Sus cuerpos se presionaron juntos mientras sus manos trazaban la piel de cada uno, removiendo las prendas en su camino.
Sus manos recorrían el cuerpo de Charles y adoraba cada pequeño lunar que se dibujaba en su pálida piel como si se tratasen de estrellas adornando el cielo, su cielo.
—Carlos... —un susurro tembloroso abandonó los labios de Charles, haciendo al mayor sonreír.
El ojiverde era el responsable de encender su mundo en llamas y nublar sus pensamientos como ninguna otra persona.
—Está bien, bebé —respondió, su aliento cálido chocando con su hombro y enviando escalofríos por toda su piel—. Solo relájate y déjame complacerte.
Sus manos se detuvieron en su cadera después de retirar la camisa que Charles estaba usando y le dio la vuelta suavemente. Charles suspiró cuando llegó hasta sus oídos el inconfundible sonido de Carlos sacándose el cinturón y después bajando el cierre de su pantalón.
Parecía hacerlo jodidamente lento a propósito, como si supiera que eso solamente lo hacía desearlo más.
Sus cuerpos volvieron a juntarse y esta vez el duro miembro del mayor se presionó contra su trasero, solamente separados por la delgada tela de su ropa interior. Rápidamente las manos de Carlos volvieron a tocarlo. Una de sus manos se deslizó debajo de la única prenda que le quedaba, rodeando su polla por la base antes de empezar a moverse de arriba a abajo, apretando la base y la húmeda punta.
Charles gimió en respuesta y se removió suavemente entre los brazos del madrileño, buscando más contacto, buscando su liberación, pero Carlos se detuvo antes de que los espasmos se hicieran presentes.
Tiro de la ropa interior de ambos hasta dejarla en el suelo. Su propio miembro exigía atención y simplemente no se sentía capaz de esperar más tiempo.
Con la poca coordinación que le quedaba en aquel momento, los guio a ambos hasta que terminaron sobre la cama, el sobre Charles, acariciando sus costados mientras admiraba su trasero levantado y listo para ser tomado.
Lentamente empujó su polla dentro, invadiendo poco a poco el apretado trasero del monegasco. Los dedos del menor se aferraron con fuerza a las sábanas debajo de su cuerpo, mordiendo sus labios en un fallido intento de mantenerse en silencio.
Carlos gimió profundamente, sus caderas se movieron hacia atrás y adelante, logrando que su polla entrara y saliera del apretado trasero de su amante, haciéndolo gemir en una combinación de dolor y placer.
Mantuvo una mano en su cadera mientras la otra sujetaba el miembro de Charles, comenzando a acariciarlo en sincronía con sus embestidas.
—Estás tan jodidamente apretado —soltó en un jadeo.
El sonido de su respiración agitada y el choque de sus cuerpos llenaron la habitación. Charles comenzó a mover sus caderas hacia arriba, intentando seguir el ritmo de cada embestida que Carlos le propinaba mientras su trasero seguía apretando la polla de su pareja al tiempo que su propia polla goteaba con líquido preseminal, manchando la mano de Carlos y sus propios muslos.
Arqueo su espalda, sus gemidos se volvieron incoherentes mientras se acercaba cada vez más al éxtasis. —Más rápido Carlos —rogó— más duro.
En respuesta, el ritmo de Carlos aumentó, volviendo sus embestidas más rápidas y más duras, golpeando implacablemente su interior. El sudor cubría sus cuerpos, creando un desastre entre ellos al tiempo que el sonido entre ellos se volvía más húmedo.
—Carlos... Carlos —su voz sonó con desesperación, rompiéndose al final.
El ritmo de Carlos aumentó aún más, su polla golpeaba el apretado trasero de Charles sin piedad.
—Córrete para mi Charles —gruñó con voz profunda.
Finalmente, Charles alcanzó su límite y su polla explotó, dejando salir semen caliente y espeso sobre la mano del español.
—Joder... Oh dios...
Carlos lo siguió poco después, derramándose dentro de Charles con un suave gruñido. Se retiró de su interior con lentitud y se recostó a su lado, atrapándolo en un abrazo cariñoso.
Lo beso en la mejilla y lo mantuvo entre sus brazos hasta que el ojiverde se quedó dormido.
ESTÁS LEYENDO
𝐒𝐚𝐢𝐧𝐳'𝐬 𝐁𝐨𝐲「𝐂𝐡𝐚𝐫𝐥𝐨𝐬」
FanfictionSolo hay una persona en la cabeza de Carlos, una sola a la que quiere darle el mundo entero.