3. Beso robado ♡

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¡Hola! ¡Hola!

Os traigo el capítulo 3 de este reto.

He estado a punto de sobre pasar las 1000 palabras. Literalmente son 998 XD. Pero finalmente lo conseguí.

Cierto es que tuve que borrar unas cuentas líneas, pero considero que la idea está clara.

Me ha encantado escribir este capítulo y espero que a vosotros os encante leerlo. ^^

Nos leemos abajo ~

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▹𝐃í𝐚 𝟐𝟓 𝐝𝐞 𝐚𝐛𝐫𝐢𝐥 - Beso robado

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Senku suspiró.

Se alzó de la silla en la que estaba sentado y estiró su cuerpo hacia arriba aliviando así la tensión acumulada del día.

Llevaba desde primera hora de la mañana trabajando en un proyecto junto con Xeno y Suika, del cual pronto verían el final. Había costado meses, pero finalmente lo tenían hecho.

Su vista se dirigió al único reloj de pared que había en el lugar.

—Las nueve y media... —murmuró.

La noche había caído.

Pensó que pese a no haber parado en todo el día, necesitaba hacer uso de sus piernas. Debía andar un poco además de tomar un poco el aire.

Una vez fuera observó su alrededor. La aldea Ishigami se había convertido en una pequeña ciudad con sus edificios, tiendas y restaurantes. Estaba aun lejos de convertirse en lo que él y los despetrificados conocían, sin embargo estaba orgulloso de lo que habían conseguido.

Aun así...

Posó su vista en la arboleda que había tras el edificio en el que trabajaba y una leve nostalgia lo invadió. Siempre había querido eso, recuperar lo que una vez las medusas le quitaron, sin embargo debía admitir que añoraba también la calma que la pequeña aldea tenía.

Sin pensarlo demasiado, comenzó a caminar hacia el bosque.

Sabía que más allá, a unos quince minutos andando, había un enorme campo de girasoles. Ese en el que la pequeña Suika recuperó por primera vez la vista gracias a que Chrome y él inventaron las gafas graduadas.

No le gustaba demasiado el lugar, puesto que siempre había alguien allí. Sin embargo imaginó que a esa hora de la noche el campo estaría completamente vacío.

No fue así.

—Senku...

Las pisadas que el chico había dado captaron la atención de la joven que se encontraba allí.

—Leona... —murmuró él.

Ambos se observaron en silencio mientras oían el leve viento zarandear la hierba bajo sus pies.

Estaban igual de sorprendidos, pues hacía prácticamente un mes desde su último encuentro en el laboratorio.

Las palabras que el chico dijo aquel día volvieron a la mente de la rubia, así que sabiendo que su rostro iba a cambiar de asombro a dolor, decidió girar la vista hacia el frente.

Senku pudo ver la mirada que la chica le había dedicado, y al igual que ella los recuerdos de aquel día se hicieron presentes.

—¿Qué haces aquí, leona? —logró preguntar largos segundos después.

Simple Curiosidad | Kisspril Senhaku 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora