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Si ése momento que acaba de pasar lo describiría con una palabra sería; "vergüenza". Sun-jae me había visto pegada al cristal de la ventana de aquel estúpido autobús y nunca se me va a ir de la mente aquella cara que hizo, ¿esa fue su primera impresión de mí? No puede ser.

Había llegado al colegio, era bastante grande, seguía siendo familiar para mí, como si lo hubiera visto antes. Aunque ese no era un problema muy grande, el verdadero era saber en qué salón estába, y si tuviera suerte, estaría con Sun-jae.

━━ ¡Oh, tú! ━━Le habló a un chico que está de espaldas.

━━ ¡Haerin! Que alegría verte.

Un momento.
¿Como sabe mi nombre?
Igual, ese no es el problema.

━━ Oh, necesito que me ayudes a buscar mi salón ━━ Le doy una sonrisa incómoda.

━━ Mmh, está bien.

El tal chico se da media vuelta y me hacé una señal con la mano para que lo siga. Aunque al parecer el ya me conoce, yo no lo conozco. ¿Como podría preguntarle su nombre sin sonar raro? Volverán a llamarme loca.

━━ Es aquí ━━ El chico me señalo la puerta del salon en el cual estaba asignada.

━━ Muchísimas gracias, te debo una.

Él sonrió nervioso.
Su sonrisa era bonita.

━━ No pasa nada, si me necesitas soy del salon de arriba ━━ Se inclinó un poco hacía mí ━━ Ah, soy Tae-sung, nos vemos luego, bonita.

Y sin más que nada, se dio la media vuelta y se fué. El calor subió a mis mejillas y un escalofrío llegó a mi espalda, tengo la piel de gallinita. Sacudo mi cabeza para despejar todos aquellos "pensamientos."

Entró al salón y le doy una calida sonrisa al maestro.

━━ Buenos días Haerin, siéntese.






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━━ Salgán, es hora del descanso.

Esas cuatro horas de clases me estaban matando, no aguanto ni un segundo más de esa molesta voz de aquel profesor. Pero mi objetivo en éste momento es buscar a Sun-jae, debo salvarlo de cualquier cosa, así sea un tropiezo con una piedra.

¿Por qué hago esto?
Probablemente debe haber algo por lo cual se suicide, por eso debo averiguar qué es exactamente.

Siguió su camino fuera del aula de clases y empezó a apresurar su paso, debía encontrar al susodicho y estar lo más cerca de él. Al verlo a lo lejos sus piernas reaccionaron automáticamente, empezó a correr, pero lo que ella no sabía, era que la suerte estaba en contra.

━━ ¡Kim Haerin! ━━ El subdirector aparece delante de ella, como si fuera un espectro ━━ En los pasillos no se corre.

Ella se alarmó y bajo la cabeza nerviosa, odiaba que le alzaran la voz.

━━¡Al patio, ahora! ━━ Señalo hacia afuera y no tuve más opción que acceder.

El maestro me había dicho que mantuviera las manos arriba, arrodillada y con un frío.

━━ Ni se te ocurra moverte, te estaré viendo ━━ Señala una cámara al costado del techo, se da la media vuelta y se va.

La rabia y la desesperación me invaden, no podré ver a Sun-jae el resto del día por estar aquí en este tonto castigo, Diosito ayudame.

━━ Esa camara no funciona ━━ Una voz masculina resuena en mis
oídos. ━━ Puedes levantarte.

Levantó mi cabeza nerviosa al saber quién podría ser, pero al parecer escucharon mis plegarias, Sun-jae está en frente de mi.

━━ Ya puedes bajar los brazos ━━ Dice mientras los toma y baja lentamente hasta quedar a unos centímetros de mi cara.

Un calor sube a mis mejillas y un escalofrío llega a mi espalda, el mismo sentimiento que con Tae-sung.

━━ Uh, gracias, Sun-jae.

El se da vuelta y se va. Reaccionó rápido y me levanto, debo estar lo más cerca de él. Al ser bastante alto sus pasos son más largos, así que empiezo a apresurar el paso para llegar hasta el, quedando a un lado.

━━ Sun-jae, muchas gracias ━━ Le digo, mientras el me mira de reojo.

━━ Ya lo dijiste, Haerin.

Tonta, tonta.

━━ ¡Ya se! ━━ busco entre mis bolsillos algunos caramelos que raramente tenía en mis bolsillos .

━━ Se que ya te di las gracias, pero tomá esto como agradecimiento por salvarme.

Sun-jae detiene su camino al ver los caramelos en mi mano dirigiéndose hacia él, sus ojos no muestran mucha expresión, pero al fondo se que algo paso dentro de él.

━━ Gracias, Haerin ━━ Me dice Sun-jae con una sonrisa.

Juro que es la sonrisa más linda y hermosa que veré en toda mi vida, el nerviosismo me hace sobresaltar e irme corriendo de ahí,
escondiendome detrás de un árbol.

Un pobre Sun-jae se quedó atrás sin saber que hacer, una curiosidad enorme se creo en el conocer más a Haerin, le fascinaba.











@ crist4lline

extraordinary ; lovely runnerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora