03.

8 0 0
                                    

¿Porque me preguntaba eso?, ¿era tan obvio mi negación ante la boda?

Aida: bueno, ambos sabemos que nos conviene esta boda

Antoni: ¿nos conviene?, no será que solo les conviene a nuestros padres..

El silencio era incómodo, se notaba, el solo acomodo su corbata y se dispuso a seguir manejando, miraba sus manos en el volante ¿cómo era posible que me pusiera nerviosa?

Antoni: ¿te gusta lo que vez?..

Su voz grave me hizo salir de mis pensamientos, cuando me doy cuenta mis ojos seguían en esas manos que si cualquier otra chica lo viera se volvería peor que yo, solo me puse roja y mi mirada se centró en la vista, escuche una pequeña risa de su parte

Siento las manos de Antoni bajar por mi vestido, mi corazón late con fuerza a sentir sus manos frías sobre mi pierna lo que me hace voltear a verlo aún con mis mejillas Rojas

Aida: ¿q-que haces?..-nerviosa-

Antoni: nada, solo estoy consintiendo a mi prometida ¿no puedo?..

No desviaba la mirada de la carretera, con una mano tenía el volante y con la otra apretaba mi pierna, no voy a negar que eso me gustaba y me hacía desear más a este hombre pero tampoco quiero notarme muy fácil intente quitar su mano de mi pierna lo cual solo hizo de su agarre más fuerte

Antoni: preciosa no me hagas enojar..

Su voz sono muy dominante y eso solo hizo que mi piel se ponga como gallina pero también quería provocarlo quería que el sintiera lo mismo que yo, pero con el es imposible con tan solo que este a mi lado me pone mal las palabras apenas y me salían

Aida: entonces...¿esto es lo único que sabes hacer? -suelto una risa-

El frena en seco estacionando el auto, hace caer mi asiento hacia atrás lo que me hace asustar un poco, en un abrir y cerrar de ojos ya lo tenía encima lo que hace que mi corazón latía con fuerza, mis mejillas arden de la pena y mi cuerpo suda

Antoni: oh nena si supieras que puedo hacer más que solo tocar esas piernas..

Su mano baja por mi abdomen, lo intento quitar pero con una mano amarra mis manos y las coloca encima de mi cabeza, hacemos contacto visual y su rostro se acerca demasiado al mío casi chocando con mi aliento

Antoni: espero que con esto no me vuelvas a provocar -sonrie a medias-

Se quita de mi y me ayuda a acomodar mi asiento, yo me quedé ay procesando lo que estaba a punto de pasar, solo escuchaba sus risas y yo me ponía más roja parecía ya un tomate

(...)

Antoni me dejo en mi casa, solo bajé del auto y entré sin decir nada más, ay es cuando mi cuerpo y alma descanso en paz

En el camino siempre se la paso dándome piropos al igual que tocando mis piernas a su antojo, di un suspiro y me dispuse a acostarme en mi habitación

Al tirarme en mi cama no pude dejar de pensar en ese hombre ¿qué me hizo? Y porque en tan solo un día me pone así, lo peor que lo tendré que ver toda mi vida, bueno hasta que la economía de mis padres mejoren para poder salir de el

¿De verdad quiero estar lejos de él?...

Mi MaridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora