3. El Vinculo de la Verdad

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El sol se filtraba a través de las cortinas entreabiertas de la habitación de Aria, pintando el interior con una suave luz dorada. Aria y Ethan se encontraban sentados frente a frente, compartiendo un desayuno tranquilo mientras el aroma del café recién hecho llenaba el aire.

Desde la última batalla, una nueva calma había descendido sobre la ciudad, pero en el corazón de Aria y Ethan, la tormenta de emociones seguía rugiendo con fuerza. Había llegado el momento de enfrentar la verdad, de desenterrar los secretos enterrados en las sombras del pasado.

—Hay algo que necesito decirte, Ethan —dijo Aria, su voz firme pero cargada de nerviosismo.

Ethan la miró con atención, su expresión seria mientras esperaba a que ella continuara.

—He descubierto la verdad sobre mi pasado. Sobre quiénes somos realmente tú y yo —confesó Aria, su corazón latiendo con fuerza en su pecho.

Ethan se tensó, sus ojos buscando los de Aria con intensidad.

—¿Qué quieres decir? —preguntó, su voz apenas un susurro en la quietud de la habitación.

Aria respiró hondo, reuniendo toda su valentía antes de responder.

—Somos más que solo humanos, Ethan. Somos criaturas de la magia, descendientes de una antigua línea de hechiceros con poderes más allá de nuestra comprensión —explicó, sus palabras resonando en el aire con un peso que no podía ser ignorado.

Ethan la miró con asombro, su mente luchando por procesar la verdad que acababa de revelar. Durante años había vivido en las sombras, ocultando su verdadera naturaleza incluso de sí mismo. Pero ahora, frente a la revelación de Aria, todo comenzaba a cobrar sentido.

—No puedo creer que haya estado viviendo una mentira todo este tiempo —murmuró Ethan, su voz llena de angustia y confusión.

Aria puso una mano reconfortante sobre la suya, buscando consolarlo en medio de la tormenta de emociones que los envolvía.

—No estamos solos, Ethan. Tenemos el uno al otro, y juntos podemos enfrentar cualquier desafío que se nos presente. Somos más fuertes de lo que imaginamos, siempre y cuando estemos unidos —dijo Aria, su voz llena de convicción.

Ethan la miró con gratitud, su corazón lleno de una sensación de alivio y esperanza que había creído perdida para siempre.

—Gracias, Aria. Por abrirme los ojos y mostrarme la verdad. Ahora, más que nunca, necesitamos permanecer unidos y enfrentar nuestro destino juntos —dijo Ethan, su voz llena de determinación.

Y mientras el sol seguía ascendiendo en el cielo y la ciudad cobraba vida a su alrededor, Aria y Ethan se prepararon para enfrentar el futuro con valentía y determinación, sabiendo que juntos podrían superar cualquier desafío y encontrar la luz en las sombras que los rodeaban.

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