💞 Danicma 🌷

★:3

Icma había creado un poemario en su adolescencia, el cual le producía pena ajena hasta más no poder. Daniel sabía de la existencia de ese poemario y en serio quería saber el contenido,  por lo que había intentado cientos de maneras para que el de lentes le enseñará sus poemas, pero todas le fallaron o simplemente las descartó.

Algunas de ellas :
1.- pedírsela directamente.
2.- hacerle ojitos para que acceda.
3.- aceptar la corrección de su ortografía. 
4.- insistirle hasta que se harte.
5.- tener una noche de pasión con él y cuando este dormido buscar la libreta.
6.- rogarle de rodillas hasta hartarlo.

Pero bueno, ninguna salió como esperaba... Pero mínimo la 5 lo disfruto.

Daniel estaba en casa de Icma, esperando a que esté se desocupara pues estaba en junta, ¿De qué? Ni idea.  Miraba instagram sin mucho interés pero la historia de su pareja le llamo la atención, era de preguntas. Todo bien, se reía de las cuestiones y de las curiosas respuestas de icma, hasta que llegó a la última.

__" desde que les dije que había hecho  un poemario no me han dejado de insistir en qué lo enseñe, pero déjenme decirles que se ahorran mucha pena ajena."__ fue ahí donde Daniel cayó en cuenta de la portada del poemario, ya tenía una idea de como era, sólo quedaba buscarlo.

Discretamente se fijó en donde estaba su novio, quien estaba concentrado en la junta pero al sentir su mirada sobre él lo miró, le sonrió y saludo.

Daniel le devolvió el saludo, levantó del sillón y subió al cuarto de Icma intentando verse tranquilo.

Una vez arriba soltó un suspiro de liberación.

El cuarto del de lentes era algo desordenado, teniendo pares de zapatos fuera de lugar junto con la cama destendida.

__ muy mal, icma, muy mal__ se dijo así mismo empezando a revisar.

Era todo un reto, pues no podía hacer demasiado ruido para que el otro no sospechara y no tenía ni idea de dónde podría estar.

Estaba a nada de rendirse y simplemente olvidarse de su existencia, cuando una caja debajo de la cama resalto. En automático se agachó a abrirla. Sonrío de satisfacción al ver el bendito poemario.

**************

Pasando los minutos  se sorprendió por la cantidad de escritos que tenía dentro. Mínimo si eran unos 50. Lo "curioso" es que una mitad hablaba sobre la naturaleza, la amistad, el cariño a los demás, descubrimiento de la identidad etc, y la otra mitad parecía tan enamorado, era tan  empalagoso el cómo se expresaba pero tan lindo.

Leía con atención las palabras, pero del escrito 45 las cosas empezaban a tornarse "raras" pues empezaban a sonar con más melancolía, tristeza, como si a la persona que le había dedicado los anteriores lo hubiera lastimado.

Llegó al 50, ya no era un escrito con metáforas, o bueno, no en su totalidad.

"¿Por qué?
¿Por qué te fuiste?
¿Nada de lo que hice te fue  suficiente?
Te dí todo de mí,
mi vida, mi alma, mí mente, mi cuerpo,
Y parece que jamás te lleno.
Te adore y me aferre a ti
Con el temor de perderte
Prometiste no lo harías
Pero mira.
Estoy enojado
Pero no sé si contigo o conmigo
Si éramos algo,
¿Por qué seguirme tratando como amigo?
Estoy triste
Porque yo sí te amaba
Yo sí me creí eso de que tú me "amabas"...
Ian, sé más que nadie que nunca verás esto y que a pesar de que me hayas mentido yo todavía te amo. Si volvieras, te perdonaría mil y un veces todos tus males
Pero de mientras, te esperaré y amaré. ♡
Att: icma

Daniel no tenía ni idea de como reaccionar, parecía bastante dolido, ¿Quién habrá sido el tan dichoso "Ian" que lastimó tanto a icma?.

Pero no se pudo ni responder cuando alguien lo tumbó al suelo, sacudiendolo con brusquedad

__ ¿¡Qué haces con eso!? ¿¡ Qué tanto leíste!?__ estaba asustado, preocupado, de todo y se veía.

__ ¡tranquilo! ¡Ya! ¡Leí todos!__ intentaba formar oraciones coherentes

Icma se detuvo en seguida. Su rostro se enrojeció de vergüenza, dejo de sacudir a Daniel y se tapo la cara intentando ocultarse

__ ¿Quién era Ian?..._ era incoherente de su parte sabiendo que ya la había cagado bastante.

__ mi "evento canon", mi trauma gay, mi primer novio...__ la vergüenza de Icma se volvió nula y sólo quedó resignarse.

Y así fue como los dos contaron sus traumas con su primera pareja, incluso, llorando por recordar.

Pero ahora se tenían a ellos y ya no había necesidad de llorarle a ningún "Ian" o " Eduardo".