𝐎𝐧𝐞 𝐃𝐚𝐲, 𝐎𝐧𝐞 𝐋𝐨𝐯𝐞 | 𝐏𝐢𝐞𝐫𝐫𝐞 𝐆𝐚𝐬𝐥𝐲

Six.

Noviembre.

DOS MESES habían pasado desde aquella gran pérdida, decidió valorar más todo, empezó a ir a la playa, a leer, a cocinar más. Ya solo le quedaban dos años de carrera, y hablaba horas con su bebé y aveces se movía, provocándole risas.

Y en este mes, iba a saber que sería su bebé, la emoción la invadía y solo platicaba más con él o ella sobre sus planes juntos, sobre que vivirían juntos en alguna bella casa de Saõ Pablo y como abriría su restaurante, logrando finalmente todos sus sueños.

En ese tipo de momentos se le venía a la mente el padre de su hijo, como es que un inocente viaje terminó así? Y su hermana ni siquiera se casó, ya que les contó que estaba viéndose con un hombre en todo ese tiempo, se enamoraron en Francia y empezaron su nueva aventura.

Le hizo reflexionar sobre que valía más la pena de lo que ella pensaba, y que su prometido no la hacía totalmente feliz como aquel francés.

Y estaba en su derecho de tomar aquella decisión, ya que sería con la persona que pasaría el resto de su vida y tendría a sus hijos.

A Alane si le hablo aquel muchacho, cosa que a Lara no le pasó, Alane empezó a ir más seguido a verlo o el a ella y concluyeron en una bella relación.

[...]

—Lista? —pregunta Irina quien es la que le a estado acompañando en todo esto, queriendo sentir un poco más de cerca la maternidad.

—Si.

Entran al consultorio y ahí estaba su doctora esperando.

—Hola Lara, cómo has estado desde la última vez?

—Mucho mejor, aún que aún no paro de comer pastel de chocolate con fresas —ríen— eh sentido un poco de mareos pero de ahí en fuera todo tranquilo.

—Me alegra escuchar eso, los mareos son parte de, no te preocupas, irá disminuyendo —sonríe— Bueno, esta será tu consulta en donde sabremos el sexo de tu bebé, prefieres que se lo diga a Irina, que no se los digamos o si?

—Si, queremos saber el sexo.

Recuestan en la camilla a Lara y procede a ponerle el frío gel, pone el aparato en su vientre y puede ver precisamente a su bebé. El escuchar como su corazón late es algo magnífico para ella, lo que la hace recordar a su otro bebé.

Ella sabe que tiene otro hijo, que la observa desde arriba y jamás la dejará, siempre estará en su corazón y siempre será consciente de que tuvo dos bebés en su vientre no solo uno.

—Bueno Lara —sonríe— tendrás una bella hija.

Las lágrimas fluyen y las dos hermanas se envuelven en un abrazo, sintiendo la misma felicidad. Irina por fin puede sentir aquella cercanía a un vientre, siempre lo soñó y aún que nunca lo podrá tener, puede cumplir su deseo a través de su hermana menor.

—Felicidades Lali —sonríe su hermana con lágrimas en los ojos.

La gran familia se reúne en la playa para poder dar la gran noticia. Siendo un evento pacífico y llena de emociones y amor a través.

Diciembre.

La época de año nuevo se aproximaba, era su primer año con un integrante nuevo y un mes antes de tener a su bebé, la familia se preparaba para todo, ya que a inicios de febrero le darían la bienvenida a Aliz.

Mientras cocinaba para la cena de navidad todos terminaban de decorar aquel hogar que se veía el abandono de su hija menor en un año más, terminando así la crianza completa de las seis niñas.

Los colores y las luces abundaban, desde la cocina se desprendían olores deliciosos, haciendo que los halagos motivaran más a la más joven.

Cuando todos se fueron a cambiar, eran las diez de la noche, faltaban dos horas para que únicamente faltara un mes para tener a su bebé.

La comida inició con todos los presentes en la mesa hasta que por fin se dio la hora, once cincuenta, marcaba el reloj. Ella acarició su pancita y sonrió.

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La joven salió al balcón a presenciar la bella luna, recordando todo lo que pasó en el año y como es que sobrevivió.

Ahora todo era gracias a él, y a su amor.

—En cualquier parte que estés —acaricia su vientre— se feliz y jamás sueltes a tu persona indicada —sonríe.

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—Gracias Pierre Gasly.

1...

Oficialmente era primero de enero, los abrazos y los buenos deseos iban por toda la casa, cuando Lara salió de el balcón empezó a abrazar a todos, con mucho cariño.

Y así es como inicia otra vez.

Febrero 07/21

El día había llegado, desde unas horas antes en la noche las contracciones habían comenzado a ser un tanto molestas.

Se inmediato se fueron todos al hospital y a las diez de la mañana era hora para que diera a luz.

Su parto fue cansado y natural, pero después de tantas batallas su hija estaba con ella, con su mamá.

—Hola Aliz —le sonríe— que hermosa eres.

Una enfermera se adentra en la habitación y las mira con una sonrisa.

—Señorita, perdón por interrumpir pero como le pondrá a la menor? —agarra la tabla de cuestionario.

—Aliz Monroe Gasly Monteiro.

—Okay, me podría poner sus datos aquí —señala— oh y los del pa-.

—Señorita, no tengo mucha información del padre... —suspira.

—N-no hay problema! Lamento molestarla.

—No hay problema —le regala una sonrisa.

—Es muy linda su hija, tendrá los ojos azules, me atrevo a decir que como su padre, o no?

—Así es —asiento— gracias

La enfermera se retira dejándolas solas.

—Bueno, ahora seremos solo tú y yo contra el mundo, hija. —besa su frente.