La Obsesión De Mi Obsesión

Capítulo 1: El encuentro

El viento soplaba con ferocidad esa noche, arrastrando hojas secas y susurros de cambio mientras caminaba por las solitarias calles de la ciudad. Mis pensamientos tumultuosos y emociones encontradas se reflejaban en la oscuridad que me rodeaba, envolviéndome en un caos interior.

Cada paso resonaba en el silencio de la noche, como un eco de las dudas y anhelos que me atormentaban. ¿Qué buscaba en medio de la oscuridad? ¿Qué vacío intentaba llenar con cada paso que daba?

De repente, tropecé con algo sólido y cálido. Un cuerpo firme me sostuvo antes de que cayera al suelo, y el mundo pareció detenerse por un momento. Levanté la mirada y me encontré con unos ojos oscuros que me miraban con intensidad, como si pudieran leer mis pensamientos más profundos.

En el instante en que nuestras miradas se encontraron, algo dentro de mí se encendió. Había una chispa en esos ojos que me cautivaba, una promesa de algo más allá de lo mundano. Imágenes de él se arremolinaban en mi mente obsesivamente, como si hubiera estado esperando este encuentro toda mi vida.

Lo siento- murmuré, sintiendo el calor de las manos que me sujetaban.

No te preocupes- respondió una voz profunda, envuelta en un aura de misterio.

Me aparté, avergonzada por mi torpeza, pero algo en su presencia me mantenía cautiva. Él también me observaba con interés, como si hubiera encontrado algo inesperado en mí. O como si hubiera encontrado su presa.

¿Estás bien?- preguntó él, con una sonrisa inolvidable.

Sí, sí, estoy bien- respondí, luchando por encontrar las palabras adecuadas. "Gracias por... por atraparme."

No es ningún problema- dijo él, con una calma que contrastaba con la tormenta emocional que sentía dentro de mí.

Luché por mantener la compostura, pero mi corazón latía con fuerza, y mi mente estaba llena de pensamientos intrusivos. ¿Quién era este hombre que había aparecido de la nada para rescatarme? ¿Por qué sentía una conexión tan intensa con él en tan poco tiempo?

Mientras intentaba recobrar el control de mis emociones, noté que él me observaba con una mezcla de curiosidad y complicidad. Sus ojos parecían contener un mundo de secretos, y un escalofrío recorrió mi espalda al darme cuenta de que estaba deseando descubrirlos.

¿Estás segura de que estás bien?- preguntó él, su voz suave y reconfortante.

Asentí, tratando de disimular la oleada de emociones que me abrumaba.
Sí, estoy bien, gracias de nuevo- respondí, forzando una sonrisa que esperaba fuera convincente.

Él devolvió la sonrisa, pero noté un destello de complicidad en sus ojos. Como si supiera que estaba ocultando algo, como si pudiera ver a través de las capas de mi armadura emocional y llegar al corazón de mis verdaderos deseos y temores.

Me alegra haber podido ayudarte- dijo él, antes de dar un paso atrás, como si estuviera a punto de desaparecer en la noche.

Sentí un repentino impulso de detenerlo, de pedirle que se quedara y me revelara todos sus secretos. Pero antes de que pudiera decir una palabra, se giró y desapareció en la oscuridad, dejándome con el corazón latiendo desbocado y la mente llena de preguntas sin respuesta.

Me quedé parada en la acera, observando la oscuridad donde él había desaparecido. Mi mente giraba en un torbellino de pensamientos, tratando de entender la intensidad del encuentro que acababa de experimentar. ¿Quién era él? ¿Por qué me había afectado tanto en tan poco tiempo?

El viento frío de la noche susurraba a mi alrededor, como si tratara de llevarse consigo los secretos que aquel extraño había despertado en mi interior. Me estremecí, sintiendo que estaba al borde de un abismo emocional del que no podía escapar.

Con paso vacilante, continué mi camino a través de las calles desiertas. Las luces de la ciudad parpadeaban en la distancia, pero en mi mente solo podía ver la mirada penetrante de ese extraño y escuchar el eco de su voz resonando en mis pensamientos.

Mientras caminaba, me preguntaba si volvería a verlo alguna vez. ¿O había sido nuestro encuentro una casualidad fugaz en medio de la noche? La idea me llenaba de una profunda melancolía, como si hubiera perdido algo importante que ni siquiera sabía que tenía.

Cuando por fin llegué a mi hogar, me dejé caer en el sofá, exhausta por la tormenta emocional que acababa de vivir. Cerré los ojos, pero en la oscuridad detrás de mis párpados, solo podía ver el rostro de aquel extraño mirándome con intensidad.

La noche pasó lentamente, y me sumí en un sueño intranquilo, poblado de imágenes de ojos oscuros y sonrisas misteriosas. Cuando finalmente desperté, el sol brillaba en el horizonte, pero el recuerdo de mi encuentro con aquel chico seguía atormentándome, como una sombra que se negaba a desaparecer.

Y así comenzó su historia, en una noche impregnada de misterio y destino. Dos almas destinadas a encontrarse en medio de la oscuridad, donde el amor y la obsesión se entrelazan en un juego peligroso de seducción y redención. Helena sabía que su vida nunca volvería a ser la misma después de conocer a Angelo, y estaba dispuesta a enfrentar cualquier desafío que el destino le deparara..