Prólogo

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Jeon jungkook uno de los mejores empresarios con un alto rango con una vida intachable y lo mejor de todo su amado esposo Min yoongi.

Yoongi era el mejor regalo que la vida le pudo dar a Jeon, la envidia de muchos que lo rodeaban deseando a su esposo, y quién no yoongi era como afrodita piel pálida, ojos gatunos y con un cuerpo maravilloso pero lo que embobaba a la mayoría era sus ojos color avellana.

Jeon y yoongi tenían 5 años de casados se conocieron en la universidad, aun que no expesificamente, todo el mundo dice que se conocieron allí pero en realidad no. cuando se graduaron se casaron a pesar que ambas familias los apoyan la familia de Jeon lleva la abaricia. Acectaron a yoongi por venir de una buena familia con altos recursos y por la cautivadora belleza de este.

Jamás han pensado en tener hijos quieren disfrutar primero ellos para después formar una familia, al igual que sus padres no tienen afán por un primogénito así que todo está  en orden.

Era junio y su aniversario ya había pasado pero no fue como los aniversarios anteriores este fue pésimo yoongi tuvo que celebrarlo solo ya que Jeon no podría llegar, lo peor que al día siguiente ni siquiera le trajo un detalle simplemente llegó y se acostó con la escusa de estar cansado, yoongi no le reprochó después de todo entendía lo difícil que es encargarse de la empresa.

Todo asta que se repitió por las siguientes semanas e incluso meses. Yoongi ya se había quitado la idea que era porque estaba cansado, puesto a que le han llegado rumores de que Jeon le esta siendo infiel.

No quiso ponerle cuidado en eso podría ser jente chismosa y envidiosa tratando de arruinar su relación, asta que un día cuando la empleada fue a lavar la ropa, yoongi quiso revisar la ropa de su marido cuando en el cuello de la camisa encontró un beso y la colonia que traía la ropa no era de su esposo.

En la mente de yoongi pasó lo peor trato de calmarse pero no pudo, pero Jeon no podría ser capaz de traicionar su confianza y mucho menos su matrimonio

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