¿Amigas?

Podremos

Me desperté de golpe, eran las 4, Valeria dormía como una marmota, me levanté de la cama y fui a por un vaso de agua a la cocina. Salí al jardín con el vaso de agua en la mano, me senté en el columpio que hay al lado de la piscina y contemplé detalladamente los momentos de esta noche, besos y mas besos. Raul, no, Raul no me puede venir ahora a la mente, pero es mi novio y le quiero.
-Emma-susurró Valeria rodeandome con sus brazos, yo sonreí. Me dió un beso en la mejilla y se sentó en el otro columpio. Iba en bragas y con una camiseta encima, llevaba el pelo alborotado y estaba muy bonita, sonreí de nuevo, ella se dió cuenta.
-¿Que pasa morena?
-Nada, que estas preciosa.-sonrió apoyando la cabeza en la cuerda que sujetaba el columpio.
-Te quiero.-suspiró, le miré sonrojada mientras me mordia el labio.-podrias venirte al campo conmigo mañana.-añadió.
-No se si me dejaran, ni si tu madre estara de acuerdo.
-Mi madre ha tenido la idea asi que por eso estate tranquila.
-Pero mi hermana...no se si me dejará irme.
-Mañana le preguntamos.-asentí con la cabeza.-¿no te apetece un fin de semana nosotras dos solas?- propuso guiñandome el ojo.
-Que tentador.-dije riendome, ella me dio un puñetazo en el brazo.- ¡Au!-me quejé.
-Eres mas delicada...-dijo en voz baja, yo le miré de reojo y me levanté del columpio, me senté en las piernas de Valeria, ella me miró yo acerqué sus labios a los mios y le besé con cariño.
-Vamos a la cama anda- le ordené tirando de su mano. Subimos arriba y nos metimos en la cama.
-Emma...-dijo Valeria sentandose.
-Dime.-hice lo mismo que ella.
-¿Quieres a Raul?-preguntó mirandome. Suspiré.
-Sabes que si...-dije cogiendole la mano.-Pero también sabes que te quiero muchisimo.
-Pero no le dejas.
-No es fácil, Valeria.-me soltó la mano.
-Ya.-dijo con un hilo de voz.
-Cariño, quiero a Raul porque es mi novio y llevamos 1 año juntos, pero te prefiero a ti, por eso estas tu aquí y no el.-suspiró- ademas me muero por besarte a ti, no a el.-dije cogiendole de la mano de nuevo, me miro llorosa.-Ven.-dije llevando su cuerpo contra el mio.
-No se si podré, Emma.
-Podremos, te lo prometo.-ella me miró con miedo, le aparté el pelo de la cara y le besé, ella apretaba mi mano con fuerza y yo le decia que le queria con cada beso. Me separé de ella unos milimetros con la intención de irme a dormir, pero ella sonrío.-No sonrias que me la lias, morena.-le advertí comiendome su sonrisa.