𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐓𝐡𝐫𝐞𝐞 - 𝑭𝒊𝒈𝒉𝒕

131 10 0
                                    

Me despertó mi vieja a los gritos; "Dale Hija! Primer día, no vas a llegar tarde!" Basta, no quiero ir al colegio, y no solo porque no tengo amigos, estoy en un país que no es el mio, hablan todos otro idioma y encima tengo que ir con mi hermanita

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me despertó mi vieja a los gritos; "Dale Hija! Primer día, no vas a llegar tarde!" Basta, no quiero ir al colegio, y no solo porque no tengo amigos, estoy en un país que no es el mio, hablan todos otro idioma y encima tengo que ir con mi hermanita.

Además, es porque antes cuando estaba en Argentina, el colegio era el único lugar donde podía ver a mis amigos. Y ahora ni si quiera los tengo. Todo seria mejor con ellos acá.

Me levante de la cama, y me sorprendí cuando me acorde que acá, en Estados Unidos, podes ir con la ropa que quieras al colegio.
Me refiero, no tengo que usar un uniforme pedorro o un guardapolvo de la época de mi abuela.

Me saque la remera vieja que uso de pijama, y me puse una remera de color roja. Después agarre y me puse unos jeans que siempre uso (Si, no explique que me saque el pantalon porque directamente no tenia. Y bueno loco, es asi. Duermo SIN pantalón porque me re cago de calor.)

Entre al baño de mi pieza, y me empeze a desenredar mi hermoso y largo pelo pelirrojo (Si, estoy presumiendo), después me hice una colita medio vaga y me cepille los dientes.

Baje a desayunar, estaba mi vieja lavando los platos de ayer a la noche y mi viejo preparándose para ir a laburar.

Me acerque a la heladera para sacar algo de desayunar. Pero mi mamá me interrumpió antes de que pudiera sacar algo.

—Tu hermana todavía no baja. Anda a despertarla. — Dijo sin ni si quiera mirarme a los ojos, como si pudiera detectar que iba a hacer algo y ella tenia el propósito de interrumpirme.

—Ahora va...— Le respondí arrastrando la "A" del  "vaa."

Cerré la heladera, y subí las escaleras de mala gana.
Entre a la pieza de mi hermana sin tocar la puerta, sabia que estaba dormida.
—Dale loco, hay que ir al colegioo — Le dije sacudiéndola un poco del brazo. Se semidesperto, pero nada más balbuceaba.
—Dale, Victoria — Le dije en un tono de voz más alto y sacudiendola con más fuerza.

No se inmuto, así que decidí despertarla de otra manera.
Le destape los pies, y le soné los dedos del pie. No duele, pero ella es la reina del drama y dice que si.
Nada más le troné los dedos pego un salto en la cama.

—¿¡Qué paso!? — Preguntó sobresaltada.

—Mamá te llama, me parece que se enojo, se nos esta haciendo tarde. — Le mentí para que se apurara.

—Bueno, bueno— Balbuceo refregandose los ojos. —Decile que ya voy! — Me respondió levantándose de la cama y abriendo su mueble.

Me fui abajo de vuelta. Le dije a mi mamá que Victoria ya bajaba en un rato.

Ahora si, abrí la heladera y saque un sachet de leche. Mi papá me beso la frente porque ya se iba a trabajar. Busque en la mesada y agarre el Nesquik en polvo.
Que rico la chocolatada boludo, nada más la supera.

𝐋𝐚 𝐕𝐞𝐜𝐢𝐧𝐚 𝐀𝐫𝐠𝐞𝐧𝐭𝐢𝐧𝐚; 𝑴𝒂𝒍𝒄𝒐𝒍𝒎 𝑰𝒏 𝑻𝒉𝒆 𝑴𝒊𝒅𝒅𝒍𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora