Prohibido distanciarnos

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-Hola amor.
-Hola y no me llames amor.
-¿Por qué no?
-No me gusta.
-Bueno, y dime ¿cómo te llamo?
-Emma.
-Vale Emma.
-¿Podemos vernos?
-Claro, ¿voy a por ti?
-Si, como quieras.
-Bien pues ves poniendote guapa, amor.
-Emma.-le corregí.
-Eso.-rió, nos quedamos en silencio unos segundos pero ella retomó la conversación.-Bueno Emma ahora nos vemos.
-Si, adios.-me despedí, ella hizo lo mismo y colgó.
Me senté en el borde de la cama y suspiré, fuí al armario y cogí el vestido rosa que me regaló Val para mi cumpleaños. No se porque sonreí al recordarlo pero no le di importancia, me lo puse y me maquille un poco. Cogí las llaves de casa y fuí a ver donde estava mi hermana.
-Eri, me voy.-dije desde la puerta.
-Vale.- contestó. Yo salí y cerré la puerta.
-¡BU!-gritó Val tocandome la espalda.
-¡Joder! Que susto idiota.-protesté pegandole en el brazo, ella me sonrío y me besó.
-¿Dónde vamos?-preguntó tirando de mi mano.
-No lo sé, ¿damos un paseo?
-Mientras esté contigo...-asentí con la cabeza y empezamos a caminar. No sabía como sacarle el tema de ayer, no sabia como decirle que me encantaba dejar que me inundaran los recuerdos de aquellos besos.
-Emma, tenemos que hablar.
-Si, necesito hacerlo.
-A ver, yo...yo no he parado de pensar en ti y en tus besos y...
-Val-le interrumpí- esto es absurdo, se nos fué la cabeza y no va a volver a pasar.
-Si, se nos fué la cabeza pero, joder, adoro que se me vaya.
-No Valeria, somos amigas y ya esta, las amigas no se besan.
-¿No te gustaron esos besos?
-Claro que me gustaron.-suspiré.
-¿Entonces?
-No se Val.
-Si sabes Emma.
-Joder.
-¿Que pasa?-no sabia que decirle, moria por decirle que adoraba sus besos y que amaba sus putas sonrisas, pero no podía, no podia perderla así.
-Que tengo miedo- me tape la cara con las mano- tengo miedo de perderte.
-Amor, no me vas a perder.
-¿Y si si?
-No pienso irme de tu vida.
-¿Cómo estas tan segura?- sonrió me apoyó en la pared y encajó sus manos con las mias. Yo cerré los ojos mientras me mordia el labio inferior, noté sus labios en los mios, le besé como si fuera la última vez que lo hiciera, volvia a notar esas mariposas por mi estómago y esa sensación de querer parar el mundo volvia a inundarme.
-Quiero ser esa razón por la cual sonries.
-Siempre lo has sido.-sonrió.
-Te prometo que lo mas lejos que vamos a estar la una de la otra es así.-dijo a milimetros de mi boca. Volví a juntar mis labios con los suyos.
-Yo no quiero distancia alguna.-dije abrazandola.

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