El sol se alzaba en el horizonte, pintando el cielo de tonos rosados y dorados mientras Ethan y Aria emergían del bosque, exhaustos pero triunfantes después de la batalla contra las fuerzas oscuras que los habían amenazado.
Aria se recostó contra un árbol, su aliento agitado y su corazón aún latiendo con fuerza. Sus ojos, llenos de admiración y gratitud, se encontraron con los de Ethan, quien se mantenía de pie a su lado, mirándola con una intensidad que la dejaba sin aliento.
—Gracias, Ethan —susurró Aria, su voz suave como un suspiro en la brisa matutina—. No sé qué habría hecho sin ti.
Ethan le dedicó una sonrisa apenas perceptible, sus ojos ocultando un torbellino de emociones que luchaba por contener.
—Estoy aquí para protegerte, Aria. Siempre lo estaré —respondió, su voz firme pero cargada de un matiz de vulnerabilidad que no pasó desapercibido para ella.
Aria bajó la mirada, sintiendo una extraña mezcla de gratitud y confusión que la envolvía. Había algo en Ethan, algo que la atraía de una manera que no podía entender. A pesar de su pasado oscuro y su naturaleza sombría, había un brillo en sus ojos que la llamaba, una promesa de un mundo más allá de las sombras que lo envolvían.
—¿Cómo supiste que estaba en peligro? —preguntó Aria, buscando distracción en la conversación.
Ethan se encogió de hombros, tratando de ocultar la verdad detrás de sus palabras.
—Soy un buen rastreador. Además, es mi deber protegerte —respondió evasivamente.
Pero Aria podía ver más allá de sus palabras, podía sentir la verdad palpitar en el aire entre ellos. Había algo más en la mirada de Ethan, algo que él se esforzaba por ocultar, pero que ella podía percibir con una claridad sorprendente.
Sin embargo, antes de que pudiera indagar más, un ruido entre los árboles llamó su atención. Ethan se puso en guardia al instante, su mano aferrando la empuñadura de su espada con determinación.
Pero en lugar de una nueva amenaza, lo que emergió de entre los árboles fue una figura familiar: Lyra, la hermana de Aria, con una expresión de alivio en el rostro.
—¡Aria! ¡Ethan! —exclamó Lyra, corriendo hacia ellos con los brazos abiertos—. Estaba tan preocupada. ¿Están bien?
Aria asintió con una sonrisa, aliviada de ver a su hermana a salvo.
—Estamos bien, Lyra. Ethan nos salvó —respondió, mirando a Ethan con gratitud.
Lyra se acercó a Ethan, su mirada curiosa mientras lo examinaba con detenimiento.
—Gracias por proteger a mi hermana, Ethan. Deberíamos volver a casa antes de que alguien más nos encuentre aquí —dijo, su tono lleno de determinación.
Ethan asintió, su atención dividida entre las dos hermanas mientras se preparaban para regresar al refugio de su hogar.
Pero en el fondo de su corazón, Ethan sabía que su encuentro con Aria y Lyra era solo el comienzo de una historia que aún no se había escrito por completo. Porque en el calor de la batalla y en la luz del amanecer, había descubierto algo que había creído perdido para siempre: la esperanza de un amor que trascendía las sombras del pasado y brillaba con la luz de un nuevo amanecer.
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Enemigos Atractivos
RomanceEsta es una mini historia, estoy empezando en el mundo de la escritura, dentro de poquito subire una mas larga, MUCHO mas larga. Pero mientras espero que os guste esta pequeña historia entre Ethan y Aria. <3 BESOOOS!!