Les advierto el capítulo será largo, así que siéntese relájese y disfrute.
A la mañana siguiente Heimdall despertaba temprano, mucho antes de que alguien se despertara, observó que los 3 chicos seguían durmiendo.
La chica salió con su mochila en busca de las duchas pues apestaba, al encontrarlas ingresó, retiró sus prendas dañadas y las arrojó a la basura por estar rotas. Se duchó, al salir se trenzo el cabello, se vistió con su clásica sudadera con capucha y mascarilla solo que está vez la sudadera era de color rojo y negro.
Al salir se encontró con unas hijas de Afrodita que venían riéndose, al verla todas se callaron y la observaron ya que era la primera vez que veían a esta persona, pero Heimdall se quedó mirando por demasiado tiempo a la que parecía ser la líder por que su belleza fue hipnotizante para ella que no apartó la vista, hasta que las hermanas de la chica arrastraron a su hermana que quedó cautivada por los ojos azules con marrón de la encapuchada.
Rápidamente sacudió eso de su cabeza para seguir caminando pensando en lo ocurrido, el sol poco a poco se elevaba y con el los campistas salían de su cabaña para observar a la extraña chica.
Heimdall se sentía incómoda por las miradas de los campistas que no se le acercaban y susurraban, Heimdall se acercó a la hoguera del campamento para tomar un poco de calor sin percatarse de una nerviosa niña de 8 años que la observaba tímidamente que también se encontraba sentada en la hoguera.
La niña llevaba un pequeño vestido naranja con blanco, con piedras preciosas de color naranja, estaba descalza, su cabello era rojo oscuro, sus ojos marrón claro, con unas lindas pecas en sus mejillas que la hacían ver tierna y una piel blanca con un leve bronceado, tenia un olor dulce de madera y galletas.
La niña trataba de no mirar a Heimdall, pero parecía que le era imposible sin mencionar que temblaba del nervio, hasta que la encapuchada la miró y le regaló una sonrisa de ojos la cual fue correspondida.
Heimdall: hola niñita. Saludó energéticamente.
Niña: h... Hola. Devolvió el saludo de manera torpe.
Heimdall: mi nombre es Heimdall, pero puedes decirme H. La niña alzó una ceja, a lo que ella explicó. La gente nunca pronuncia bien mi nombre.
Niña: encantada de conocerte Heimdall.
Heimdall: vez, por eso les digo que me dig... ¡Oye! Pronunciaste bien mi nombre. Se sorprendió de que alguien diga su nombre correctamente por primera vez.
(Siiii claro, por primera vez)
Heimdall: oye, soy nueva aquí y no conozco el lugar me lo podrías mostrar. La niña se sorprendió, pero luego se emocionó y asintió rápidamente.
Niña: ¡Si claro! Se callo al darse cuenta de que habló muy fuerte. Ehhh... Quiero decir, me... gustaría mostrarte el lugar.
Heimdall: ¡Fantástico! Se puso de pie junto con la niña que fue tomada por debajo de sus axilas exaltandose.
Niña: Es-pera ¿Que haces? Estaba al borde del colapso al estar en los hombros de su... Digo de la nueva campista.
Heimdall: ya que me vas a mostrar el campamento, por lo menos yo podría llevarte en mis hombros para que no te canses caminando o te lastimes tus pies. Esto hizo sonreír a la niña por preocuparse por detalles mínimos como ese.
Ambas chicas se estaban por ir cuando apareció un sátiro conocido.
Grover: hey, H. el sátiro corrió hasta darle alcance. Solo quería agradecerte lo que hiciste por mí, se que no es suficiente así que cualquier cosa que se te ofrezca puedes pedírmelo.

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Naruto: God of War
FanfictionUn hijo perdido entre Zeus y Hera que peleó hombro con hombro contra los Titanes ganándose muchos títulos, pero al final de la guerra desapareció dejando un enorme vacío a su madre.