7. Corazón destrozado

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Continua el recuerdo...

Su recámara era todo lo que se esperaría del espacio de un Alfa, orden absoluto, aroma varonil y todo en tonos grises, a Siva le gusto lo espacioso que era y en su mente vio el potencial que tendría para cuando ella fuera residente del lugar.

Ivan no tardo nada en acercarse, midiendo el terreno para observar que tanto Siva le permitía hacer, ella por su parte estaba encantada con él, que muy poco le podía negar.

—Soy tan afortunado, eres todo lo que podría desear en mi pareja —declaro Ivan.

—Es muy pronto para que digas eso...

—Acaso... ¿No soy el indicado para ti? —Ivan tomó la mano de Siva y la puso en su pecho, para que sintiera el retumbar de su corazón y lo desbocado que se sentía, con tan solo tenerla cerca.

Ivan lleva la mano de Siva a sus labios y la besa dulcemente, disipando cualquier objeción que tenía.

—Eres tan hermosa —sus ojos no pueden despegarse de los labios apetecibles de la joven, —te deseo —le confiesa él.

Siva pone algo de distancia —¿no sientes lo mismo que yo? —cuestiona él y ella se cohíbe.

Ivan la acorrala contra una pared, no tiene escapatoria, la ve dulcemente y la besa, Siva pierde la cordura con el roce de sus labios.

Los besos suben de intensidad y las manos de Ivan recorren el cuerpo de Siva, hasta que la lleva a su cama, al bajar los tirantes del vestido ella se detiene.

—No podemos, será mejor que esperemos.

—¿Esperar? ¿Por qué? Este será el comienzo de nuestra historia.

Ivan la calla con sus besos y caricias, poco a poco la desnuda, Siva no vuelve a objetar nada, ya que está inmersa en las sensaciones que su compañero le proporciona.

—Eres perfecta —le dice él.

El orgasmo que le proporciona Ivan le mueven el mundo entero a Siva, nunca antes había sentido tanto, se percibe como una mera espectadora.

Cuando Ivan la penetra se da cuenta por qué de la renuencia de ella, y es que tal vez sea su primera experiencia, por lo que decide tratarla con delicadeza.

—¿Duele? Descuida, solo es momentáneo, hare que desaparezca la incomodidad.

Ivan le dice lo hermosa y perfecta que es para él y la trata como a un tesoro.

El hombre, luego de ser tan cuidadoso, las próximas veces le muestra un poco más de rudeza, igual Siva no sabe con qué compararlo y piensa que es el deseo que ella despierta en él.

...

Por la mañana Siva se remueve y su instinto la hacen tocar el lado contiguo de la cama en busca de su compañero, al no encontrarlo, se levanta, busca en el baño, closet, pero nada.

El reloj dice que aún es muy temprano, así que va en busca de él, solo se coloca la camisa que él dejó en el piso.

La forma más fácil para encontrarlo será mediante su aroma, así que va siguiendo el rastro, alentada por su loba que la urge a ir por él.

Segura de que lo encontro dentro de una habitación a donde su nariz la lleva es que primero escucha más de una voz, así que se detiene y aguarda sopesando si debe interrumpir, al acercarse un poco, los sonidos cesan.

Para dejar oír, gemidos ahogados de una mujer —más, más fuerte... —pide la voz.

—Eres insaciable. —Siva reconoce la voz de Ivan.

Contraté un mateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora