Couture Glamour (Mitsukkai)

Capítulo 3

Ansioso por llevar a cabo su venganza, Hakkai entró a las oficinas de COUTURE GLAMOUR. Apenas lo vio llegar, la señora Matsumoto le extendió su contrato, el cual leyó minuciosamente junto a su hermana y tras verificar que todo estaba en orden, el teñido de rubio firmó el documento sin dudar... Entre los requisitos estaba un régimen alimenticio bastante estricto y tener que tomar clases de modelaje en pasarela debido a su inexperiencia, pero nada de esto le importaba, sólo había una cosa que le molestaba, pero ya después se quejaría de eso...

El de ojos azules estaba agotado, se había pasado las últimas tres horas yendo de aquí para allá haciendo uso de unos tacones altos e incómodos cuidando su postura, el ritmo de sus pasos y el contoneo de sus caderas; lo único quería sentarse y darle un trago a su botella de agua, pero sabía bien que la cuarentona cascarrabias de la instructora no se lo permitiría, pues en toda la semana que llevaba ahí, esta no le había permitido a nadie ni un solo descanso hasta que su clase terminara. Sentía como si sus ligamentos fueran a cortarse, pero disimulaba el dolor bajo un rostro inexpresivo, pues no quería llamar la atención de los demás

- Bien, acabamos por hoy! – anunció la mujer, generando un suspiro de alivio colectivo

- AL FIN LIBERTAD!! – exclamó una de las modelos sacudiendo sus piernas, arrojando sus tacones contra la pared, cosa que le ganó una mirada desaprobatoria de la instructora

- Señorita, contrólese o tendré que sancionarla – la amenazó y la chica agachó la cabeza disculpándose en voz baja. Hakkai observó la escena y se encogió de hombros, no es como si le importara siquiera, sólo se sentó en el borde de la pasarela y se quitó los tacones, observando el empeine de sus pies enrojecidos y lastimados

- Duele mucho? – se acercó a él la profesora, a lo que el modelo asintió – Ten, esto ayudará – dijo haciéndole entrega de un envase plástico con un tipo de gel transparente en su interior

- Gracias – el de la cicatriz tomó dicho envase, leyó la etiqueta y aplicó el ungüento en sus pies, sintiendo un alivio casi inmediato – Mucho mejor – suspiró poniéndose de pie, caminó hacía donde había dejado sus cosas y tras ponerse sus zapatillas, se despidió con una pequeña reverencia y se fue

Estaba cansado, quería darse una ducha e irse a dormir temprano, pero no podía, chasqueó la lengua con fastidio al recordar que tenía que estar en el estudio de Mitsuya a más tardar en una hora; eso era lo que más odiaba de su contrato, tener que perder su tiempo con el pelilila al menos una vez a la semana para que este tomara sus medidas y eligieran en conjunto todo lo referente a los trajes que usaría en el desfile de fin de año... Quería gritar de la rabia, pero tenía que aguantar, ya habría tiempo de ser mordaz cuando su venganza diera sus frutos, por ahora sólo debía dedicarse a callar y sonreír. Cuando finalmente llegó a su destino, fue recibido por el diseñador, quien traía el cabello desordenado, unos anteojos de marco grueso y una cinta métrica alrededor de los hombros

- H-hola! Llegaste pronto – lo saludó dejándolo entrar – Perdona el desorden

- No te preocupes – respondió viendo todo a su alrededor... Varios metros de tela enrollados apoyados en la pared, cajones abiertos de par en par dejando ver cintas, hilos y agujas a más no poder, sobre la mesa en el centro de la sala se extendía una bellísima tela de color azul junto a un par de tijeras extrañas y en un rincón, varios torsos de maniquíes para confeccionar prendas, teniendo uno de estos una especie de abrigo en tonos azules y anaranjados muy llamativos – Vaya...

- Te dije que estaba desordenado – rió nervioso rascándose la nuca – Cómo estás?

- Bien

- Alguna novedad? – Hakkai negó – Cómo te ha ido con las clases de Kaoru?