¿Mudarse a otro país, hablar otro idioma, ser adolescente, tener vecinos desastrosos y un triángulo amoroso?
Eso es lo que nuestra protagonista tendrá que atravesar en esta historia.
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Malcolm me empezó a mostrar cada parte de su casa, era muy grande, es difícil pensar que acá en Estados Unidos, una "situación económica complicada" es tener tremenda casa como ellos. En Argentina es bastante...diferente. Tenía muchas habitaciones, dos salas de estar, un comedor, una cocina, un baño, dos habitaciones, un garage, un jardín y un patio. Ellos tres comparten habitación, y ahí debía estar uno de mis objetivos está noche. La ropa que Reese va a usar. Mi objetivo era intentar sabotear algunas de las cosas de Reese, y principalmente para eso me robe el balde de pintura roja del colegio.
-Bueno, si no quieres nada para comer o beber, podríamos comenzar a hacer la tarea. ¿De acuerdo?- Me pregunto Malcolm, mientras nos íbamos metiendo de a poco en su habitación. Cómo dije antes, era una habitación compartida por tres varones, así que era de esperarse que estuviera bastante desastrosa o caótica.
-Si, si. Dejo mis cosas por acá, ¿está bien?- Le pregunte apoyando mi mochila al lado de su escritorio, el solamente asintió con la cabeza mientras empezaba a sacar algunas cosas de su mochila, como carpetas, libros y algunas lapiceras. Por otro lado, yo me dispuse a investigar, al menos con la vista, la habitación en la que me encontraba. Necesitaba fichar las cosas de Reese, y así iba a ser más fácil arruinar algunas de sus cosas para la cena de hoy a la noche.
Mientras yo estaba quieta en mi lugar, pero mis ojos recorrían toda la habitación, buscando algo de Reese que estropear, fui interrumpida de mis pensamientos por la voz de Malcolm.
-Oye, un segundo. Creo que deje mis libros sobre la mesa de la sala. Ya regreso.- Me avisó Malcolm, antes de atravesar, en un trote ligero, la puerta de la habitación.
Aproveche el momento, y rápidamente me desplace cerca de una de las camas, supuse que era la de Reese. Era la única que estaba destendida, y se notaba que solamente dormía una persona allí por el tamaño de la cama, que a diferencia de la cama de Malcolm y Dewey, era mas pequeña, como para una sola persona. Además, en alguna ocasión Malcolm me había contado el hecho de que compartia cama con Dewey.
Sacudí las sábanas, levanté la almohada, pero no había nada. Me agache, mirando debajo de la cama de Reese, y ahí recién había cosas. No era como que me servía romperle algo de ahí, la idea era sabotear las cosas que usaría a la noche, pero igualmente me dispuse a espiar sus pertenencias.
Había cajas de zapatos, pero en su interior había pequeños muñecos, comics, envoltorios vacios de comida. Eew, incluso había una caja que, específicamente, solo contenia revistas con mujeres semidesnudas en ellas. Ni las tuve que abrir, en la portada había imágenes, algo vulgares, de mujeres en lencería. No sé veía explícitamente todo, pero no era como que dejarán mucho a la imaginación... Fruncí el ceño, haciendo una mueca de asco, y decidí que hasta ahí iba a mirar. Buscaba algo que lo comprometiera...pero tampoco tanto. Eso fue bastante asqueroso.
