---•°Nuevos Alumnos°•---

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Colette

Colette fue al hospital junto con sus padres, el médico le dijo que tenía que hacer reposo durante unos días, ya que aún que no era una herida muy grave podía empeorar.
Al llegar a su casa, murmuró -Genial, ahora no podré ir a la academia con mis amigos-.
Pasó aburrida todo el día, sin poder hacer nada más que ver la televisión o leer algún libro.

(...)

Leon

Leon no atendía en las clases de la academia, ya que estaba preocupado por el estado de Colette.
Decidió ir a ver a Colette pero no sin antes preguntarle a Surge y Edgar si querían ir con el, entre los tres quedaron de ir a su casa y pasar la tarde allí, con ella.

Colette

-¿Uh?, ¿quién toca mi puerta? - Pensó.

Fue a abrir la puerta, recordó que estaba en pijama así que la dejó entreabierta.

-¿Que haceis aquí chicos?. - Preguntó sorprendida.

-Nos extrañó que hoy no fueras a clase así que vinimos a ver cómo estabas. - Confesó Leon.

-Entiendo, esperad un momento aquí, ahora vengo.

Colette fue a cambiarse, estaba en pijama y no quería verse impresentable con sus amigos.

-Ahora sí, perdonad la tardanza, pasad pasad. -Dijo contenta porque habían venido sus amigos.

-Oh!!, que sorpresa chicos, ¿como estáis?. - preguntó la madre de Colette.

-Bastante bien. - Respondieron todos.

La albina regresó, había ido a la cocina, en una bandeja traía cuatro vasos con zumo.

-Tomad, coger uno cada uno. - Dijo con una sonrisita.

Los tres le dieron las gracias y se bebieron el zumo enseguida, estaban sedientos pues la casa de Colette estaba un poco lejos de las suyas.

-¿Y como estás? - Preguntó Edgar.

-Mejor, hoy no pude ir a la academia porque el medico me dijo que tenía que hacer reposo. - Explicó Colette.

-¿Y tú bufanda?. - Preguntó confundida, pues siempre la llevaba con el.

-Te la llevaste tú, la tenías en la pierna a modo de torniquete.

-¡Ahh cierto! Perdona, me había olvidado.

-Si no recuerdo mal mi madre la lavó. - Dijo mientras se iba a buscarla.

La madre de Colette se puso a conversar con los tres amigos en lo que su hija buscaba la bufanda.
Pasó media hora y la albina regresó.

-Toma Ed.

-¿Ed? - Preguntó Edgar, confuso.

-Si, se me ocurrió ese apodo mientras buscaba tu bufanda, ¿No te gusta?.

-Entiendo, no no, tranquila si me gusta.

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⏰ Última actualización: Apr 27 ⏰

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