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Pov ¿?

Estaba caminando por el largo pasillo mientras escuchaba el chirrido del carrito del supermercado delante de mi. Sentía pasos detrás de mi, lo que era normal, es un supermercado. Agarré una bolsa de un kg de lechuga y lo metí al carrito.

Sentí un sonido justo detrás, esta vez si miré al instante. Era un chico un poco más alto que yo. El color de su cabello era el de un negro demasiado oscuro. Sus ojos eran casi grises, pero también oscuros, lo que más destacaba en él era su sonrisa. No era una sonrisa inocente, no, todo lo contrario. Parecía burlona y un poco victoriosa.

-Perdón- dijo en voz baja. Entonces me di cuenta de que el sonido fue de su pie chocando contra un estante

-¿Duele?- miré su pie, aunque solo encontré unas zapatillas blancas bien colocadas

-No, gracias por la preocupación- volvió a mirarme para luego agarrar un plátano de la estantería y comenzar a pelarlo, fue entonces cuando noté sus uñas algo largas

-¡Hey! Debes pagar por eso antes de comerlo- lo regañé e intenté arrebatarsela

-¿Tu trabajas aquí?- me miró con indiferencia, ya me había acostumbrado a su mirada burlona- ¿Cuánto cuesta?- miró el precio en la estantería- Solo 2.93- sacó su billetera y me entregó el dinero correspondiente- Ya deja de molestar

-No, entregárselo a la dependienta- vi como comenzó a alejarse- ¿Cómo te llamas?- me encontraba arrastrando mi carrito detrás suyo

-Llámame L, hasta luego rizitos- ví su sonrisa por última vez, hasta que mordió la banana y salió del lugar (justo después de pagar el plátano por segunda vez)

-¿L? ¿Rizitos?- me quedé parada en mi lugar

Decidí que debía dejar de pensar en ese chico raro. Me acababa de regalar dos dólares, así que compré aperitivos de más. Dinero gratis.

Pov Crisstel

Detuve mis pasos justo al lado de un callejón, de manera que no se me viera desde adentro. Intenté identificar a las personas que estaban bajando algo de una camioneta. No porque fuera chismoso, si lo era pero eso no venía al caso. Sino porque veía esa camioneta bajar cajas allí cada lunes a la misma hora, 4:30 pm.

-Aquí está el dinero, recuerden no comentar nada de esto- ví a los dos enmascarados agarrar unos billetes y volver a subir a la camioneta- Y la próxima...traigan una caja de más, tenemos más movida últimamente- esa voz me suena conocida, pero no se exactamente de quién es

-Hasta el próximo lunes L- la camioneta arrancó y tuve que irme caminando para disimular

¿L? ¿Quién es L?

¿Qué es ese lugar y porque necesitan cajas todos los lunes?

¿Qué contienen las cajas?

¿A cuánto son esos caramelos que tiene la señora?

Me acomodé el cubrebocas, no me atreví a preguntar y de repente me quedé parado en el lugar.

......¿Dónde estoy?.........

Una persona chocó conmigo pero yo no me moví. No tenía idea de dónde estaba ¿Qué estaba haciendo?
Tuve bastante miedo, siempre solía aparecer en lugares en los que no tenía idea.

-Estás en el medio, muévete- otra persona empujándome, tal vez era porque me había parado en el medio de la acera- Malditos jóvenes...eso es por andar con el celular todo el día, se quedan tontos- murmuró la persona mientras se alejaba

¿Qué?

Entonces un chico de pelo negro apareció delante de mi. Me miró a los ojos para luego hablar.

-Damtel ¿qué haces aquí?

-No me llamo Damtel, mi nombre es...- pensé un momento ¿Cuál es mi nombre?

-Eso no da gracia Criss, bueno, tengo que irme ya- sonrió nerviosamente para empezar a alejarse. Que raro es

-Ahora...¿Voy a casa?- comencé a caminar hacia adelante

Mi casa, mi casa...

La última vez dormí bajo un puente, así que creo que no tengo casa.

Seguí caminando, no recordaba donde estaba ese puente, pero encontraría algo. No había dinero en mis bolsillos, solo un extraño rollo que me apresuré en botar en alguna esquina.

Di un par de vueltas, necesitaba...ni siquiera sé que necesitaba.

Palmeando mis bolsillos encontré un teléfono. Supuse que sería mío. Así que saqué la línea telefónica y la tarjeta SD. Ambas las rompí y tiré al suelo. Hice lo que cualquier persona haría. Venderlo en un puesto poco confiable a 100 dólares. Al menos ahora tendría para un hotel de una noche.

-¿Cuál es tu nombre?- me preguntó el personal del hotel mientras me inscribía

-Mi nombre es...C- está bien, me lo acabo de inventar

-Ok señor C, serían 77 dólares por solo una noche- le entregué el dinero y recibí la llave de su parte- Habitación 24, tenga una buena noche- me dijo sacudiendo su cabeza

No esperé más y subí las escaleras buscando la habitación 24. Ya mañana averiguaría todo lo que necesitara saber. Estaba acostumbrado a esta sensación. No me gustaba pero es lo que hay.

-Que si, iré esta noche al club de los trillizos- escuché a alguien hablar, parecía estar en una llamada, lo confirmé al verle sosteniendo su teléfono de gama alta- Claro que te esperaré- no pude escuchar más porque la persona terminó la llamada

Abrí la puerta de la habitación. ¿Trillizos? ¿Son famosos o algo así? Da igual

La habitación tenía una cama para dos personas, un baño, una mini cocina y una tele pantalla plana, lo básico realmente. Me senté en la cama con un gran dolor de cabeza. ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué siempre despierto como si estuviera en otra realidad?

O...en otra personalidad

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Bueno bueno, aquí presentamos nuevos personajes y temáticas. Pueden ir diciendo que les parece, aunque yo no sacaría conclusiones apresuradas....

¿Leyeron la introducción? 🤨

°Fricción°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora