Nunca estuve de acuerdo con lo que hacían, pero era la única forma de sobrevivir ahora que el mundo se había ido a la mierda. Pero cuando me encuentro con esos ojos verdes no puedo evitar hacer todo lo posible para asegurarme de que este a salvo. In...
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Dejamos de caminar cuando llegamos al lugar. Retiro suavemente el brazo de Alicia de mis hombros y la ayudo a sentarse. Pude ver el dolor cubrir su cara mientras se sentaba. Pero me apresuré para que estuviera cómoda. Una vez que ella estaba sentada en el banco me limpié las manos en mis pantalones y luego me acomodé para sentarme también. Una vez sentadas las dos, miré hacia la orilla y vi una cascada.
"Maldita sea", murmura Alicia y yo me giro lentamente y la miro. Sus ojos estaban cautivados por el paisaje. Sabía que lo estaban por la forma en que miraba todo. "¿Seguimos en las murallas de...?"
"Sí, por desgracia", digo cortando a la chica un poco arrancando mis ojos de ella e inclinándome un poco más cerca para señalar hacia donde se sientan los guardias. "Allí está la puerta D y aquí... Está la puerta E. Normalmente se quedan en esas puertas y nadie viene nunca a este sitio".
"¿En serio? Pero es tan bonito", responde Alicia mientras vuelvo a sentarme lejos de ella, asintiendo brevemente con la cabeza.
"Lo sé. Es donde Josie y yo solíamos venir", susurro la última parte separando mis ojos de la chica y mirando el paisaje. El silencio nos rodea a las dos, pero puedo sentir a la chica de ojos verdes mirándome. No me incomodaba como cuando otras personas lo hacían. Estaba bien pero sabía que ella quería saber más sobre Josie. Este lugar debería ayudarme.
"No podía reclamar a Josie porque alguien ya la había reclamado...". Hago una pausa y me miro las manos. Mis dedos empiezan a pellizcarse entre sí. "Bobby, la mano derecha de mi tío, la reclamó... Tampoco era bueno para ella".
"¿Qué quieres decir?" Pregunta Alicia y yo niego con la cabeza, recogiéndola. Mis ojos vuelven a mirar la cascada admirando su belleza.
"Él la lastimaría en más de una forma... Después del primer par de veces ella sólo dejó que pasara para ganarse su confianza y dejarla salir de su habitación..." Hago otra pausa sacudiendo la cabeza, cerrando los ojos. "Cuando él lo hacía después de eso ella venía a mí y yo me aseguraba de revisar sus heridas y luego veníamos aquí. Era... pacífico. Un escape lejos de ese... ese infierno".
"Dios..." Alicia murmura y yo asiento abriendo los ojos e inclinando un poco la cabeza hacia atrás. "Odio preguntar, pero ¿por qué no intentaron escapar?".
"Lo intentamos, pero no acabó muy bien...", se me corta la voz cuando por fin miro a Alicia. Nuestros ojos se cruzan y no puedo evitar apartar la mirada casi de inmediato. "Deberíamos haber tenido un plan mejor que el que teníamos. Es culpa mía que esté muerta". El silencio se apodera de las dos y sacudo la cabeza de un lado a otro cerrando los ojos.
"No pasa nada. Te vas a poner bien", susurro apretando la mano de Josie. "Te tengo. Te tengo. Vas a estar bien, Jo". Mi mirada va y viene entre los ojos marrones de la chica, apenas abiertos. La sangre cubría su ropa y los moretones, los cortes de su cuerpo y su cara.
"Tú... estás sangrando", murmura Josie y yo niego con la cabeza sabiéndolo.
"Lo sé Jo. Pero estás sangrando más que yo... "Mi voz se entrecorta mientras mis ojos recorren su cuerpo hasta la herida de su estómago. Cierro los ojos y los aparto para luego abrirlos una vez sé que estaba mirando de nuevo a la cara de la chica. Siento que me aprieta la mano, lo que hace que mire nuestras manos. Allí me doy cuenta de lo ensangrentados y magullados que estaban mis nudillos. Hundo los dientes en mi labio inferior sintiendo como el sabor a hierro llenaba mi boca. Sabía que había vuelto a abrir mi labio roto causando que la sangre llenara mi boca un poco mientras miraba mis nudillos sabiendo que he hecho demasiado daño.
