𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝘀𝗶𝗲𝘁𝗲

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/ ⁄ SEREN PRESENTA

— — Capitulo siete: El príncipe

— — Capitulo siete: El príncipe

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Palabras: 1595

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Asgard,

Yggdrasil Kingdom

Seren se mantenía estática en su sitio mirando fijo los verdes ojos del príncipe. Estos no se movían de los suyos, mirando con tanta intensidad que se sentía como atravesaba su alma, conociendo todos sus secretos, todos sus pensamientos ocultos.

—No esperaba verla por aquí, mi Lady —dijo finalmente el príncipe, sin apartar su vista de ella. El libro estaba aún abierto en sus manos, que marcaban la página en la que se encontraba leyendo. Sin embargo, ignoraba aquello para mirarla con curiosidad intensa— ¿Mi madre ya le explico los términos de su libertad?

Seren avanzo por las estanterías ignorando la mirada en su anatomía. Él no la pondría nerviosa, conocía cada uno de los trucos de los brujos y sabía como responderles. El príncipe Loki apenas era un brujo avanzado, le faltaba algunas cosas más por aprender, una de ellas eran las ilusiones que eran costosas de hacer, se necesitaba de mucha fuerza mental para poder crearlas.

—Sí, conozco los términos —respondió, eligiendo un libro al azar de la estantería. Lo ojeo, revisando que tuviera algo de su interés y, al no encontrar nada lo dejo donde estaba. Saco otro, sonriendo al ver información acerca de Asgard—. No se preocupe, mi príncipe, estaré en mi adorado aposento antes de que se dé cuenta.

Ante su respuesta, el pelinegro no hizo más que un ligero sonido de burla con su boca. Lo ignoro, porque estaba buscando el que se enojara. Lástima para Loki, que ella no se dejaría intimidar por nadie ni siquiera por el mismísimo Rey Odin. De donde venía, no se reconocían a reyes ni reinas, tampoco la igualdad en ciertas complicaciones. La justicia divina era quien deliberaba por reconocer a grandes cabezas que los representara con el resto.

Se sentó en una silla cerca de una ventana leyendo con atención cada párrafo del libro. No era muy largo, era corto por lo que después de leer cada palabra e interpretarla en su cabeza, se levantó para sacar otro libro. Este era diferente, con tan solo leer el titulo sintió un leve calorcito en sus mejillas. Dioses divinos, ¿Por qué no se fijó antes en la etiqueta? Pero la curiosidad era más grande, asi que lo abrió para seguir su lectura. Era interesante, contando con cada explicación acerca de lo que se mostraba en la imagen. Podía comprender a que se debía cada una y que trataba de encontrar.

Aunque, debió de haber sabido que el príncipe leería el nombre del libro.

—Sabe, esas posiciones son bastante interesantes de practicar —dijo, sonriendo con maldad.

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