Capitulo 2 Adios

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Tras haberse ido de la casa de su padre Manigoldo fue a la suya propia y comenzo a empacar todas sus cosas mientras llamaba a su primo Shion

-¿Tienes lugar entonces? -pregunto luego de haberle contado sus planes.

-Si, ¿vendras con Albafica?

Al escuchar su nombre Manigoldo dejo lo que estaba haciendo y se quedo callado hasta que la voz de Shion lo hizo reaccionar

-¿Manigoldo? -hablo Shion desde el otro lado del telefono.

-Ire yo solo -respondio luego de haber reaccionado-. Tuve un problema con Albafica que luego te contare mas a detalle

-Esta bien, te esperamos entonces primo

-Si gracias Shion, y agradecele a Dohko tambien

-No tienes que agradecer eres mas que bienvenido -hablo esta vez Dohko causando la risa de Manigoldo.

-Tan animado como siempre

-Asi es él -ambos rien.

-Te aviso cuando tenga el pasaje

-Esta bien

Dicho esto la llamada se corto y Manigoldo siguio empacando sus cosas hasta que sintio una mirada en su cuna y al voltear se encontro con Albafica mirandolo desde la puerta

-Entonces si te iras

-Si -sigue con lo suyo-. ¿Pensaste que era broma?

-No pero...

-¿Entonces? -interrumpio-. No deberia sorprenderte que me vaya despues de lo que hiciste

-Manigoldo deja que te explique por favor

-No necesito ni mucho menos quiero escuchar tus explicaciones Albafica

-¿Por que eres asi?

-¿Yo? -se voltea quedando frente a frente-. Querras decir porque tú eres asi, siempre dijiste amarme pero te terminaste besando con el imbesil de Minos

-Si me dejaras explicarte sabrias que no fue porque yo quisiera, una vez prometimos siempre escuchar al otro ¿recuerdas?

En ese momento a la mente de Manigoldo vino el recuerdo de el y Albafica de niños haciendo dicha promesa

-Juro siempre escucharte sin importa lo que pase

-¿Y si nos peleamos?

-Dare el brazo a torser para escuchar tus explicaciones, me costo mucho trabajo lograr que te acerques a mi y no pienso dejar que una simple pelea te aleje de mi

-Entonces yo prometo lo mismo, siempre nos escucharemos

-Aun asi seamos los mas tercos -ambos rien.

-¿Ya recordaste?

-Eso fue cuando eramos unos niños, no sabiamos nada de lo que podria pasar cuando crecieramos

-Sabiendolo o no ambos prometimos escuchar al otro si llegamos a discutir, sobre todo tú, dijiste que por el trabajo que te tomo lograr que me acercara a ti me escuchararias con tal de que no nos alejemos

-Era un siemple niño Albafica y uno muy idiota desgraciadamente

-¿Eso cambia algo para ti? Por que para mi no

-Pues para mi si, quien sabe si tus explicaciones son la verdad

-¿Prefieres creer en lo que viste entonces?

-Si, y con eso me basta y sobra -cierra la maleta donde guardaba sus cosas-. Ire a arreglar los papeles para el divorcio -Albafica lo mira triste-. No quiero escuchar nada mas sobre lo que paso con Minos, en cuanto estemos divorciados me ire y no me veras nunca mas

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