04. 🕯️

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Rose yace en el suelo, ha estado sangrando por la vagina desde pocas después de haber sido secuestrada gracias a la botella que se quebró y la sangre coagulada tiene un olor fuerte, la pus se acumula al igual que la sangre e incluso el dolor se ha...

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Rose yace en el suelo, ha estado sangrando por la vagina desde pocas después de haber sido secuestrada gracias a la botella que se quebró y la sangre coagulada tiene un olor fuerte, la pus se acumula al igual que la sangre e incluso el dolor se ha incrementado hasta el punto que le ha impedido moverse.

Sin comida, solo con agua. Sin esperanzas y sin la policía buscándola.

—Ya no me sirves, tengo los ojos puestos en alguien más —habla una vez baja las escaleras del sótano que crujen a cada paso, hasta detenerse frente a la mujer que lo ve con una mezcla de temor y desprecio. —. Lamentable que nadie se preocupara por tí, ni siquiera tu madre. Y ahora morirás sola, y encontrarán tu podrido cuerpo meses después a como siempre pasa.

La chica levanta la mirada entre sollozos, increíble como sus ojos han perdido el brillo. —Dios se apiade del alma de la siguiente chica que tengas aquí.

Al lado izquierdo del sótano hay un cúmulo de cajas desordenadas en su mayoría cubiertas por un plástico arrugado y viejo cubierto de moho por el tiempo; con el corazón latiendo con rapidez y con la respiración agitada sigue a su captor con la mirada y cuando agarra un gran maso del suelo lo que la hace gritar forcejeando en último intento de soltarse.

Pero sabe que eso no pasará.

—Rose, cariño. Me gustó haberte conocido.

Levanta el maso por encima de su cabeza y lo deja caer con fuerza sobre la cabeza de la chica que queda desfigurada ante el impacto, le abre el cráneo gracias al golpe y se puede ver la mezcla de sangre, cabello, cráneo y cerebro mientras el cuerpo sin vida sufre espasmos ante el impacto. Sus ojos, su boca, sus dientes, su nariz, levanta el maso nuevamente y repite el golpe pero esta vez en su cara, desfigurando su rostro de la manera más grotesca posible.

La sangre salpica en Richard, quien sonríe para si mismo con un orgullo que le hace sentir poderoso como siempre pasa. Siempre es lo mismo, es mejor que un orgasmo, ver como les quitó la vida le trae una satisfacción tan grande que es difícil de explicar.

Y minutos después todo, desaparece.







Al final, lo bueno es lo que viene después de la muerte. Cortó una pequeña abertura en el vientre con una navaja de bolsillo y sacó su pene erecto de su ropa interior, penetrando la carne todavía tibia; en cada embestida se podía ver la grasa amarillenta deslumbrar con la sangre que sale a borbotones en cada embestida húmeda que es música para sus oídos.

Ashley...

Se muerde el labio y cierra los ojos haciendo su cabeza hacia atrás, sus puños se aprietan sobre el frío suelo de cemento mientras baja la mirada hasta encontrarse con lo que quedó del rostro de la chica que se mueve con cada embestida del homicida.

A... Ashley...

Su voz se quiebra y unas lágrimas bajan a través de sus mejillas a medida que siente como sus bolas se tensan hasta que se corre dentro del vientre de la mujer fallecida, se siente abrumado en vez de sentirse bien. Como una necesidad de tener a ese joven fotógrafo, de tenerlo en la posición donde está Rose.

Anatomía de un Asesino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora