Redención Amorosa

CAPITULO 3

Una madre y un padre que se amaban y amaban a sus tres hijos el padre era un hombre trabajador cada que regresaba del trabajo había un abrazo enorme para su tres hijos y un beso en los labios para su amada esposa eran felices una familia feliz así era en los sueños de Seokjin y no era nada nuevo para el despertar de un hermoso sueño que se quedaría como tal para regresar a la realidad donde su padre era un abusador su madre una víctima más como sus hermanos y el un inútil  

La recuperación de Seokjin y su familia avanza rapidamente, y cada día trae nuevas esperanzas y desafíos. Jungkook continúa siendo un pilar de apoyo constante, asegurándose de que todos los aspectos de la vida de su omega estén bien cuidados mientras enfrenta sus propias responsabilidades.

La primera semana en el hospital se convierte en un proceso de ajuste y adaptación. Seokjin, aunque todavía frágil, comienza a mostrar signos de mejora. La conversación entre él y Jungkook se profundiza, abordando no solo los eventos recientes, sino también su vida futura y cómo enfrentarán los desafíos por venir.

Una tarde, Jungkook decide que es hora de hablar seriamente con Seokjin sobre el futuro y sus planes para su familia. Después de que Jimin se ha ido a jugar en el área designada para niños del hospital, Jungkook se sienta al lado de Seokjin en la habitación.

—Seokjin —comienza Jungkook, con una expresión seria—. Necesitamos hablar sobre cómo vamos a manejar las cosas una vez que salgas del hospital.

Seokjin lo mira con atención, sabiendo que esta conversación es inevitable.

—Estoy dispuesto a escuchar —responde con una voz un poco cansada—. ¿Qué tienes en mente Alfa?

—Primero, quiero asegurarme de que estés completamente recuperado antes de tomar cualquier decisión importante —dice Jungkook—. Mientras tanto, me gustaría que consideraras mudarte a mi casa. Hay espacio suficiente para ti, y Jimin, quiero asegurarme de que estén seguros y cómodos mientras todo se resuelve.

Seokjin parece sorprendido por la oferta, pero también aliviado por la idea de tener un lugar estable para su familia.

—Eso... sería increíble. No quiero causarte más problemas Alfa, pero también sé que no puedo hacer esto solo y tengo miedo

—No es un problema —asegura Jungkook—. Tu bienestar y el de tu hermano son importantes para mí. Y también quiero que sepas que estoy aquí para ayudarte a reconstruir tu vida y encontrar una nueva normalidad.

Seokjin asiente, sintiendo una mezcla de gratitud y nerviosismo. La idea de depender de Jungkook y aceptar su ayuda es abrumadora, pero también es una fuente de alivio en medio de la incertidumbre.

—Gracias, Jungkook —dice Seokjin con sinceridad—. No sé cómo agradecerte todo lo que has hecho por nosotros.

—No tienes que agradecerme —responde Jungkook con una sonrisa cálida—. Lo haría por cualquiera que esté en tu situación. La familia se apoya mutuamente, y eso es lo que estamos haciendo aquí mi querido Omega.

La conversación se desvía hacia temas más ligeros y las pequeñas alegrías del día a día, ayudando a aliviar el peso de la situación. Mientras tanto, los días en el hospital pasan con una rutina que comienza a ofrecer un respiro de normalidad. Los médicos continúan monitoreando la condición de la madre de Seokjin, que está en una recuperación más lenta pero prometedora.

Finalmente, después de una semana de recuperación y ajustes, el equipo médico da el visto bueno para que Seokjin y su hermano puedan ser dados de alta. Jungkook organiza la mudanza a su casa, asegurando que todo esté listo para recibir a la familia de Seokjin de manera cómoda y segura.

El día de la salida del hospital es un momento de mezcla de emociones. Seokjin y Jimin están emocionados, pero también un poco nerviosos por el cambio. Jungkook le da la bienvenida a su hogar con una sonrisa y un ambiente cálido.

—Bienvenidos a casa —les dice Jungkook mientras un subordinado abre la puerta principal de su mansión—. Este es su nuevo hogar por ahora, y espero que lo encuentren acogedor.

El interior de la casa está decorado de manera acogedora, con habitaciones preparadas para que cada miembro de la familia tenga su propio espacio. Jimin explora con entusiasmo, corriendo de una habitación a otra y eligiendo sus nuevos lugares favoritos. Seokjin, aunque aún cansado, siente un gran alivio al ver que su hermano está contento y ocupado.

En las semanas que siguen, la vida en la nueva casa comienza a encontrar un ritmo. Jungkook se asegura de que Seokjin y Jimin reciban el apoyo emocional y práctico que necesitan. La relación entre Jungkook y Seokjin florece a medida que enfrentan juntos los desafíos y celebran los pequeños logros.

La madre de Seokjin continúa su recuperación en el hospital y, aunque el proceso es lento, los informes son alentadores. Jungkook y Seokjin mantienen una comunicación constante sobre su estado, esperando el día en que pueda reunirse con su familia en su nuevo hogar.

La vida empieza a adquirir una nueva normalidad, y aunque el pasado reciente sigue siendo un recuerdo doloroso, la esperanza y el amor continúan guiando el camino. Seokjin, Jimin encuentran consuelo en la estabilidad que Jungkook les ha brindado, y la familia, aunque marcada por la tragedia, comienza a reconstruirse con fuerza y resiliencia.

Con el tiempo, las heridas empiezan a sanar, y el futuro, aunque incierto, comienza a parecer un lugar lleno de posibilidades y oportunidades. La familia se apoya mutuamente en su viaje hacia la sanación, con la promesa de un futuro más brillante y lleno de esperanza.