¿Qué harías si te das cuenta que la víctima en realidad es el victimario?
Nadie nunca ha podido entrar a la mente de Richard, característico por su frialdad y su mirada fría, solitario desde pequeño con una infancia dura que lo orilló a vivir en un...
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25 de septiembre 2024, ciudad de Middleware.
El impulso, eso que lo está carcomiendo por dentro desde hace años, y la fuerza de voluntad que tiene ha sido algo enorme, en comparación a otros a quienes se han dejado llevar; como al hombre que lleva fotografiando ya 3 noches, quien es un presunto homicida aunque hasta el momento no tiene nada bueno.
Le pagan por estár aquí, y lo que cuenta es sacarle fotografías que involucren al presunto sospechoso. Aunque Claire fue asesinada hace dos meses, el ya retirado detective Wright se trastornó y se obsesionó en busca del homicida de su hija, y aquí es donde está ahora, persiguiendo a un sujeto que no conoce solo para sacarle fotografías que no sirven de nada.
¿Un desperdicio? Si, efectivamente.
¿Gana bastante? Si, lo suficiente para pagar su apartamento y lo que se come.
No es mucho, pero es trabajo digno.
Camina a través del pasillo, se fija en algunos productos y luego sigue caminando cuán comprador casual en busca del precio más barato. Con la cámara colgando de su cuello y su cabello recogido en una trenza despeinada rebusca entre los estantes, leche, arroz, harina, no se ha llevado nada y lo único que le ha interesado es al hombre junto al que se detiene frente a la sección de ferretería.
Bolsas, Ashley no sabe porque están en esta sección pero hay bolsas grandes, de jardín, medianas y pequeñas; si mirada va hacia el paquete que agarra el hombre que está a su lado y deja ir un suspiro pesado balbuceando algo que no logra entender.
Aclara su garganta y se pone de puntillas, agarra un paquete de bolsas de jardín y las deja en el carrito del "desconocido".
—Son más grandes y más resistentes —contesta con voz suave, señalando el paquete vagamente. —. Son mejores y más baratas.
Richard resopla y deja ir una suave risa mientras revisa el paquete, la etiqueta y el logo. —¿Servirán para transportar un cuerpo?
La pregunta toma a Ashley desprevenido quien retrocede y eso hace reír a Richard, quien niega con rapidez palmando su hombro con una confianza inexistente.
—Estoy bromeando —contesta y la gracia en su voz rápidamente se apagada. —, me acabo de mudar y las ocupo para botar un montón de basura. A mí...a mí solo me gusta molestar, una disculpa.
Ashley asiente, se agacha y lo primero que encuentra son varios tipos de cintas adhesivas de la cual agarra una, dejándola en el pequeño carrito de compras con una suave risa. —Seguramente las ocuparás para tus víctimas entonces, esa es más buena porque es contra goteras y es más resistente.
A nadie le gustaría saber por que él sabe eso, tampoco es que sea relevante.
