Día 27 | Jondami | Beso francés/apasionado

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Pareja: Jonathan Kent x Damian Wayne

Contexto: Las edades no se mencionan, pero imagino a Jon alrededor de los veinte—y soltero mwahaha—y a Damian con diecisiete años (como la canción 💃)

Aquí entre nos, de todos los días de la dinámica hasta ahora, este es el escrito que más me ha gustado, y no sólo porque Jon y Damian se ponen horny a media misión 🙂‍↔️

A ver si hoy logro ponerme al corriente y publico también el día 28 👀

Día 27 | Jondami | Beso francés/apasionado

Jon no debía estar ahí esa noche. Aquella debía ser una misión en solitario para Robin encubierto y así Damian podría mantener su dignidad intacta.

Pero cuando tienes un amigo con superpoderes que conoce los latidos de tu corazón a la perfección y puede encontrarte en cualquier lugar del mundo, incluso con tantas capas de maquillaje perfecto, tacones altos y una peluca rubia y, ¡oh!, usando el vestido más pequeño y ajustado jamás creado que tiene a Damian conteniendo la respiración y deseando que su trasero apenas cubierto por las bragas (énfasis en «apenas») no se muestre cada vez que camina.

Al menos Jon tuvo la decencia de vestir ropa normal y no con su traje de Superman que los delataría a ambos. Al menos, se aseguró de enfrentar a Damian en un callejón oscuro en lugar de en el club ilegal al que estaba a punto de entrar para recopilar información.

"Bien, si vas a entrar," declara Jon después de largos minutos de escuchar exactamente por qué Damian está vestido como 'mujer de la vida galante'. "Iré contigo. Ese lugar parece muy peligroso, Dames."

Damian chista y lo mira con sorna.

"Increíble. ¿Necesito recordarte con quién estás hablando, Granjerito?"

"¡Oye! Estoy hablando en serio, señor conozco-cien-maneras-de-matar-a-un-hombre-desde-los-diez. Ahora que estoy aquí, no tienes que hacer esto solo."

Damian pone los ojos en blanco, molesto, pero se toma su tiempo para estudiar la apariencia de Jon. Lleva jeans rotos y una sencilla camisa blanca debajo de una chaqueta de cuero negra, ligeramente gastada y que contrasta muy bien con sus zapatillas de cuero (también negras).

"¿Asaltaste el guardarropa del Clon?" Pregunta con sorpresa y una ceja alzada.

Jon mira la sonrisa entretenida de Damian, luego a su chaqueta, vuelve a mirar a Damian y pronto, un suave sonrojo cubre sus mejillas y nariz.

"Fue un regalo de Kon," se apresura a decir. "Algo sobre los hermanos mayores que pasan sus pertenencias más preciadas a sus hermanos menores. ¿No te gusta?"

"De hecho, sí," responde. Sus ojos se posan en las gafas de sol cuidadosamente acomodadas en del bolsillo sobre el pecho de la chaqueta; de inmediato los reconoce como parte del antiguo traje de Superboy de Conner Kent. "Muy bien, Kent. Te permito acompañarme en esta misión."

La amplia sonrisa de Jon podría iluminar a una nación entera con lo brillante que es.

"¡Pero! Deberás seguir mi ejemplo y actuar como el delincuente que se supone que eres," agrega. "No como el ciudadano modelo de Estados Unidos."

Más o menos, así es como se metieron en el lío en el que ahora se encuentran: atrapados en un lugar lleno de matones y traficantes de droga en un intento por obtener información sobre las armas de nivel militar que han estado llegando a Gotham en las últimas dos semanas.

Para sorpresa de Damian, Jon se ha vuelto decente en la actuación y no destaca tanto como le preocupaba. Sin embargo, cuando obtienen lo que vinieron a buscar, se descubren atrapados en una oficina sin ventanas, su única salida siendo a través de un pasillo fuertemente vigilado donde la única opción es actuar lo que saben que tomará a dicha seguridad por sorpresa.

Es decir, besarse con la bonita prostituta que el llamativo Jon-O trajo consigo para pasar la noche.

El beso es caliente, húmedo y apasionado y parte de Damian se amarga al recordar que Jon tiene amplia experiencia en las artes amatorias por todas las parejas que ha tenido desde que regresó, ya no como un niño, sino como el dulce y apuesto joven que podría enamorar a cualquiera con solo una sonrisa. Esa amargura, sin embargo, es olvidada en favor de una docena de otros pensamientos y sensaciones que derriten la mente de Damian cuando todo se siente tan jodidamente bien.

Son las grandes manos de Jon sosteniendo su cintura, sus torsos frotándose cada vez que se mueven para profundizar el beso. Son la boca increíblemente caliente y la lengua atrevida de Jon las que hacen que Damian luche por mantenerse al corriente con un baile con el que no está familiarizado ni al que está acostumbrado. Es la rodilla de Jon entre sus piernas, frotándole la entrepierna en el momento en que siente que las piernas de Damian le fallan y tiene que evitar que se deslice por la pared hasta el suelo.

Damian no puede contener el gemido lastimero que se le escapa en medio del beso cuando la mano de Jon traza un camino desde su cintura hasta su muslo, acariciando la piel suave en algún lugar alrededor de la mitad de su músculo vasto lateral y dándole un apretón que hace que Damian gimotee una vez más ante la acción repentina.

"Vamos, Dames," susurra Jon entre besos, "puedes confiar en mí."

"N-nombres, idiota," Damian apenas logra decir.

Sin embargo, entiende lo que Jon intenta sugerir. Con lo último de sus fuerzas y los brazos aún aferrados al cuello ajeno, da un pequeño salto y envuelve sus piernas alrededor de la cintura de Jon, cerrando finalmente la diminuta distancia que los mantenía apenas separados antes. Incluso por encima de su ropa, Damian puede sentir el calor abrumador que irradia el cuerpo de Jon, casi febril pero aparentemente común para alguien con ascendencia kriptoniana.

"Mm, sabes tan bien," susurra Jon, su voz llena de algo, divertido y alegre, mientras recorre el labio inferior de Damian con su lengua.

¿Dónde aprendiste eso, Kent?, quiere preguntar, demasiado sin aliento para pronunciar una sola palabra. En cambio, profundiza el beso, guiando la lengua de Jon en otro baile entrelazado, ocasionalmente rozando los dientes ajenos en un intento por atraer su atención.

Jon sabe a chocolate y crema batida, nota Damian, por lo que sea que debió haber comido antes de su misión. Clásico Kent, piensa para sí mismo.

Dándole un último beso a los labios hinchados de Damian, Jon retrocede un poco y, con los ojos vidriosos, Damian lo ve girar la cabeza de izquierda a derecha, como comprobando su entorno con la supervisión que le permite ver a través de las paredes.

"Oye, Dami, se han ido. El camino está despejado ahora," dice emocionado, como si no le hubiera dado a Damian la lección de besos de su vida hace apenas unos segundos.

"Bien," responde Damian, su voz ronca y entrecortada y todavía sintiendo que podría derretirse en cualquier momento.

AllDami Kisspril drabblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora