Gruño inconforme entre dientes, con mi inquisidora mirada clavada completamente en su encorvada espalda, cubierta hasta llegar a sus piernas con ese grueso abrigo de piel qué es casi tan horrible cómo el descuidado peinado de su canoso cabello; observando cómo se aleja con pasos tímidos, sacándola torpemente del enorme gimnasio de la escuela."No hay una maldita posibilidad" pienso de repente, negándome una vez más a creer algo tan malo de esa mujer, qué no hace más que generar pena con esa terrible vista. "No, ella no puede ser" vuelvo a pensar con irritación, perdiéndola finalmente de vista.
Suspiro frustrada desde mi lugar, por no encontrar lo que supuestamente debería ver y entender sobre esa señora; tal y cómo lleva pasando desde hace ya varios días y todo este asunto ya está colmando mi poca paciencia.
¿Qué demonios está pasando conmigo? ¿Qué gano con todo esto? ¿Qué mierda estoy haciendo con mi valioso tiempo? Antes era yo misma la qué solía rehuír de su mirada sin ningún tipo de miramiento, totalmente fastidiada por las tontas reglas que intenta hacer cumplir en este maldito lugar, qué hace sentir cómo una cárcel, desde qué llegó aquí a Midvale poco antes del inicio del periodo escolar; sí es qué ya este pueblo no era una prisión en toda regla desde qué tengo conciencia.
Pero supongo qué de nada vale ahora recordar el pasado, ese qué solía ser aburrido cómo la mierda y qué consumía terriblemente mis días; aunque viendo mi presente, admito qué anhelo un poco de esos días en los qué no estaba detrás de esa bendita mujer, buscando comprobar sin lugar a dudas todas esas palabras qué mi cuñada mencionó sobre ella, mismas qué aún logran erizarme hasta la médula y aunque quisiera poder decirlo, todavía no logro decidir sí mí reacción esa noche se debió a un miedo extremo por lo qué supuestamente es, o sí quizás se debió a algo más profundo, de lo qué mi mente no es capaz de admitir.
Y ahora estoy aquí, con mi espalda recostada en la fría columna de acero detrás de mí, intentando explicarme porque no seguí ignorando a la Directora Walsh, esa qué comete día con día un cruel crimen contra la gracia y la belleza femenina, con los horrendos y muy holgados trajes masculinos qué suele usar; qué me ponen de los nervios de sólo verlos cuándo pierdo la poca concentración qué mis neuronas pueden reunir viendo las gruesas y viejas gafas que ella usa a diario, afeando con éxito su arrugado y manchado rostro.
Un escalofrío me recorre de los pies a la cabeza de sólo pensar en el asco qué ella me provocó a simple vista la primera vez qué la tuve frente a mí y esa desenfocada mirada verdosa oculta detrás de sus enormes gafas devoraron con crudo deseo todo mí delgado y esbelto cuerpo, apenas oculto debajo del ajustado uniforme del equipo de porristas de la escuela, del cuál soy capitana, por supuesto, porque los Zor-El siempre somos líderes, nunca seguidores.
Mi mirada cae de lleno sobre mí cuerpo, descubriendo lo irónico de mi pensamiento al verme usando el mismo pequeño y sensual uniforme, qué a la directora pervertida tanto le gusta. Y es qué ni siquiera me molesta saber qué ella me desea, por más horrenda y vieja qué sea; porque cualquiera qué pueda ver, se da cuenta de lo jodidamente buena qué estoy; pero absolutamente nadie aquí en Midvale es lo suficientemente bueno para mí, y mucho menos la fofa de mi directora, podrá tener algo de todo lo qué soy.
Pude también haber seguido en mi exitoso plan de escapar de su incómoda mirada a través de los largos pasillos de la escuela y en cada jodido evento escolar qué se le ocurría inventar, en los que ni siquiera intentaba disimular el penetrante deseo qué tiene por mi escultural cuerpo; de no haber tenido esa bendita charla con la insufrible de mi cuñada.
Ya ha pasado más de una larga semana desde entonces de aquel sórdido secreto qué Alex me confesó con extremo detalle, antes de exigir qué me alejara lo más posible de Walsh; cómo sí yo alguna vez hubiera estado mínimamente cerca de ella y cómo sí Alex tuviera algún derecho de exigirme algo a mí, ¿Quién demonios se estaba creyendo esa idiota?
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H E X
FanfictionRepúdiala, aléjate de ella y no mires atrás; ¿Pero como podría hacerlo? Si lo único que deseo es arder en el ardiente fuego de su infierno. One Shot. Advertencia: Contenido violento, escenas gráficas y obscenas. Sí eres sensible a éstos temas, recom...