°☆𝗠𝗮𝗺𝗮́☆° ^[DekuBlow]^

☆°[𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 14]°☆

-Izuku-

-Mmm? mande mamá?-

-E-es que queria preguntarte si estabas bien- dijo preocupado el omega peli blanco, Izuku le sonrió

-Estoy bien mamá, por que no abría de estarlo?-

-T-tu tío me dijo lo que fuiste a hacer ayer, es que me preocupe por que volvías así que llame a tu tío y pregunte si te había visto y si sabía donde estabas-

-A perdón mamá, tenía que cancelar el efecto-

-Por favor ya no hagas tonterías-

-Jaja lo siento mami, bueno, ya me voy, bye~ bye~-

En día sábado el pecoso iba a desayunar a su cafetería favorita y de allí se iba a sentar al parque, llevaba un overol de short corto que dejaba bien a la vista sus piernas suaves, blancas y penosas, abajo llevaba una playera verde claro, usaba unos tenis blancos y su cabello lo llevaba recogido en una coleta baja, tomo su mochila color negro y salió de casa llendo escuchando su música favorita captando miradas a su alrededor

Puso una canción que le gustaba mucho guardando si celular en el bolsillo de su atuendo comenzando a dar pequeños saltitos caminando alegré moviendo ligeramente su cabeza al ritmo de la música, iba en lo suyo cuando choco con alguien cayendo de tracero interrumpiendo su diversión

-Ou! eso solió- sobo su espalda baja aún tirado en el suelo

-Oh perdón, diablos no te ví!-

-Mmm?- quitó un audífono viendo a cierto rubio de ojos azules marino

-A no te preocupes, hola Mirio, hacía tiempo no te veía- tomo la mano que el alfa extendía hacía el

-Si, la verdad me preocupe cuando no te ví pero Nighteye me dijo que solo ya no querias ir por que tenías cosas que hacer en la policía-

Ambos se veían desde que Mirio había entrado a la agencia de su tío Nighteye, la verdad se llevaban muy bien, a Mirio nunca le importo el quirk del pecoso, siempre le había hablado bien

-Jeje es que tenía que hacer algo con mi quirk, me volvía loco eh?-

-Nah solo un poco-

-Oye, aprovechando que es sábado, quieres ir a desayunar conmigo?-

-Claro-

-Genial, conozco un buen lugar a un pae de calles de aquí-

El rubio aceptó ir con el omega, ambos caminaron un poco llegando a un local donde compraron un desayuno aceptable sentándose afuera ya que hacia calor, Mirio e Izuku se pusieron al día sobre lo que habían estado haciendo

-Así que te vas a ir a la agencia pero esta vez como pasante-

-Así es, varios me dijeron que fuera a su agencia pero- tomo un trago de su té helado -vamos, el tío Nighteye y el tío Endevor ya me lo habían propuesto antes-

-Pues si- sonrió -sera bueno tenerte como compañero-

-Lo mismo digo ^^-

[•]

Salían ya después de pagar cada uno su comida al no llegar a un acuerdo de quien pagaba la cuenta

-Y ahora a donde vas?-

-Al parque, vienes?-

-Mmm....bueno esta bien-

-Cool, ven no esta tan lejos anciano- golpeó jugando el hombro del rubio

-Eeh?! como así? anciano?!-

-Es que iba un caracol y ya nos rebasó-

-No seas malo, ni que fueramos jugando carreras-

-El último en llegar no paga la cuenta!-

-Eh! regresa acá!-

Mirio e Izuku corrieron lo más rápido que pudieron dejando a Mirio como vencedor, Izuku se recargo en el formado cuerpo de este riendo

-Que malo!-

-Ja! ahora no pagas y yo si-

-Me siento humillado pero esta bien-

Los dos pasearon un rato hasta sentarse en una banca lejana recordando viejos momentos vividos, era divertido pasar tiempo el uno con el otro, sin embargo, a media charla Izuku tuvo que ir a un bote de basura a vomitar por las nauseas, Mirio se preocupo preguntando por eso

-N-no se, ya van varios días así, me agarran nauseas de repente-

-Lo mejor será llevarte a que te chequen-

-No, no, estoy bien-

-Anda, así estamos seguros, ven- 

Esta vez el rubio arrastro al peliverde a uno de los hospitales cercanos, el pecoso le intento decir que no era nada pero Mirio le ignoró, finalmente suspiro sentándose al lado del alfa esperando a ser llamados, mientras, miraba su celular, tras una media hora les toco su turno, entraron al consultorio donde Izuku se vio obligado a describir como se sentía, el doctor acomodo sus lentes pidiendo que se acostará en la camilla cosa que el peliverde obedeció

Levantando su playera sintió las manos del hombre hacer presión en su vientre bajo lo cual le pareció raro, no era como que estuviera embarazado, verdad? tras un par se minutos el doctor se alejo sonriente

-Por que la sonrisa?- cuestionó el pecoso

-Felicidades, me parece que va a ser mamá...-