cuando lo termines

- Dalo por hecho – sonrió levantándose de su taburete – A todo esto, a qué venías?

- Oh, cierto! Taiju nos invitó a comer

- Si quiere que vaya a uno de sus restaurantes de lujo, puedes decirle que no iré. Sabes que odio esos lugares

- Nah, es una barbacoa en su casa

- ...irá mucha gente?

- Supongo – el con ahora largo cabello azul se quedó en silencio unos segundos que parecieron eternos, pero al final terminó aceptando – Genial!! Ya mismo le aviso que si quieres ir!! – Yuzuha parecía muy emocionada; le alegraba poder hacer algo por ella, pues en todo ese tiempo, fue la única que se quedó a su lado


Hacía unos meses, el mayor de los Shiba había vendido su departamento de lujo y se mudó a una casa no demasiado grande a las afueras de Shibuya; cuando le preguntaron por qué, lo único que respondió fue que lo tenía harto el ruido de la vida nocturna, algo comprensible teniendo en cuenta que vivía en Ikebukuro. Apenas llegaron al lugar, Hakkai se quedó maravillado con las tonalidades otoñales en las hojas del árbol que adornaba la entrada, sintiendo unas ganas enormes de dibujarlo, aún sabiendo que no le haría justicia

- Es hermoso – murmuró antes de sentir como un fuerte par de brazos lo alzaban como si nada

- Te echaba de menos!! – gritó Taiju dando vueltas sin soltarlo

- B-BÁJAME!! – se estaba mareando, afortunadamente el tatuado lo dejó antes de que vomitara

- Hakkai, hola! – lo saludó Takemichi, quien cargaba en brazos a su hijo de poco más de un año

- H-hola

- Eh?! Hakkai, en serio eres tú?! – Inui se acercó a él y lo abrazó colgándose de su cuello, gesto que le causó impresión

- De qué... me perdí? – miró a todos los presentes... Todos allí eran ex miembros de ToMan, sus camaradas de juventud

- Es tu cumpleaños, Hakkai. Todos estamos aquí por ti – sonrió ampliamente Chifuyu, quien bebía una cerveza sentado en el sofá; con algo de torpeza, el peliazul sacó su celular de su bolsillo y observó la fecha, 4 de Septiembre, sintiéndose estúpido por no haberse dado cuenta antes

- Yo... – apretó los labios – Yo no debería estar aquí – dijo dándose la vuelta, chocando de frente con la única persona que creyó jamás volver a ver

- Argh, eso dolió – se quejó Mitsuya frotándose la frente, para luego levantar la mirada – Hola, Ha- – el ex modelo no esperó ni un segundo y salió corriendo

Couture Glamour (Mitsukkai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora