Capítulo II

102 13 7
                                    

Calle.

¿Por qué no puedo dejar de verle la boca?

Me quedo en completo silencio, sin saber qué responderle o simplemente decirle cualquier excusa qué sé me venga a la mente, pero nada llega a mi boca.

Ni una sola palabra sale de mi boca.

¿Por qué tuve beber tanto?

¿En qué momento comencé a verla tan atractiva?

Lo único qué quiero es saber cómo me sentiré al besarla.

Y deseo qué ella también esté pensando en lo mismo cuando su mirada también viaja hacía mis labios.

El terrible sonido de mi celular me hace despertar y quejarme al mismo tiempo. Llevo ambas manos hacía mi cabeza qué parece va a estallar ante el sonido tan insistente de la llamada entrante. Estiró de mi mano para tomarlo y veo qué sé trata de Gabriela. Quiero matarla ahora mismo por despertarme y sobre todo ahora qué recuerdo un poco por habernos abandonado a Poché y a mí en el club.

Poché.

Abro demasiado mis ojos y me incorporó rápido en mi cama, lo cuál es un grave error por qué una punzada fuerte me viene a la cabeza y siento un rempetino mareo.

Maldito alcohol.

Recuerdo haber estado tomando un poco de vino con Maria José... Oh bueno, más bien nos terminamos dos botellas de vino. Estuvimos conversando sobre ella, sobre mí, recordamos la primera vez qué nos conocimos, hablamos de lo mala amiga qué creíamos era Gabs por habernos dejado solas, reímos mucho por tonterías qué nos ha pasado. Me sentí bastante relajada y hasta termine bailando para ella y luego...

Dios mío! Espero qué sólo haya sido un sueño.

Pero, un momento... ¿En qué momento ella se fue? Y en qué momento termine yo en mi cama?

Retiro la sabana de mi cuerpo y me doy cuenta qué sólo estoy en bragas y con una camisa demasiado grande cómo pijama, la cuál no recuerdo haberme puesto.

El celular vuelve a sonar y el nombre de Gabriela aparece en la pantalla, sería bueno qué no contestará y así hacerle saber qué me encuentro un poco molesta por lo de anoche, pero a diferencia de ella no soy tan mala amiga.

—Calle, por fin contestas!— la escucho decir al contestar la llamada

—Estaba durmiendo, Gabs— le hago saber con un tono de voz molesto

—A esta hora?— me pregunta —Olvídalo. Necesito de tu ayuda ahora mismo— parece estar un poco desesperada. —Llame primero a Poché pero no respondió, seguro debe de estar dormida o cogiendo con esa chica qué sé fue anoche— frunzo un poco mi ceño al escucharla, por qué hasta dónde recuerdo ella estuvo aquí conmigo anoche.

Ah no ser qué cuando se fue de mi casa consiguió con quién pasar la noche y le aviso a Gabriela. Cosa qué es muy probable qué haya ocurrido.

Suelto un suspiro y recargo mi cuerpo sobre la cabecera de la cama, me vuelvo a concentrar en la llamada con Gabs cuando vuelve a decirme qué necesita de mi ayuda.

TODO DE TI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora