Desperté con el corazón pesado por lo que estaba a punto de dejar atrás. Mi madre estaba en la cocina, preparando el desayuno, y su mirada triste pero determinada me recordó lo que me esperaba.
-Ah cariño!, ya despertaste, que tal tu sueño- dice la mujer con una sonrisa.
-Nada mal, supongo que pudo haber sido peor- contesto un poco desanimada.
-Ay vamos cariño, no te desanimes, se que para ti esto es muy difícil pero te lo advertí- dice dejando de lado lo que hace para mirar a la chica a los ojos -soy tu madre y créeme que hago lo mejor para ti, en ningún momento quería perjudicarte.
-Lo se ma, pero es que no es tan fácil, no quiero dejarte aunque todo esto lo cause yo, tu me lo advertiste de mi dependía que sucediera o no- digo mirando a mi madre a los ojos.
-Ven vamos a desayunar, no queremos que se valla el tren- dice con una sonrisa volviendo a lo que hacia.
-Bien- digo siguiéndola.
Después de desayunar fui directo a mi habitación a bañarme y vestirme para dirigirme a mi nuevo destino.
Al bajar con mi equipaje en mano, fui directo a despedirme de mi madre quien se ofreció repetidamente a acompañarme hasta la estación, cosa que yo me negué ya que quedaba un poco lejos y no quería que ella volviera sola a casa.
Después de un último abrazo y unas palabras de aliento, me dirigí a la estación de tren, con un nudo en la garganta y una mezcla de emoción y nerviosismo revoloteando en mi estómago.
Caminé por las calles familiares de Jonia, tratando de grabar en mi mente cada detalle, cada edificio, cada árbol. Esta sería la última vez que vería mi hogar, al menos por un tiempo. Mis ojos se posaron en el templo ancestral, donde había pasado innumerables horas meditando y reflexionando sobre mi lugar en el mundo. Sus muros antiguos resonaban con la historia de mi familia, y me prometí a mí misma que nunca olvidaría de dónde venía.
Llegué a la estación de tren con el corazón pesado pero decidido. Mientras esperaba en el andén, mis ojos vagaron por el paisaje, absorbiendo cada detalle como si fuera la primera y la última vez que lo vería. Las flores silvestres bailaban en la brisa, los pájaros cantaban melodías de despedida y el sol pintaba el cielo con tonos cálidos y reconfortantes.
Cuando el tren finalmente llegó, subí a bordo con mis maletas y me senté en un asiento cerca de la ventana. El paisaje familiar de Jonia se deslizaba lentamente frente a mis ojos, y un nudo se formaba en mi garganta mientras me despedía de todo lo que conocía. Mis pensamientos vagaban hacia el futuro incierto que me esperaba en Piltover, hacia los desafíos y las oportunidades que me aguardaban.
El viaje fue silencioso, solo interrumpido por el murmullo del tren y el latido de mi corazón acelerado. Mis pensamientos estaban llenos de anticipación y nerviosismo mientras me imaginaba cómo sería vivir con Sett y conocer a los otros miembros de Heartsteel, especialmente a Shieda Kayn. La idea de encontrarme cara a cara con mi ídolo, con el chico de mis sueños, me llenaba de emoción y ansiedad.
Fui sacada bruscamente de mis pensamientos por una de las trabajadoras del tren.
-Disculpe señorita, ya hemos llegado a Piltover- dice la chica con una sonrisa.
-Ah?, si muchas gracias- dije inclinando un poco la cabeza en forma de agradecimiento.
-No hay de que, que tenga lindo día- dice la chica para luego marcharse.
Rápidamente, reuní mis cosas y bajé del tren, con el corazón latiendo con fuerza en mi pecho. Mientras esperaba en la plataforma, saqué mi teléfono y envié un mensaje a mi madre, asegurándole que había llegado sana y salva.
Yo
"Hola ma, soy Kkami, ya he llegado a Piltover y me encuentro de lo mejor aunque te extraño mucho, un abrazo inmenso, cuídate, Bye. 😘"
12:34 p.m.
Termine de enviar el mensaje y para pasar el tiempo, abrí TikTok y comencé a deslizar videos de las chicas de K/DA, admirando su confianza y su estilo. Pero mi atención se desvió rápidamente cuando vi un video de Kayn sin camisa, posando junto a Ezreal. Mi rostro se encendió instantáneamente, pero antes de que pudiera reaccionar, una voz familiar me llamó desde atrás.
-¡Kkami!- dice una voz masculina a mis espaldas.
No hablo con mi hermano hace mucho debido a su trabajo y que estuve muy ocupada causando problemas, pero esa voz la reconocería a donde quiera que valla.
-¡Sett!- me di la vuelta y vi a mi hermano, Sett, corriendo hacia mí con los brazos abiertos, lo abracé con fuerza, sintiendo un alivio instantáneo al verlo.
-Ay no sabes cuanto te extrañe capullo- dice mientras me abraza
-Sett, ya no soy una niña, mírame he crecido ahora soy una mujer.
-Crecen tan rápido- dice fingiendo llorar.
-Ya deja de ser tan tonto, no ves que todos nos están mirando- digo tratando de separarme del abrazo.
-De seguro ha de ser porque tienes un hermano muy guapo- dice por fin liberándome del agarre.
-Si como no- dije alejándome un poco de el.
Pero cuando nos separamos, mis ojos se ampliaron de sorpresa al ver a los otros miembros de Heartsteel parados detrás de él, y en particular, a Kayn, mi ídolo, mi sueño hecho realidad.
Hola!,
Soy yo de nuevo, aquí les traigo otro capitulo de esta historia, espero que les guste y de verdad muchas gracias a las personitas que le están dando apoyo a mi historia, de verdad les agradezco mucho ❤❤❤
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Rock With You © - Shieda Kayn y Tu
Fiksi PenggemarLa historia sigue a Kkami, una vastaya de nueve colas hermana menor de Sett, miembro del famoso grupo musical Heartsteel. A pesar de su naturaleza agresiva, es una gran fan del grupo, especialmente de Kayn. Cuando se ve obligada a mudarse a Piltover...