Hot Shot's 2 |BTS|

Jungkook• Trust me

—Quiero esperar a Papá—dijo haciendo un puchero y agarrando con fuerza aquel oso de peluche que le había regalado Jungkook en su primer cumpleaños

—es tarde, cariño. Tienes que dormir, pero mañana lo podrás ver—traté de sonreír—Es hora de dormir—besé su frente antes de apagar la luz

Me quedé sentada en la orilla de aquella pequeña cama la cual era del perfecto tamaño para un niño de cinco años.

Acaricié el cabello de mi hijo lentamente esperando a que se durmiera. Eran casi las diez de la noche y había estado esperando a su padre quien le había prometo estar presente en su fiesta de cumpleaños.

"Te hoy a matar, Jeon Jungkook" pensé cuando sentí mi celular vibrar anunciado otro mensaje más por parte de el.

No entendía en que momento había terminado así, queriendo ahorcar a quien es y seguirá siendo en amor de mi vida a pesar de todo.

Por muy triste que me resulte, las cosas con Jungkook habían dejado de funcionar desde hace cinco meses.

Jungkook y yo nos habíamos conocido en la escuela media y fuimos inseparables desde entonces.

El niño de ojos grandes y timidez extrema había logrado captar mi atención lo suficiente como para acercarme a él y ofrecerle mi ayuda en clase de ciencias, aunque el fuera un año mayor que yo, la materia se me daba tan bien que estaba en clases avanzadas.

Mi amistad con Jungkook continuó después de ayudarlo con unas cuantas clases, pero todo cambió cuando cumplí dieciocho años. Mi mejor amigo me declaró sus sentimientos y lo acepté sin dudarlo ni un segundo.

Extrañaba aquellos momentos.

Mi embarazo nos tomó por sorpresa a ambos, teníamos veintidós y veintitrés años respectivamente. A pesar de aún no terminar mi carrera y de la incertidumbre en cuanto a mi futuro, el tener a mi hijo nunca estuvo en duda y menos cuando Jungkook me sostuvo entre sus brazos prometiéndome que siempre estaría con nosotros.

La vida continuó y nosotros con ella. A pesar de que el primer año de nuestro hijo fue muy difícil en muchos aspectos logramos alquilar un departamento pequeño para los tres.

Había días en los que no dormía por cuidar a Jaden y terminar mis tareas de la universidad, para Jungkook era la misma rutina.

Con la ayuda de nuestros padres fue que ambos logramos graduarnos y buscar mejores oportunidades de trabajo en menos tiempo del que pensaba, el dinero comenzó a entrar en cantidades más altas.

Nuestra situación económica cambió radicalmente cuando Jungkook logró entrar a trabajar con un hombre a quien el admiraba demasiado; Kim Namjoon. El hombre es el CEO de su propia empresa y además de tener varios negocios más, es muy conocido por sus generosas donaciones a diferentes organizaciones.

Jungkook no había crecido en una cuna de oro y fue un logro muy importante lograr trabajar para alguien tan importante como lo es Namjoon.

Supongo que ahí fue donde todo cambió.

A pocos meses de trabajar para el, Jungkook logró adquirir una casa de cinco habitaciones y meter a nuestro hijo a una de las guarderías más prestigiosas de la ciudad. Comenzamos a llenarnos de lujos que, siendo honesta, veía algo innecesario.

Jungkook comenzó a trabajar hasta altas horas de la noche , no me molestaba quedarme con mi hijo cuando regresaba de mi consultorio, pero esperaba que su padre también compartiera momentos con nosotros y se dificultaba aún más cuando él debía salir de viaje.

Llegó un momento en el que me cansé, me cansé de esperar que Jungkook llegará a casa para ver una película juntos, pero sobre todo me cansé de ver como cada día se alejaba más y más de mí. No podía hacer reclamo alguno sobre su paternidad, a pesar de todo el siempre dedicaba su tiempo libre a nuestro hijo, aunque casi siempre era dentro de la casa con actividades en el jardín.