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Abrazadas, ambas en silencio, calladas por la incógnita de lo que pasaría, ambas escucharon cuando la lluvia comenzó de nuevo, esta vez era tranquila, casi silenciosa.

—¿Será la última lluvia? — preguntó Freen.

—Creo que sí ... Está es más tranquila, como si se estuviera despidiendo.

Freen se acurrucó un poco más en su pecho, podía escuchar sus latidos, tranquilos, siempre tranquilos.

La admiraba, por siempre ser así.

—De alguna forma... No quiero irme, porque no sé qué pasará después, no sé si te voy a encontrar.

—Si no me encuentras yo te encontraré, lo prometo.

—Y además... No recuerdo nada, ¿Voy a entender algo del mundo real?

—Quiero creer que al regresar... Vamos a tener nuestras memorias de nuevo— dijo—. Y sino, nos tendremos la una a la otra, Freen.

La mayor alzó su rostro para dejar besos en el cuello de Becky, esperando que ella entendiera, y claro que lo hizo, bajando hasta sus carnosos labios y besándola con efusividad, sacándole suspiros a ambas.

La menor abrazaba la cintura de la mayor, pegando sus cuerpos, Freen tomaba el rostro de Becky, mantenimiento sus rostros unidos, separándolos cuando tenía que respirar, en un beso que se hizo desesperado y hambriento, Becky fue quien la detuvo, mirando los hinchados labios de la mayor y sus ojos con algunas lágrimas, sus mejillas encendidas, respirando rápido.

—Freen... Esto es un show, en vivo posiblemente... No sé cuántas personas nos están viendo.

Freen rio, casi fue inocente.

—Becky, te censuraron el culo cuando fue el incendio. Van a cortar en cuanto meta las manos debajo de tu playera— dijo, y como si estuviera probando su argumento, colocó sus manos sobre su abdomen, haciendo que Becky sintiera un escalofrío.

—Freen... No sé si quiero arriesgarme a que el mundo vea mis pechos.

—Yo creo que les gustarían— dijo, mordiendo su labio inferior.

Becky se ruborizó de vergüenza.

—Freen, no.

—Freen, sí— se burló la mayor, con una risa, y de un movimiento los giró y ella quedó sobre ella, sentada sobre su regazo—. Lo siento, pero no quiero despertar, ver que no estás y quedarme con las ganas de hacerlo.

Becky lo pensó un segundo en silencio, hasta que acomodó sus manos sobre las caderas de Freen.

— Sólo una vez— dijo, casi susurrando, a lo que Freen había sonreído ampliamente, como una niña cuando le dan un dulce, y metió las manos debajo de su playera, en el mismo momento, las luces se apagaron, dejándolas más en la oscuridad de lo que ellas consideraban su noche.

Lovely「 Freenbecky 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora